El niño artista. Infancia y primitivismo en el arte italiano de principios del siglo XX: este es el título de la exposición que la Fundación R agghianti acoge en su sede de Lucca, en el complejo monumental de San Micheletto, del 17 de marzo al 2 de junio de 2019. En 1969, el gran estudioso Carlo Ludovico Ragghianti señaló la necesidad de profundizar en el vínculo entre el dibujo infantil, el arte medieval y la producción figurativa de las tres primeras décadas del siglo XX, un tema del que el propio Ragghianti había sido pionero en su ensayo Bologna cruciale 1914, un texto que resultaría fundamental para las futuras investigaciones sobre el arte italiano del siglo XX. Tras destacar la importancia para el estudio del dibujo infantil del famoso ensayo de Corrado Ricci L’arte dei bambini (Bolonia, 1887), Ragghianti enumeró las principales etapas de interés por el arte infantil La escuela de Tolstoi sobre el dibujo espontáneo de los niños en Jasnaja Poljana, fundada en 1861, el volumen La educación estética (1909) de Giovanni Ferretti, la exposición de pintura infantil inaugurada en el Salón de la Juventud de París en 1908, y de nuevo las contribuciones italianas a laExposición Internacional de Didáctica del Dibujo (Dresde, 1912) y al pabellón Das Kind und die Schule (Leipzig, 1914).
Ragghianti concluyó su estudio admitiendo lo incompleto de su propia investigación, es decir, que era necesario seguir investigando. La exposición, comisariada por Nadia Marchioni, pretende precisamente llenar este vacío: el tema se aborda con una investigación en profundidad de sus antecedentes y evolución. Los ejemplos de “regresión” hacia el dibujo infantil por parte de artistas italianos entre la segunda y la tercera década del siglo XX documentados por Ragghianti en su ensayo incluyen las experiencias de Alberto Magri, Ottone Rosai, Tullio Garbari, Gigiotti Zanini, Carlo Carrà, Riccardo Francalancia y Alberto Salietti. Pero incluso antes, la atención de los artistas a la infancia y a sus expresiones gráficas encuentra un importante antecedente en la obra de Adriano Cecioni, así como en el Retrato de Yorick de Vittorio Matteo Corcos, vinculado a un cartel para la conferencia florentina de Corrado Ricci sobre El arte de los niños en 1885, y en el insólito cuadro de Giacomo Balla El fracaso. La exposición examina todos estos aspectos y profundiza también en los arcaísmos explícitos extraídos del estudio de los maestros de los siglos XIII y XIV, con Alberto Magri como uno de los precursores, acompañado por sus amigos “apuanos” Lorenzo Viani y Adolfo Balduini.
Este importante círculo de artistas toscanos llegó a la estilización de derivación infantil y medieval mucho antes de las declaraciones críticas de Ardengo Soffici (que se mostró gran admirador de Henri Rousseau en La Voce en 1910) y Carlo Carrà(Vita moderna e arte popolare, Parlata su Giotto, Paolo Uccello costruttore), quienes, entre 1914 y 1916, abogaron en sus artículos por un retorno a las “formas puras en el espacio”, aconsejando a los artistas que deseaban recuperar, tras la explosiva vanguardia futurista, una firmeza formal, que se inspiraran en rasgos estilísticos tomados del arte popular, infantil y medieval.
“Es precisamente a partir de este núcleo de artistas toscanos”, declara Nadia Marchioni, “que la exposición comienza a reconstruir la historia de la regresión al lenguaje de la infancia en el arte, que comenzó con Magri y Viani poco después de mediados de la primera década del siglo XX y se extendió entre un selecto círculo de artistas que tuvieron la oportunidad de confrontarse más o menos directamente con estas expresiones formales, gracias también a la contribución de declaraciones críticas contemporáneas dispuestas a refrendar la validez de esta elección a contracorriente: La coincidencia entre la fecha de inauguración de la exposición de Magri en el Liceo de Florencia (2 de junio de 1914) y la de la publicación en ”Lacerba“ del ensayo de Carrà Vida moderna y arte popular (1 de junio de 1914), en el que el autor despotricaba contra la ”falsísima idea de poder crear artificialmente una virginidad y una sensibilidad moderna yendo al lejano centro de África“, ensalzando las obras ejecutadas ”por simple placer por niños, obreros, mujeres“, como única manera de ”observar y asimilar las leyes plásticas manifestadas en su pureza primordial".
La exposición se realiza gracias al apoyo de la Fondazione Cassa di Risparmio di Lucca y bajo el patrocinio de la Región de Toscana, la Provincia de Lucca y el Ayuntamiento de Lucca. El niño artista. Infanzia e primitivismi nell’arte italiana del primo Novecento (Infancia y primitivismo en el arte italiano de principios del siglo XX) puede visitarse de martes a domingo de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 19:00 horas. Lunes cerrado. Entradas: tarifa completa 5 euros, reducida 3 euros (para grupos de más de 15 personas, menores de 18 años, estudiantes de primaria y secundaria, estudiantes de universidades, academias de arte y conservatorios con carnet, profesores, visitantes con entrada para la exposición “Museo della Follia”, visitantes con entrada para el Museo Fattori y el Museo della Città - Luogo Pio Arte Contemporanea de Livorno). Entrada gratuita para estudiantes de universidades toscanas con carné, niños de hasta 6 años, discapacitados (y acompañante), un acompañante por grupo, miembros del ICOM, militares y policías con carné, guías turísticos y periodistas con carné. Para obtener toda la información, incluidos los numerosos talleres educativos, visite el sitio web de la Fundación Ragghianti.
Los artistas vuelven a ser niños: la exposición sobre arte e infancia a principios del siglo XX en la Fundación Ragghianti |
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