20X20 veinte obras maestras para veinte artistas es el título de la exposición que Tornabuoni Arte inaugura el martes 9 de abril y clausura el 26 de mayo de 2024, en su sede de Milán.Marina Apollonio, Alighiero Boetti, Alberto Burri, Giuseppe Capogrossi, Mario Ceroli, Christo, Giorgio de Chirico, Gino De Dominicis, Filippo De Pisis, Piero Dorazio, Lucio Fontana, Renato Guttuso, Wassily Kandinsky, Alberto Magnelli, Carlo Mattioli, Giorgio Morandi, Claudio Parmiggiani, Pino Pascali, Alberto Savinio, Paolo Scheggi. Estos son los veinte artistas elegidos para esta particular exposición, cada uno de ellos representado por una de las obras más significativas de su proceso artístico personal. Veinte obras que Tornabuoni Arte ha seleccionado cuidadosamente, fruto del trabajo de una refinada investigación que lleva a cabo desde hace años con pasión y dedicación. 20X20 abarca todo un siglo, partiendo de los años veinte y llegando hasta nuestros días, con obras más recientes a partir de 2023. El recorrido comienza con Deux femmes de Alberto Magnelli, que muestra influencias toscanas del siglo XV antes de su giro hacia la abstracción. Siguen De Pisis y Morandi, con De Pisis más vibrante y Morandi más meditativo. Obras como Vaso di fiori (1930) y un paisaje de Morandi (1938) ponen de relieve sus diferencias. Comunicado de Kandinsky (1936) ilustra el clima internacional de investigación del arte abstracto, centrándose en elementos gráficos y emocionales.
De 1940-41 es Naturaleza muerta de Renato Guttuso, figura clave del siglo XX y exponente del neorrealismo italiano, que también marcó la historia política y social de nuestro país. Fueron años cruciales para Guttuso: murió su padre, se afilió al Partido Comunista y pintó uno de sus cuadros más famosos, La Crucifixión. Las naturalezas muertas son un tema constante en su producción, que tiene la capacidad de plasmar, de forma totalmente personal y original, sencillos objetos cotidianos a través de la intensidad del color y la forma. En este contexto encontramos voces tan diversas como la de Savinio que, con Idillio marino de 1944, recontextualiza una expresión artística visionaria, vinculada al inconsciente, nutrida de sugerencias surrealistas y metafísicas. Giorgio de Chirico, uno de los principales referentes de la pintura metafísica, con Il Trovatore (El Trovador) de 1968, retoma uno de sus personajes clave, el maniquí, protagonista en el centro de espacios con atmósferas enrarecidas y enigmáticas, definidas por elementos arquitectónicos. Con el final de la Segunda Guerra Mundial, asistimos al nacimiento dellnformal, una expresión artística que rechaza la figuración para adherirse a la urgencia expresiva de utilizar el signo, el gesto y la materia. Uno de sus principales exponentes fue Alberto Burri, cuya investigación se orientó hacia la materia y los materiales, y que encuentra aquí, en A 1, 1953, uno de los ejemplos más ajustados de su poética: los sacos rasgados de yute rugoso son un testimonio translúcido de las heridas y experiencias dolorosas dejadas por la guerra y el paso del tiempo. En 1957, el Concetto spaziale de Lucio Fontana desarrolló su teoría del Espacialismo, basada en la unión del tiempo y el espacio, mediada por el gesto. La especificación de una connotación de signo caracteriza el lenguaje de Capogrossi, evidente en su obra Superficie 106 de 1954, donde su arquetipo típico se repite en diversas variantes. La exposición continúa con dos obras de 1962: el Veliero de Pino Pascali, uno de los primeros artistasdel Arte Povera, y una obra sin título de Piero Dorazio, representante de la corriente abstraccionista italiana y firmante del manifiesto Gruppo Forma1 junto con otros artistas como Perilli, Accardi y Turcato.
En 1967, Alighiero Boetti se une al movimiento Arte Povera, participando en exposiciones en Génova, Turín y Milán. Ese año crea Mimetico, una obra casi readymade y casi monocroma, seleccionada por Tornabuoni Arte. Mario Ceroli también se unió a la experiencia poverista, mostrando su habilidad para mezclar diferentes formas de arte y su constante uso de la madera, como demuestra Sin título, de 1971. Intersuperficie curva bianca, de 1966, de Paolo Scheggi, es un monocromo caracterizado por tres lienzos superpuestos con aberturas circulares, ejemplo de su continua reflexión conceptual y metafísica. En cambio, Marina Apollonio, con Dinamica circolare decagon 1970-2007, contribuye al arte programado y alarte óptico, surgido de las experiencias abstractas de los años cincuenta. En la década de 1980, surgen tres figuras representativas: Gino De Dominicis, con su esencia refinada y misteriosa, Carlo Mattioli, anclado en la figuración como muestra Nel bosco (1982), Christo y Jean-Claude, pioneros del Land Art con el proyecto Wrapped Reichstag (1986), que transforma visual y conceptualmente lugares y monumentos seleccionados. El recorrido cronológico finaliza con la obra más reciente de 2023, una obra sin título de Claudio Parmiggiani, artista alejado de grupos o movimientos, que cierra idealmente el ciclo 20x20.
Milán, la exposición 20X20 de Tornabuoni Arte: veinte obras maestras para veinte artistas |
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