Las relaciones de Roma con Egipto a través de Nerón. La gran exposición de la Domus Aurea

El Parque Arqueológico del Coliseo acoge, del 22 de junio de 2023 al 14 de enero de 2024, la exposición El Amado de Isis. Nerón, la Domus Aurea y Egipto, dedicada al vínculo entre Roma y Egipto en el siglo I d.C. visto a través de la figura de un emperador, Nerón, que estableció, desde su juventud, una relación especial con Oriente y Egipto. La protagonista de esta historia es la Domus Aurea, la "Casa de Oro", el oro del Dios Sol con el que Nerón se identificaba según una visión precisamente oriental. La exposición, concebida y organizada por el Parque Arqueológico del Coliseo, está comisariada por Alfonsina Russo, Francesca Guarneri, Stefano Borghini y Massimiliana Pozzi.

La idea de la exposición parte de los recientes trabajos de restauración que han revelado la presencia de una decoración egipcia, con temas vinculados al culto isíaco, en el Gran Criptopórtico del palacio de Nerón. Este ambiente se convierte así en parte integrante de la exposición y en una herramienta para investigar, a través de las obras, los aspectos, acontecimientos y protagonistas de la difusión de la idea de “Egipto” en el imaginario colectivo de los romanos del siglo I d.C..

Una relación, la de Nerón con Egipto, que comenzó en sus años de formación con preceptores como Cheremone de Naucrati, director de la biblioteca del Serapeo de Alejandría y, Séneca, autor de toda una obra sobre Egipto, y que continuó en su vida adulta con su matrimonio con Popea Sabina, perteneciente a una familia cercana a los cultos isíacos. El propio título de la exposición, en la expresión"Amado de Isis", recuerda la definición utilizada por Nerón en el nombre de entronización presenciado en el templo de Dendera, en Egipto; aquí el emperador, además de “Autokrator Neron”, es llamado de hecho “Rey del Alto y Bajo Egipto, Señor de las Dos Tierras, Soberano de Soberanos, elegido de Ptah, amado de Isis”. La expresión subraya el vínculo especial del emperador con la diosa, que también vuelve en la representación de Nerón en el acto de ofrecer una pequeña momia a Isis, una imagen particular que se aleja de la canónica en la que la ofrenda es a la diosa Hathor, la Gran Señora del Centro.

"La exposición El Amado de Isis en la Domus Aurea", afirma el ministro de Cultura , Gennaro Sangiuliano, “al reunir decenas de preciosos objetos relacionados con la cultura egipcia procedentes de los principales museos italianos, tiene el mérito de valorizar aún más un yacimiento extraordinario, que no deja de ofrecer descubrimientos también gracias a la constante labor de investigación y restauración llevada a cabo por los técnicos del Parque Arqueológico del Coliseo”.

“Esta exposición”, comenta Alfonsina Russo, directora del Parque Arqueológico del Coliseo, “quiere sobre todo subrayar el compromiso del PArCo con su público, que está en el centro de todos los programas y actividades: el de devolver a algunas estancias del palacio de Nerón su antiguo esplendor a través de la cuidadosa y precisa restauración de las preciosas paredes pintadas y con renovados y atractivos proyectos culturales”.

El recorrido expositivo serpentea por las ricas estancias del pal acio imperial, siguiendo una sugerencia que permite al visitante adentrarse en la presencia de Nerón en Egipto y en la difusión del culto isíaco en Roma, y descubrir los espacios monumentales de la Domus Aurea a través de una apertura extraordinaria del monumento que permite disfrutar de él todos los días de la semana. La visita parte de la Galería III, se desarrolla en el complejo de la Sala Octogonal, alcanza las salas del Patio Pentagonal, serpentea por el Gran Criptopórtico y las salas adyacentes, reviviendo, dentro del conjunto monumental de la Domus Aurea, la concepción de Nerón de un espacio en el que contemplar las obras de arte.

La exposición se divide en dos grandes secciones: “El Egipto de Nerón” y “Egipto en Roma”. La narración de la primera sección comienza en la Galería III y continúa en la Sala Octogonal y el Complejo Radial, mientras que la segunda sección se desarrolla en las salas del Patio Pentagonal, Gran Criptopórtico y salas adyacentes. La primera sección relata la importancia de Egipto en la formación y la vida de Nerón, su presencia en el país a través del análisis de las dedicatorias y construcciones realizadas por el emperador en lugares estratégicos desde el punto de vista político y comercial, recuperando la fascinación de la realeza faraónica, símbolo de la Tierra del Nilo. Un papel primordial lo desempeña Alejandría y su trazado urbano: el palacio de los Ptolomeos fue de hecho un modelo importante en el diseño de la Domus Aurea por los arquitectos“magistri e machinatores”, Severo y Celer, entre el 64 y el 68 d.C.

Además del multimedia sobre Alejandría, la exposición incluye obras tan importantes como la estatua monumental de Tutmosi I (del Museo Egipcio de Turín), el busto del faraón Amasi (Museo Arqueológico Nacional de Florencia) y la estatua que probablemente representa a Nerón como faraón junto a una pequeña figura femenina con atributos isíacos (Museo Nacional Romano). La fascinación y el interés que suscitaba la tierra de los faraones queda también patente en la expedición para encontrar el nacimiento del río Nilo, ordenada por Nerón y atestiguada por fuentes (Séneca y Plinio el Viejo). Esta misión, además de su carácter exploratorio, tenía por objeto adquirir información geográfica de las regiones al sur de Egipto con vistas a una posible expansión hacia Etiopía. Estas zonas eran recorridas por grandes caravanas que llevaban a Egipto y a las provincias saharianas que daban al Mediterráneo materiales preciosos, como oro, y esencias refinadas utilizadas para perfumes y ungüentos.

En la exposición, la expedición se relata a través de los productos de aquellas lejanas tierras, imágenes del paisaje nilótico y evocando la figura de Amanitore, la reina de Meroe, que ofreció a los romanos salvoconductos, guías expertos y escoltas militares para atravesar los peligrosos territorios del sur. A continuación, el oro se representa a través de las joyas de Pompeya (entre ellas, la armilla en forma de serpiente con dos cabezas que sostienen un disco decorado con el busto de Selene de la Casa del Brazalete de OroOro y el collar con un colgante en forma de media luna y un broche de esmeralda en bruto de la Praedia di Iulia Felix), mientras que las esencias utilizadas para perfumes y ungüentos se recuerdan mediante la exposición del conjunto de artículos de tocador femeninos de la Casa de Lucio Caelio Ianuario. Aquí, un pequeño recipiente de madera (se conservan las bisagras y un elemento de bronce de la cerradura) contenía 18 vinajeras de vidrio para aceites y ungüentos. Entre ellas se encuentran algunas especialmente refinadas, como las ampollas en miniatura, el frasquito dividido interiormente en dos compartimentos que permitía mezclar las distintas esencias sólo al verterlas, y el precioso frasco de cristal de roca. Otras sustancias cosméticas, como cremas o polvos, se almacenaban en píxides y se mezclaban en válvulas de concha(pecten). La atención al cuidado corporal también queda patente en un estrigil y un par de pinzas. El espejo de plata decorado con teorías concéntricas de escamas y palmetas alrededor de la roseta central completa este conjunto de belleza. El Nilo se materializa en la exposición a través del rayo de luz que atraviesa la Sala Ottagona y alcanza la cascada del ninfeo del complejo radial, mientras que el paisaje nilótico se narra con el mosaico de la Via Nazionale de Roma (Museos Capitolinos, Centrale Montemartini), las estatuas del cocodrilo (Museos Capitolinos) y del león (Museo Provincial Sannio de Benevento) halladas en santuarios dedicados a Isis.

La segunda sección, que comienza a la salida de la Sala Octogonal, narra Egipto en Roma, la política religiosa de los emperadores y las “alternancias” de los cultos egipcios, arraigados en Roma desde la época republicana (a menudo opuestos porque se consideraban una amenaza para las mores maiorum), que se convirtieron con Domiciano en un componente orgánico del lenguaje imperial. En la exposición, por tanto, los fragmentos pertenecientes a las estatuas de Isis, Horus en forma de halcón y Harpócrates, hallados en el Tíber (Staatliches Museum Ägyptischer Kunst de Múnich) y probablemente relacionados con la destrucción del Iseo Campense por Tiberio, dialogan con la estatua de Domiciano (Museo provinciale del Sannio de Benevento) mostrando los extremos opuestos de la actitud de este emperador. En el fondo, el uso de decoraciones egipcias se mantiene constante, como demuestran los fragmentos de frescos de la Casa de Augusto y los relieves del Palatino (Parque Arqueológico del Coliseo). En el centro se encuentra Isis, la diosa de las mil caras, una figura divina compleja y polifacética, bien reflejada en la definición dada por un devoto"Tu, una quae es(t) omnia" (CIL X 3800, Capua, siglo III d.C.). Para comprender la divinidad, el culto y su difusión, es necesario recordar los aspectos individuales y la relación de la diosa con la maternidad, la fertilidad, la cosecha, el mar y la dimensión celeste. En la exposición, por tanto, el relato se cuenta a través de obras de mayores dimensiones, como el fragmento de estatua de Isis Pelagia sobre una barca (Museo provinciale del Sannio, Benevento) y otras obras más pequeñas pero extremadamente refinadas, como la estatuilla de Isis la Nodriza (Museo Egipcio de Turín), la de Isis-Fortuna de Herculano y la de Isis Panthea (ambas del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles). Para narrar la ritualidad ligada a la diosa partimos de los oficiantes (una cabeza de sacerdote y el relieve de los Rabirii del Museo Nazionale Romano) para llegar a los objetos de culto como los sistri y las situlae leídos a través de las imágenes de los rituales de Isis presentes, por ejemplo, en las copas de plata de la Palestra Grande de Pompeya y ahora en el Museo Archeologico Nazionale de Nápoles.

La capacidad de Isis para liberar de la esclavitud, restaurar la vida o garantizar una mejor aseguró la difusión de su culto entre todos los estratos sociales, vinculándolo también a la magia. Para comprender el significado de Isis en la sociedad romana, también es necesario considerar el aspecto “exótico” y "misterioso " relacionado con la diosa y, más en general, con el aegypti. en general a los aegyptiaca, a su función como amuletos, siguiendo su difusión a distintos niveles sociales, especializándose la divinidad en la curación y protección en vida y en el más allá, probablemente a partir de su carácter regenerador.

Así, los amuletos procedentes de Egipto se muestran en la exposición junto a un contexto excepcional como son los amuletos de la Casa Jardín de Pompeya, el llamado “Tesoro de la Hechicera”, compuesto por jarrones collar, ornamentos (en faïence, bronce, hueso y ámbar), gemas grabadas con figuras humanas y animales, junto a amuletos, conchas y objetos relacionados con el aseo femenino como espejos. La falta de joyas de oro hizo suponer que no pertenecían a la dueña de la casa, sino a una sirvienta, como lo demostraría también el lugar donde se encontraron, una habitación frecuentada por sirvientes y alejada del dormitorio de la matrona. El conjunto de la exposición se caracteriza también por la presencia de instalaciones multimedia que enriquecen el recorrido y aportan sugerencias al relato, permitiendo en algunos casos, como en el de los templos de File y Dendera, disfrutar de lugares lejanos a través de la reconstrucción en 3D, ofreciendo una experiencia inmersiva.

La exposición es también una oportunidad para presentar algunas novedades. Las recientes obras de restauración de la Sala de la Bóveda Dorada y de la Sala Octogonal han permitido identificar una decoración egipcia caracterizada por la presencia de figuras que se remontan a la esfera isíaca (dioses, sacerdotes y adoradores), única en el palacio de Nerón. En esta sección, la exposición se caracteriza por las estatuas monumentales de la diosa Isis (Museo Arqueológico Nacional de Nápoles) y Anubis (Parque Arqueológico de los Campos Flegreos), el dios de los muertos con cabeza de chacal, y por las representaciones de esfinges y Harpócrates, que dialogan con las imágenes pintadas en las paredes.

El Gran Criptopórtico permanecerá abierto a los visitantes una vez finalizada la exposición, enriqueciendo el recorrido por el monumento. Con motivo de la exposición, también se presentarán al público las recientes obras de restauración realizadas en una de las salas adyacentes al Gran Criptopórtico (sala 84).

Laexposición reúne más de 150 obras y cuenta con la colaboración de numerosos museos e instituciones de préstamo: Museo Egipcio de Turín, Museo Arqueológico Cívico de Milán, Museos Cívicos de Como (Museo Arqueológico Cívico “P. Giovio”), Museo Arqueológico Nacional de Florencia, Museo Arqueológico Nacional de Cagliari, Museo Nacional Romano, Museo Nacional de Instrumentos Musicales, Superintendencia Capitolina para los Bienes Culturales (Museos Capitolinos, Centrale Montemartini, Museo de Escultura Antigua "G. Barracco), Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Parque Arqueológico de Pompeya, Parque Arqueológico de los Campi Flegrei, Museo Provincial de Sannio en Benevento, Staatliches Museum Ägyptischer Kunst de Múnich. El catálogo de la exposición ha sido publicado por Artem y puede adquirirse en línea en www.artem.org.

La exposición puede visitarse todos los días; los fines de semana (de viernes a domingo) tendrá lugar la Domus Aurea Experience (instalación de realidad virtual en el interior de la Sala della Volta Dorata). Para más información: www.colosseo.it

Las relaciones de Roma con Egipto a través de Nerón. La gran exposición de la Domus Aurea

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