Pintor de la monarquía española, artista culto y académico, Francisco José de Goya y Lucientes (Fuendetodos, 1746 - Burdeos 1828) contribuyó con su obra a un cambio de paradigma en el arte español de los siglos XVIII y XIX. Al genio español, el Palazzo Reale de Milán dedica, del 31 de octubre de 2023 al 3 de marzo de 2024, la exposición Goya. La rebelión de la razón, comisariada por Víctor Nieto Alcaide, Académico Delegado del Museo, Calcografía y Exposiciones de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid. Goya comenzó su carrera con obras relacionadas con temas tradicionales, queridos por sus mecenas. Con el tiempo, sin embargo, desarrolló una mirada personal hacia los temas íntimos, así como hacia los temas sociales. En efecto, su manera de pintar no era mecánica ni improvisada, sino que partía de la razón, de una lúcida interpretación ética y moral de la sociedad española de la época.
Notable fue su aportación de crítica al poder político y religioso a través de la sátira social y la representación de la crueldad de la guerra, que anteponía el sufrimiento humano a la gloria militar; por último, desconcertante para la época en que vivió fue el sentimiento de pietas hacia los marginados, los pobres, los enfermos mentales, que Goya dejó traslucir en sus cuadros. Un arte de matriz ilustrada, por tanto, fruto de la razón pero al mismo tiempo expresivo y profundamente emocional, tanto que sigue siendo hoy absolutamente moderno. A través de pinturas, grabados y planchas de cobre, la exposición del Palazzo Reale relata el mundo de Goya, su experiencia de la historia, su actitud como artista, su pensamiento y su ideología, y ofrece al visitante las obras que mejor describen su evolución artística y los temas que trató, a la vez que relatan al hombre y al mismo tiempo el inestable y cruel contexto histórico y social que modeló de manera tan singular su alma artística y su pensamiento intelectual.
Pero la exposición va más allá, con un concepto insólito: a través de unas setenta obras, ofrece al visitante las pinturas del maestro expuestas en diálogo con algunos de los grabados más importantes que hicieron de Goya el maestro absoluto de este arte, junto a sus planchas de cobre originales. Una oportunidad única que ha sido posible gracias a la preciosa colaboración con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, que -con su Calcografía Nacional- acaba de finalizar la restauración de las matrices en junio de 2023, en un proyecto de recuperación sin precedentes por la complejidad y envergadura de la obra y que por primera vez en una exposición permite admirar las planchas de cobre post-restauración en sus detalles originales que han vuelto a la luz y en comparación directa con los grabados. Una dualidad positivo-negativo que también caracteriza la disposición de toda la exposición, comisariada por Studio Novembre.
A lo largo de la exposición Goya. La rebelión de la razón, surge un hilo conductor que atraviesa la visión cronológica general de las secciones. Es el fil rouge del hombre Goya y la profundidad de su alma ilustrada, de su “razón”. Goya es uno de los artistas que se abre a la modernidad, sin dejar de estar profundamente integrado en su época. Como primer pintor de corte y director de la Real Academia de San Fernando, Goya tuvo la oportunidad de relacionarse con un círculo de amigos intelectuales de confianza, con los que intercambió opiniones, sensibilidades, posiciones políticas, sociales y culturales sobre lo que fue una larga y atormentada época histórica, saturada de cambios, transformaciones y acontecimientos políticos, sociales e ideológicos. Él mismo experimentó una revolución en la pintura en sintonía con la complejidad histórica que estaba viviendo; un cambio que expresó tanto a través de las imágenes como transformando la pintura en un lenguaje revolucionario, capaz de romper con las reglas e imitar modelos. Por ello, Goya es el primer artista cuyas obras son fruto de sus experiencias, sentimientos personales, pasiones y sufrimientos, así como de su visión del mundo que le rodea. Es uno de los primeros artistas que se identifica con la vida. De ahí su obsesión por despojarse de las ataduras del mecenazgo para pintar libremente. Por eso no es posible entender su pintura sin conocer su vida, ni su vida si no es a través de su pintura. En efecto, el estilo del pintor español siguió evolucionando, y lo hizo hasta su muerte. Desde la pintura convencional de sus primeras obras, en las que como todos los pintores de su época se sometió a la tiranía del mecenazgo, el único que pagaba a los artistas dándoles una fuente de sustento, hasta la fase final de su vida, en la que Goya destruyó su pintura para crear una nueva, radical y revolucionaria. Contrariamente a lo que se ha dicho a menudo, Goya no fue un pintor espontáneo e improvisador. Al contrario, como hombre y como artista, se reveló como un racionalista. Racionalismo que encontró expresión en su crítica de la situación social, política y moral.
Se dice que la pintura de Goya transmigra de lo claro a lo oscuro, de una pintura luminosa de los primeros tiempos a las pinturas negras, una pintura de vejez con tonos oscuros, negros, los tonos de su cuerpo y de su alma enferma y desilusionada por la Revolución Francesa, por una sociedad bochornosa que tan satíricamente retrata en sus Caprichos, por los desastres y la fealdad que la guerra marca en los cuerpos y las mentes de los más débiles y marginados sociales, como se representa en sus cuadros del ciclo Los desastres de la guerra o El manicomio o Escena de inquisición: escenas que hablan de un personal malestar interior hacia todo lo que estaba “fuera”, pero también cargadas de una pietas superior y profundamente moderna. Una transmigración y un contraste cromático que la exposición no deja de subrayar, tanto traduciéndolo en el propio montaje expositivo como en la videoinstalación dedicada a la obra gráfica de Goya, comisariada por NEO (Narrative Environment Operas), donde la dualidad luz y oscuridad se convierte también en positivo y negativo, en la imagen positiva de la estampa y la plancha grabada, es decir, en la imagen invertida de la matriz.
La serie de grabados -presentada en la exposición- permitió a Goya actuar con el tipo de libertad que no le concedían los comisarios de cuadros, más enredados en la retórica cortesana o en la narración de temas tradicionales. Es a los grabados a los que Goya confía su pensamiento más íntimo y libre, y en el recorrido de la exposición encuentran un aprecio particular. Mientras que la obra gráfica -aunque limitada en número- sigue siendo reproducible por tratarse de una “copia”, es la matriz de cobre la que constituye realmente la obra de arte original, de la que deriva el grabado. Por ello, tener la oportunidad de admirar las planchas de cobre originales de algunos de los grabados más importantes y célebres de Goya, restauradas y devueltas a su esplendor original, es una ocasión única e irrepetible, entre otras cosas por la extrema delicadeza del traslado de estas piezas desde los almacenes del Instituto Calcográfico de la Real Academia. Precisamente por su carácter íntimo, los grabados fueron expresiones del artista dirigidas a la complicidad de una clientela ideológicamente afín a él. Aunque no faltan los temas costumbristas, sin embargo, el mayor peso político e ideológico que Goya carga a sus grabados se centra en la crítica a la guerra y al libre vuelo irracional de laimaginación. Constituyen una crítica, una “rebelión de la razón” frente a la falta de razón misma en la barbarie de la guerra. Son un testimonio de angustia, de rechazo, pero al mismo tiempo una llamada al retorno del orden de la razón. La fantasía y los sueños sirven para liberar lo imaginario.
“El racionalismo”, escribe el comisario Víctor Nieto Alcaide, “no debe confundirse con el orden, el dibujo y el academicismo. El racionalismo de Goya es ideológico y lo proyecta en sus obras utilizando la expresión como un modo que conecta, por un lado, la crítica social a través de los temas y, por otro, la crítica a la propia pintura, disolviendo las formas convencionales de la belleza. En Goya, el ideal de belleza se transforma en el valor plástico de la expresión. A través de sus obras, Goya aparece como el origen, el principio y el punto de partida de todas las formas modernas de la pintura porque, aunque la expresividad aparece como una forma instintiva, aquí parece someterse a los dictados de la razón. Y porque la única forma creativa y eficaz de romper con el absurdo, el horror y el terror provocados por la falta de razón es la rebelión de la propia razón. De ahí la validez de la pintura de Goya, que radica en no estar centrada en acontecimientos precisos de la historia y en fijar un valor universal e intemporal”.
El proyecto está promovido por el Ayuntamiento de Milán-Cultura y producido por Palazzo Reale y 24 ORE Cultura-Gruppo 24 ORE, en colaboración con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, y con el patrocinio de la Embajada de España en Italia, la Oficina Española de Turismo y el Instituto Cervantes de Milán. Con motivo de la exposición, 24 ORE Cultura ha publicado el catálogo Goya. La ribellione della ragion’, junto con el volumen monográfico editado por Stefano Zuffi y, por último, la novela gráfica ’Francisco Goya. La tentación del abismo’, del ilustrador Otto Gabos. Los volúmenes están disponibles en la librería de la exposición, en librerías y en línea. Excluida la venta anticipada. Audioguía incluida INFORMACIÓN Y RESERVAS palazzorealemilano.it | www.mostragoya.it ticket24ore.it | +39 02 54912
La rebelión de la razón: exposición de Francisco Goya en Milán |
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