Del 12 de diciembre de 2018 al 12 de mayo de 2019 se presenta en Milán, en el Civico Museo Archeologico, la exposición Il viaggio della chimera (El viaje de la quimera), dedicada a la relación entre Milán y los etruscos. La exposición ha sido concebida y realizada por el Civico Museo Archeologico di Milano y la Fondazione Luigi Rovati, en colaboración con la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio per la Città Metropolitana di Milano. El proyecto expositivo pone de relieve el vínculo entre Milán y la civilización etrusca, nacido a mediados del siglo XIX con la creación del núcleo más antiguo de las Colecciones Arqueológicas Milanesas y reforzado en la posguerra, cuando el Palazzo Reale acogió la gran exposición de 1955. Esta fecha marcó el inicio de una fructífera temporada para la Etruscología en Milán: desde la Fundación Lerici del Politécnico de Milán hasta las campañas llevadas a cabo por la Universidad de Milán en Tarquinia y en Etruria Padana en el Forcello di Bagnolo San Vito. Un vínculo sólido y virtuoso que ha continuado con las recientes excavaciones realizadas en Populonia y proseguirá con la inminente apertura al público del Museo Etrusco de la Fundación Luigi Rovati en Corso Venezia 52.
El Consejero de Cultura, Filippo Del Corno, subrayó que “esta exposición representa un puente ideal hacia la próxima apertura en Milán de un nuevo e importante museo dedicado a la cultura etrusca, realizado gracias a la Fundación Rovati”. Lucio Rovati, Presidente de la Fundación Luigi Rovati, declaró que era “motivo de satisfacción haber establecido con el Civico Museo Archeologico y la Soprintendenza per la Città Metropolitana di Milano una fructífera colaboración que ha llevado a la realización de esta exposición, primera etapa importante en el camino que conducirá a la apertura del nuevo Museo Etrusco de Milán”. La exposición está dividida en cinco secciones, en las que se muestran más de doscientos hallazgos procedentes de los principales museos arqueológicos italianos, de las colecciones del Civico Museo Archeologico di Milano y de las colecciones de la Fondazione Luigi Rovati.
La exposición se abre con la sección titulada Le origini del collezionismo etrusco a Milano: un contributo all’etruscologia e alle Civiche Raccolte. Los objetos expuestos en esta primera sección están vinculados por el tema de la representación humana en el arte etrusco e introducen al visitante en la imagen y la identidad del difunto. El itinerario comienza con la Crátera de Trivulzio, cedida por los Museos Vaticanos, adquirida en el mercado de antigüedades de Milán en 1933 tras una suscripción ciudadana para ser donada al Papa Pío XI, quien la destinó al Museo Gregoriano Etrusco. Junto a las colecciones privadas que han pasado a formar parte de los fondos del Civico Museo Archeologico, se expone una parte de la colección de Pelagio Palagi, activo durante mucho tiempo en Milán antes de trasladarse a Bolonia, donde se conserva actualmente la colección. También se expone una selección de objetos etruscos que pertenecieron al marchante Giulio Sambon (1836-1921), que llegaron al Museo Teatrale della Scala por suscripción ciudadana en 1911 y desde 2004 a la Soprintendenza.
La segunda sección(Milán y la posguerra. La Gran Exposición de 1955) narra la historia del redescubrimiento de los etruscos en la posguerra, que pasó por Milán: en 1955 Massimo Pallottino inauguró la Exposición de Arte y Civilización Etruscos en el Palazzo Reale, punto de partida de un renovado interés por el estudio de esta cultura que desembocaría en una serie de campañas de excavación científica. La centralidad de la exposición de 1955 se acentúa aquí por la presencia de preciosos objetos que se expusieron en el Palazzo Reale, como “La Pietrera”, busto femenino del siglo VII a.C. procedente del Museo Arqueológico Nacional de Florencia y considerada la estatua etrusca más antigua. La sección se enriquece con documentos de la época como la revista de prensa original del Museo Antichità Etrusche e Italiche (Museo de Antigüedades Etruscas e Itálicas) de la Universidad de la Sapienza de Roma.
A continuación, la tercera sección(La Universidad de Milán y la investigación arqueológica: prospecciones de Lerici, excavaciones en Tarquinia, Capua y Populonia) está vinculada a la anterior a través del tema del mundo animal, con sus criaturas reales y fantásticas que poblaban la imaginación de los difuntos en su viaje de ultratumba. El vaso con la representación de la Quimera (que da título a la exposición) procede de las colecciones cívicas milanesas y está colocado junto a los materiales pertenecientes a los ajuares funerarios excavados por la Fondazione Lerici, ahora depositados en el mismo museo. En esta sección están representadas algunas importantes campañas de excavación realizadas por las universidades milanesas en Cerveteri, Capua, Populonia y Tarquinia.
La sección titulada Una quimera: los etruscos en Milán y Lombardía (la cuarta) presenta excavaciones que han puesto de relieve la presencia etrusca en Lombardía. Se expone un pequeño núcleo de materiales procedentes de las investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Milán en Forcello di Bagnolo San Vito (Mantua), el principal asentamiento etrusco-paduano al norte del Po, que se remonta a los siglos VI-V a.C. Los contactos entre los etruscos y las comunidades indígenas no sólo fueron comerciales, sino también culturales, como demuestra la adopción del alfabeto etrusco por parte de los grupos locales, aunque modificado en variantes regionales. En la exposición hay varios testimonios epigráficos, entre ellos la indicación del topónimo Mesiolano en el alfabeto celta cisalpino.
Finalmente, con la quinta y última sección(Coleccionismo contemporáneo: el futuro Museo Etrusco de Milán), la exposición presenta un avance de una pequeña selección de objetos de la Fondazione Luigi Rovati, que se incorporarán al Museo Etrusco del histórico Palazzo Rizzoli-Bocconi-Carraro, de próxima inauguración. Aquí se presentarán testimonios de la escritura etrusca, como la paleta de bronce con una dedicatoria a Selvans, divinidad de los bosques, de la tierra y también de las fronteras, así como espléndidas piezas de orfebrería y objetos de alta artesanía.
Horario de la exposición: de martes a domingo: de 9.00 a 17.30 horas (última entrada a las 16.30 horas). Entrada: 5 euros; reducida: 3 euros; gratuita: menores de 18 años. Entrada gratuita el primer y tercer martes de cada mes a partir de las 14.00 horas. Para más información, visite la página web del Museo Arqueológico.
En la foto: Estatuilla de una cabra, de Bibbona (finales del siglo VI a.C.; bronce; Florencia, Museo Arqueológico Nacional)
Los etruscos expuestos en Milán: el "viaje de la quimera" en el Civico Museo Archeologico (con un avance del futuro Museo Etrusco) |
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