Los "frágiles" tesoros de los príncipes expuestos en el Palacio Pitti: porcelanas preciosas entre Viena y Florencia

Del 13 de noviembre de 2018 al 10 de marzo de 2019, en el Tesoro de los Grandes Duques del Palacio Pitti de Florencia, la exposición Frágiles tesoros de príncipes. Le vie della porcellana tra Vienna e Firenze (Los caminos de la porcelana entre Viena y Florencia), que exhibe porcelana pero también pinturas, esculturas, encargos en piedra dura, ceras, marfiles, cristales, tapices, muebles y grabados que ofrecen un diálogo fértil entre las artes, celebrando la magnificencia de la porcelana durante el Gran Ducado de Toscana bajo la dinastía de los Lorena. Ante todo, la exposición relata las vicisitudes de dos manufacturas, la florentina fundada por la familia Ginori, y la vienesa fundada en 1718 por Claudius Innocentius Du Paquier, unidas por sólidas relaciones que permitieron a las dos fábricas asumir un papel decisivo en la transmisión de motivos decorativos, formas y técnicas artísticas que, de hecho, influyeron en la definición del gusto de la época.

Así pues, se da espacio a la historia de la energía empresarial del marqués Ginori, senador florentino, que abarcó amplios horizontes, de modo que la porcelana producida en su manufactura reflejaba un gusto internacional, que podía tener en cuenta la tradición florentina, pero también las influencias del Extremo Oriente y, en particular, la china, y que buscaba satisfacer a una clientela exigente en Italia y en el extranjero. Para prosperar, la manufactura también debía abrirse a las novedades del exterior, por lo que el ambiente y la producción artística (en Doccia, pero en general en la Florencia lorenesa) estaban marcados por un criterio cosmopolita de excelencia. La porcelana no fue una excepción, y se convirtió no sólo en el espejo de lo que se experimentaba en otras formas de arte, sino también en el reflejo de toda una serie de hábitos y modas sociales, en una época de grandes cambios, incluida la alimentación (basta pensar que los Médicis fueron los primeros en Italia, en 1663, en importar chocolate, consiguiéndolo de España).

Y estas nuevas costumbres hicieron necesaria, explica el director de los Uffizi, Eike Schmidt, “la creación de nuevos objetos y vajillas, que podemos imaginar tintineando y brillando en el Kaffeehaus especialmente erigido en Boboli según un diseño de Zanobi del Rosso, terminado hacia 1785 (y que reabrirá en breve tras una campaña de restauración)”. Otra joya arquitectónica encargada por Pietro Leopoldo, redonda y rotunda, inspirada en el barroco vienés: es una construcción de ladrillo y cal, pero desde lejos parece una fantasía en porcelana de Doccia, casi una chicchera gigante, con una pequeña cúpula por tapa".

La exposición, comisariada por Rita Balleri, Andreina d’Agliano y Claudia Lehner-Jobst, se realiza en colaboración con la colección del Príncipe de Liechtenstein (Vaduz-Viena). Como explica Johann Kräftner, Director de las Colecciones Principescas de Liechtenstein: "La cooperación europea y el pensamiento que trasciende las fronteras nacionales se manifiestan en los acontecimientos de las dos manufacturas, pertenecientes a una historia común de gobierno y coleccionismo que se reúnen en esta exposición. Una exposición que recorre esta larga historia no en Viena, donde ya se examinó en la exposición Barocker Luxus Porzellan en 2005, sino en Florencia, donde las ideas han encontrado un terreno común.

La exposición va acompañada de un catálogo publicado por Sillabe. Para más información, visite el sitio web de las Galerías Uffizi.

En la foto: Gaspero Bruschi, atribuido (Florencia 1710-1780) y Manifattura Ginori, Doccia, Centrotavola (hacia 1754-1756; porcelana policromada y dorada, madera; Gazzada, Colección Cagnola)

Los "frágiles" tesoros de los príncipes expuestos en el Palacio Pitti: porcelanas preciosas entre Viena y Florencia

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