Del 28 de febrero al 30 de marzo de 2025, la Triennale de Milán acoge una exposición que promete dejar una profunda huella en la memoria colectiva de la ciudad: Las heridas de Milán. Cómo el arte puede reparar la historia. Comisariada por Spazio Taverna, el estudio fundado por Ludovico Pratesi y Marco Bassan, la exposición es un viaje simbólico a través de diez traumas que han marcado el destino de Milán. Cada trauma está asociado a una fecha y un lugar concretos, lugares y momentos que se han convertido en cicatrices indelebles en la identidad de la ciudad. La exposición gira en torno a diez traumas históricos que ha vivido la ciudad, acontecimientos que han transformado Milán psicológicamente. Desde la ejecución de Amatore Sciesa durante las represiones austriacas (2 de agosto de 1851) hasta los disturbios de Milán de 1898 (6 de mayo de 1898), pasando por la sangrienta masacre del Teatro Diana (23 de marzo de 1921) y el atentado de Piazza Giulio Cesare (12 de abril de 1928), la narración atraviesa el tiempo, desde la masacre de Piazza Fontana (12 de diciembre de 1969) y eldel comisario Luigi Calabresi (17 de mayo de 1972) a la muerte de Walter Tobagi (28 de mayo de 1980), pasando por los escándalos de Tangentopoli (17 de febrero de 1992), la bomba de Via Palestro (27 de julio de 1993) y el trágico accidente aéreo de Linate (8 de octubre de 2001).
Los artistas seleccionados para este proyecto son figuras destacadas del panorama artístico contemporáneo italiano. Camilla Alberti, Francesco Arena, Stefano Arienti, Ruth Beraha, Valentina Furian, Marcello Maloberti (en colaboración con Fortunato Zinni, superviviente de la masacre de 1969), Liliana Moro, Diego Perrone, Paola Pivi y Luca Vitone fueron invitados a desarrollar un dibujo sobre papel que representara la integración colectiva del trauma vinculado a cada una de las heridas simbólicas de Milán. A través de sus obras, estos artistas se erigen en mediadores entre la memoria histórica y el presente, tratando de suturar las cicatrices de la ciudad, no mediante el olvido, sino mediante la curación. A través del lenguaje visual, los artistas reinterpretan y reelaboran estos traumas, creando narrativas simbólicas que desafían al espectador a reflexionar sobre el dolor y la capacidad de superarlo. Cada obra se convierte en un acto de redención, una invitación a no olvidar, sino a vivir el pasado como una herramienta para construir un futuro más consciente.
El proyecto Las heridas de Milán no es un caso aislado. La exposición de Milán es, de hecho, la continuación del trabajo iniciado en Roma en febrero de 2023 con Le ferite di Roma. En esta última participaron artistas de renombre internacional como Enzo Cucchi, Elisabetta Benassi, Luigi Ontani y Marco Tirelli, entre otros. Ambos proyectos parten de la misma idea: utilizar el arte para reconciliarse con el pasado, reelaborar las heridas históricas y ofrecer al público una forma de afrontarlas. La exposición de la Triennale de Milán encaja perfectamente en el programa más amplio de la Triennale, que continúa su compromiso con la promoción y mejora de la escena artística italiana. La exposición cuenta con el apoyo de prestigiosos socios institucionales, como Deloitte, Fondazione Deloitte, Lavazza Group y Salone del Mobile.Milano, que contribuyen a hacer posible este ambicioso proyecto de gran importancia cultural.
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Las heridas de Milán: se expone el arte que cose la memoria histórica de la ciudad |
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