La galería de arte contemporáneo Gilda de Milán acoge del 27 de mayo al 30 de junio Il giardino d’Arcadia, una exposición colectiva comisariada por Andrea Lacarpia. El proyecto reúne las obras de 13 artistas de diferentes generaciones (Andrea Barbagallo, Antonio Bardino, Marco Bettio, Daniele Carpi, Giuseppe Costa, Tamara Ferioli, Tania Fiaccadori, Matteo Gatti, Francesco Pacelli, Simone Pellegrini, Francesca Romana Pinzari, Silvia Serenari, Silvia Trappa), con el objetivo de investigar los diferentes enfoques de las artes visuales sobre un ámbito complejo y esquivo como es la naturaleza.
La atención de Gilda Arte Contemporáneo a las cuestiones medioambientales y a la experimentación en el arte contemporáneo se confirma así en una exposición que ofrece múltiples puntos de reflexión sobre la relación entre arte y naturaleza como partes de un mismo ecosistema. En un momento de progresiva vuelta a las actividades en el contexto de la ciudad y de esperanza en la superación de la emergencia sanitaria provocada por la propagación del Covid-19, El Jardín de la Arcadia se convierte en una metáfora de la capacidad de renovación que nos enseña la naturaleza.
La exposición combina diferentes medios de expresión, como pinturas, esculturas, instalaciones, elaboraciones digitales y vídeos, puestos en relación con plantas vivas insertadas en el decorado por Simone Ugolini (Jardín Botánico Pervinca). La galería se convierte así en un jardín en el que la vegetación y las diferentes expresiones de la imaginación artística coexisten armoniosamente, unidas por la misma energía vital.
En las obras expuestas, el tema de la naturaleza se declina en formas que van desde la reflexión mítico-filosófica, a menudo dirigida a la identificación de una dimensión original, hasta la construcción de un imaginario postnatural que hibrida formas biológicas y productos creados por el hombre para expresar las transformaciones actuales en la percepción de lo natural y lo artificial.
El mito de Arcadia, un lugar alejado de las ciudades que los antiguos griegos consideraban el hogar de las divinidades silvanas, ha evolucionado a lo largo de la historia para simbolizar la necesidad del hombre de redescubrir una naturaleza salvaje y primigenia, entre la realidad y la idealización. Como en los jardines arcádicos neoclásicos, la exposición alinea en un mismo plano narrativo la experiencia concreta de los procesos vitales y la representación visual con la que se escenifica un jardín imaginario. La galería se transforma en un “teatro de la naturaleza”, un ecosistema en el que las formas y los procesos biológicos, incluidas las obras de arte y las plantas, pueden adquirir un significado mágico y trascendente por estar alejados de la experiencia cotidiana. El paisaje se convierte en un mapa del inconsciente colectivo, del que el espacio expositivo es una expresión visual, entre simbologías milenarias y extrañas hibridaciones que unen al hombre, las plantas y los animales a una misma psique colectiva.
Para toda la información, visite la web oficial de Gilda Arte Contemporáneo.
En la foto: Antonio Bardino, Paisaje doméstico (2020; óleo sobre lienzo, 100 x 70 cm)
La naturaleza según 13 artistas italianos contemporáneos: exposición El Jardín de Arcadia en Milán |
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