Se ha inaugurado en la Galería Vi.P. de Milán, Alzaia Naviglio Grande, 4, la doble exposición individual de escultura, pintura y artes visuales titulada Iconic / Aniconic, que compara la obra del pintor Vito Carta (Milán, 1957) con la del escultor Rinaldo Degradi (Milán, 1940).
Se trata de la fusión de la cuarta y la quinta de las exposiciones aplazadas debido al cierre por coronavirus. De las otras cuatro exposiciones aplazadas, tres se han recuperado en las últimas semanas(Orsenigo, Comotti y Ritorno) y una última se recuperará al final de ésta(Fiorella Manzini), en un calendario completamente reorganizado. Además, con todas estas exposiciones post-Covid19 se están experimentando nuevos modos de acceso, tanto para la inauguración como para la posterior apertura normal al público. En primer lugar, la exposición real irá acompañada de un vídeo y de una exposición “virtual” que podrán ver y visitar en línea quienes no puedan desplazarse a los Navigli de Milán.
El emparejamiento de estos dos artistas no fue una elección curatorial gratuita. La Galería Vi.P. no se esconde detrás de un dedo, no intenta forzar nada, y declara sinceramente que era una necesidad, ya que tenía que realizar hasta seis exposiciones de aquí a agosto dentro de una agenda ya muy apretada. En consecuencia, hubo que recurrir a los emparejamientos, en la medida de lo posible, y obviamente el emparejamiento de un pintor y un escultor era el más fácil, ya que las obras de uno no quitaban espacio a las del otro. De hecho, esta solución se adoptó también para otras dos exposiciones.
En este caso, sin embargo, la diversidad, el “distanciamiento” entre los dos artistas es absoluto e irreconciliable. Estamos en las antípodas de las posibilidades expresivas y el título pretende precisamente subrayar esta oposición. Sin embargo, es precisamente la yuxtaposición de dos universos paralelos y aparentemente irreconciliables lo que puede ayudarnos a comprender mejor cuál es el “mínimo común denominador” del arte contemporáneo, al margen de distinciones superficiales como “figurativo” y “abstracto” o, mejor aún, “icónico” y “anicónico”.
Por un lado está Vito Carta, artista visual que procede de la fotografía y trabaja en la reelaboración de imágenes, partiendo de tomas fotográficas que se sintetizan, reelaboran, superponen, en la búsqueda de una definición a la vez personal y universal de visiones con un fuerte carácter simbólico y evocador, en un proceso de estratificación y condensación que transforma la imagen realista inicial en una especie de icono.
Por el contrario, Rinaldo Degradi trabaja por sustracción y abstracción, eliminando programática y sistemáticamente cualquier referencia figurativa a la realidad, cualquier posible narración o representación icástica, en busca de una expresión anicónica con referencias arcaicas, fuertemente ancestrales y evocadoras. Así, sus esculturas acaban pareciéndose a menudo a tótems posmodernos o a estelas o menhires arcaico-contemporáneos.
En definitiva, ambos artistas llegan a una gran fuerza y capacidad evocadora, rayana en lo “sagrado”, pero a través de procesos creativos opuestos: uno fuertemente “icónico”, el otro decididamente “anicónico”.
La exposición estará abierta hasta el 7 de julio de 2020, de martes a sábado, de 15.30 a 18.30 h.; domingos, de 11 a 13 h. y de 14 a 19 h. Cerrado los lunes. Entrada gratuita.
Para más información, visite www.zamenhofart.it.
En la foto: Rinaldo Degradi, Poesía-Mármol negro de Lovere (20 x 30 x 35 cm)
Milán, la Galería Vi.P. une dos exposiciones en una caja de virus. Por dos artistas irreconciliables |
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