En 2025 se cumplen 400 años del nacimiento de Carlo Maratta (Camerano, 1625 - Roma, 1713), uno de los más grandes pintores de la Roma barroca y figura central de la pintura italiana del siglo XVII. Con motivo de este aniversario y de la publicación del catálogo razonado de sus obras, las Galerías Nacionales de Arte Antiguo acogen una exposición titulada Carlo Maratta y el retrato. Papas y príncipes del barroco romano, comisariada por Simonetta Prosperi Valenti Rodinò y Yuri Primarosa. La exposición está programada en el Palacio Barberini del 6 de diciembre de 2024 al 16 de febrero de 2025.
La exposición pretende poner de relieve la extraordinaria producción retratista de Maratta, quien, aunque conocido principalmente por sus obras de tema sacro, fue un retratista de fama europea. A través de sus retratos, Maratta consolidó la primacía de su taller y se convirtió en el árbitro del gusto artístico en la escena romana durante más de medio siglo, inmortalizando a papas, príncipes, aristócratas e intelectuales de su época.
La fama de Carlo Maratta como retratista se basaba en su habilidad para captar no sólo el aspecto físico de sus retratados, sino también su esencia interior y su papel público. Sus obras, caracterizadas por unaejecución meticulosa y una agudaintrospección psicológica, resistían la comparación con los mejores especialistas de la época.
En la exposición pueden admirarse algunas de sus obras más famosas, como el Retrato de Maria Maddalena Rospigliosi Panciatichi (1664), donde la joven noble aparece con su mejor vestido, símbolo de estatus y refinamiento. También destaca el Retrato del príncipe Maffeo Barberini (c. 1670-1671), una obra que atestigua la habilidad de Maratta para equilibrar la introspección personal y la exhibición de poder. Entre las obras maestras expuestas, ocupa un lugar destacado el Retrato del Papa Clemente IX Rospigliosi (1669), procedente de la Pinacoteca Vaticana. Este retrato, para el que Maratta obtuvo el raro privilegio de permanecer sentado durante su ejecución para evitar la fatiga, representa uno de los puntos culminantes de la carrera del pintor. El cuadro se yuxtapondrá al retrato del mismo pontífice realizado por Giovan Battista Gaulli, ofreciendo una interesante comparación entre dos estilos aparentemente irreconciliables: el clasicismo de Maratta y el barroco de Gaulli.
Junto a estos importantes retratos oficiales, la exposición incluirá también cuadros de otros miembros de las familias Rospigliosi y Barberini, muchos de los cuales se exponen por primera vez, como el Retrato del cardenal Giacomo Rospigliosi (1680), que pone de relieve la capacidad del pintor para retratar la espiritualidad y solemnidad de sus súbditos.
Uno de los rasgos distintivos del retrato de Maratta es su habilidad para enriquecer sus retratos con detalles que revelan el rango y las aspiraciones de sus retratados. Cada detalle -desde la ropa hasta los objetos colocados en la escena- está cuidadosamente seleccionado para comunicar el estatus social, la profesión y el carácter de la persona retratada.
Este aspecto aparece claramente en el Retrato de Maria Maddalena Rospigliosi Panciatichi, donde la elegancia del vestido y la composición sugieren una cuidadosa construcción de la imagen social de la noble. Del mismo modo, el Retrato de Maffeo Barberini pone de relieve la importancia política y cultural de la familia Barberini, una de las más influyentes de la Roma de la época.
Maratta consiguió renovar la tradición del retrato romano, heredada de los grandes maestros del siglo XVII como Pietro da Cortona y Andrea Sacchi, de quien fue su mejor discípulo. Sin embargo, su estilo se distinguió por una fusión única de clasicismo e innovación, que le permitió establecerse como uno de los artistas más destacados de su época. Un ejemplo de esta síntesis artística es su retrato del intendente e historiador del arte Giovan Pietro Bellori, realizado para celebrar la publicación de su colección de biografías de artistas basadas en las Vidas de Vasari. En este retrato, Maratta no sólo celebra su vínculo personal con Bellori, sino que también sanciona el hecho de compartir una visión estética basada en el culto a la antigüedad clásica y en el predominio del clasicismo sobre el naturalismo.
La exposición dedicada a Carlo Maratta ofrece al público la oportunidad de explorar la extraordinaria carrera de uno de los más grandes pintores del siglo XVII, capaz de interpretar con sensibilidad y maestría los rostros y los papeles de los protagonistas de la Roma barroca. A través de sus retratos, Maratta no sólo inmortalizó a papas, príncipes y aristócratas, sino que también contribuyó a definir una época y un gusto artístico que influirían en la pintura europea durante décadas.
Horario de la exposición: de martes a domingo de 10.00 a 19.00 h, última entrada a las 18.00 h. Entradas: tarifa completa 15 euros, con descuento (de 18 a 25 años) 2 euros. Gratuita para menores de 18 años y convencionados. Entrada gratuita para todos el primer domingo de cada mes. Para más información sobre horarios y entradas, visite la página web de las Gallerie Nazionali di Arte Antica(https://www.barberinicorsini.org) o póngase en contacto con el número dedicado (06 39967500).
Los extraordinarios retratos de Carlo Maratta se exponen en Roma, en el Palacio Barberini |
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