El Teatro Arcimboldi de Milán acoge hasta el 22 de junio la exposición David Bowie: el pasajero. De Andrew Kent, que narra, a través de las imágenes y recuerdos del fotógrafo estadounidense Andrew Kent, un periodo muy concreto de la vida de David Bowie. Entre 1975 y 1976, en efecto, Bowie decidió dejar atrás la experiencia americana, que había culminado con el éxito de un LP como Young Americans y el rodaje de El hombre que cayó a la Tierra, para regresar a su Europa natal y refundar su carrera. Algún tiempo antes de su muerte, Bowie dijo que, aunque llevaba años viviendo en Nueva York, se sentía profundamente europeo. Debió sentirse igual a mediados de los 70, cuando intentaba sobrevivir en Los Ángeles entre esoterismo, magia negra y cocaína. Esta última le estaba haciendo implosionar en la cima de su éxito americano y Bowie buscó consuelo en Adiós a Berlín, la novela de Christopher Isherwood ambientada durante la República de Weimar, en su trabajo y en la música de Kraftwerk. Fueron estos importantes factores los que impulsaron a Bowie a imaginar su regreso a Europa. Berlín fue la ciudad elegida, a pesar de que en Londres, su ciudad natal, había señales de otra revolución inminente: el punk. La antigua capital del Tercer Reich no podía dejar de ejercer una discreta fascinación sobre Bowie también por el muro que dividía dos mundos: Este y Oeste, Capitalismo y Comunismo. Una frontera construida en el corazón de la ciudad para crear una fricción constante en la que artistas como él encontraban inspiración.
Las fotografías y testimonios de Andrew Kent que componen esta exposición cuentan la historia de aquella época turbulenta en la que todo volvía a cambiar para Bowie y el mundo que le rodeaba. No sólo fotos de escenario, por tanto, sino también testimonios de aquellos frenéticos viajes, especialmente en tren y barco (Bowie, de hecho, detestaba volar en aquellos años) para llegar a aquellos lugares donde la mayoría de la gente corriente no podía ir, como el bloque soviético. La exposición David Bowie: el pasajero. De Andrew Kent, es un estreno en Italia, y consta de 50 instantáneas y diversos recuerdos y documentos originales del archivo de Kent. Junto al recorrido fotográfico, se reconstruirán fiel y filológicamente los ambientes que protagonizaron la aventura europea de Bowie a mediados de los años setenta: desde el vagón de tren que le llevó a Moscú, hasta su habitación de hotel en París. Ropa, micrófonos, cámaras, discos, maquetas, carteles, recuerdos varios y proyecciones completan la exposición, llevando al visitante a un viaje espectacular y envolvente a través de uno de los interludios más fascinantes de la carrera del icono de la cultura popular. Además del aspecto emocional, la exposición es también una oportunidad para el estudio en profundidad, tanto para el público en general como para los fans más apasionados: con un análisis científico realizado a través de las memorias de Andrew Kent, de hecho, ha sido posible reconstruir hechos hasta ahora poco conocidos y revelar detalles inéditos de la carrera de Bowie.
La exposición está producida por Navigare Srl y Show Bees Srl, y comisariada por Vittoria Mainoldi y Maurizio Guidoni para ONO ARTE.
Para más información, visite el sitio web oficial del evento.
En la foto: David lee un libro en su cama durante una rara mañana tranquila en su suite del Hotel de París (1976).
Milán, David Bowie en las fotos de Andrew Kent en el Teatro Arcimboldi |
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