A partir del 29 de septiembre de 2022, dos nuevas exposiciones inauguran la nueva temporada de exposiciones del Palazzo Fava de Bolonia, ambas abiertas hasta el 27 de noviembre de 2022.
En el piano nobile del Palazzo Fava, el Palazzo delle Esposizioni del Genus Bononiae. Museos de la ciudad de Bolonia, la exposición Fiat Lux. Luci nelle collezioni d’Arte e di Storia della Fondazione Cassa di Risparmio di Bologna, comisariada por Benedetta Basevi y Mirko Nottoli y centrada en la función que la luz ha asumido en la historia del arte, modificando su propio lenguaje.
La exposición pretende investigar la dialéctica entre luz y sombra en el plano artístico, poniendo de relieve las múltiples interpretaciones que cada artista le ha dado en sus obras: desde el uso de fondos dorados en los iconos bizantinos hasta los claroscuros de Caravaggio, desde la función cromático-retiniana en la pintura impresionista hasta el arte contemporáneo donde la luz se convierte en obra de arte. Se expondrán cuarenta y cinco obras entre pinturas, esculturas e instalaciones, desde el siglo XV hasta nuestros días, procedentes de las colecciones de arte de la Fondazione Cassa di Risparmio di Bologna. Varios fragmentos literarios y códigos Q R enriquecerán el recorrido de la exposición, así como códigos QR que remiten a fragmentos de películas, documentales y podcasts radiofónicos relacionados con el tema de la exposición.
Cada una de las cinco secciones está identificada por un color que resume visualmente las acciones de la luz: “Luz divina: oro”, “Luz contra oscuridad: sombras”, “Luz: la totalidad de los colores”, “Luz pura: blanco” y “Ausencia de luz: negro”. Una sexta sala, la Sala Rubbianesca, está ocupada en su totalidad por la Sognatrice Vanessa de Fabrizio Corneli, obra paradigmática de toda la exposición en su explicación del concepto de imagen como creación resultante del juego entre la luz y la sombra. A lo largo de toda la exposición, las obras elegidas pretenden plasmar la doble valencia de cada color, o ausencia de color: así, el blanco se vincula al nacimiento y a la muerte, y la sombra se redime en algunas obras de su valencia negativa para convertirse en indistinta de la que surge la posibilidad de una nueva vida. Eluso del oro, muy extendido sobre todo en la época bizantina, adquiere desde el principio un valor trascendental, una referencia a la divinidad, como bien representan en la Sala di Giasone la aureola de Cristo Redentor de Elisabetta Sirani (mediados del siglo XVII) y el rayo que rompe la cúpula del Cristo Redentor de Elisabetta Sirani (mediados del siglo XVIII). siglo XVII) y el rayo que irrumpe durante la Prueba del Canto en la basílica de San Petronio de Felice Vezzani, hasta su fértil campo de aplicación en el arte contemporáneo con las botellas de plástico de Nino Migliori ennoblecidas por el revestimiento de oro y transformadas en Orantes, o con la recuperación casi filológica del fondo de oro de Piero Pizzi Cannella en el ciclo Cattedrale. Sombras o visiones ectoplasmáticas que emergen del lienzo son las Tre persone ( Tres personas) de Gianni Dessì, al igual que el cine representado a través de los fotogramas de Gianluigi Toccafondo de una de sus películas de animación y la secuencia de Composizioni (Composiciones ) de Sergio Romiti, cuya disposición recuerda a la película, obras presentes en la Sala di Ludovico. La luz como totalidad de colores se traduce, en la Sala Albani, en obras que remiten al Pop Art, como #9 de Piero Copertini, y al mito futurista de la luz eléctrica como sinónimo de modernidad con Il fulmine (El rayo ) de Alessandro Bruschetti, hasta que la propia luz se convierte en medio de expresión a través de elementos metropolitanos como el hierro y el neón en Suf! de Cuoghi Corsello. La Sala Cesi dedicada al blanco acoge, entre otras, Schermo Carta (Pantalla de papel ) de Fabio Mauri, el lugar de toda proyección y al mismo tiempo el espacio de la incomunicabilidad; en su significado de pureza y vida se materializa en la escultura La madre (La madre ) de Adolfo Wildt y en Ritratto di Fanciulla (Retrato de niña ) de Lucio Fontana; se traduce, a través del alfabeto informal, en el lenguaje aséptico de la era tecnológica en Quadro oggetto ( Cuadro objeto) de Mario Nanni, de la serie informática Mitico. Por último, la Sala de los alumnos está dedicada a la negrura: desde la ceguera del protagonista del cuadro Tobías cura a su padre ciego, de Johann Carl Loth, pasando por el fondo de Concepto espacial, de Lucio Fontana, hasta elArlequín negro, de Augusto Murer, que ha perdido sus colores pero no su aire burlón e impertinente. En un mar oscuro flotan los “huevos pacíficos” de Luigi Mainolfi, en un espacio de ambigüedad en el que no sabemos si emergen o se hunden.
También muy relacionada con el tema de la luz está la exposición de las mismas fechas en la segunda planta del Palazzo Fava: Giambattista Piazzetta. El ingenioso contraste de las luces, comisariada por Francesco Paolo Petronelli. La exposición rinde homenaje a uno de los pintores más originales y enigmáticos del panorama artístico veneciano del siglo XVIII, que sólo salió una vez de su ciudad y lo hizo para venir a Bolonia a conocer de cerca el arte de los Carracci, que habían pintado su primer ciclo de frescos por encargo en el Palazzo Fava, y de Guercino. Su pintura, que contrasta los colores y la luminosidad de Paolo Veronese y Tiziano con un estilo intimista de fuertes contrastes de claroscuro, es retomada e interpretada por los grabadores vénetos más importantes del siglo XVIII. La exposición pretende redescubrir y celebrar la vinculación de Piazzetta con Bolonia y laAccademia Clementina, de la que fue nombrado Académico Honorario, y las intensas relaciones culturales y artísticas entre ambas ciudades en el Siglo de las Luces.
Tenía 44 años cuando, en 1727, Giambattista Piazzetta fue nombrado Accademico d’onore della Clementina de Bolonia, sellando así un vínculo con la ciudad que le había acogido “durante no poco tiempo”, como se lee en las Memorie (Memorias) que preceden al volumen Studj di pittura publicado en Venecia en 1760, para observar “con gran atención las maravillosas obras del célebre Carracci, y más aún las de Guercino, cuyo gusto y maneras parecía querer imitar...”. Bolonia está plagada de huellas de Piazzetta: el Archivo Histórico de la Academia de Bellas Artes conserva la carta de agradecimiento que escribió por su nombramiento en la Clementina; el Gabinetto Disegni e Stampe dell’Archiginnasio alberga cuatro magníficos dibujos de “medias figuras” atribuidos a él; en la Pinacoteca se expone un pequeño cuadro de la Resurrección.
La exposición está dividida en seis secciones, a través de las cuales pretende ilustrar los múltiples aspectos del arte de Piazzetta mediante la traducción gráfica de sus obras por grabadores del siglo XVIII, principalmente de la región del Véneto. En la primera sala destacan cabezas del natural, basadas en dibujos de Piazzetta, de grabadores vénetos como Marco Pitteri y Giovanni Cattini, y grabadores alemanes. En la segunda sala, otras obras expuestas son dos Estudios de figuras entre ruinas clásicas, contrapruebas de dibujos sanguíneos conservados en The Morgan Library & Museum de Nueva York, mientras que en la tercera sala se exponen las ediciones venecianas más importantes del siglo XVIII ilustradas por Piazzetta. Destaca una rarísima edición de Jerusalén entregada y el autorretrato del pintor, único grabado conocido del artista. También son interesantes las ilustraciones delAtlante novissimo, publicado por Giambattista Albrizzi entre 1740 y 1750, que muestran un aspecto inédito de la colaboración entre el editor y Piazzetta: todos los mapas del segundo volumen están animados por viñetas especialmente dibujadas por el artista y grabadas por Giuliano Giampiccoli (Belluno 1703 - 1759).
La cuarta sala acoge numerosos grabados de tema religioso a partir de dibujos de Piazzetta, mientras que la quinta alberga un vídeo que ilustra las técnicas de la imprenta antigua, junto a grabados de grandes maestros como Canaletto, Bernardo Bellotto, Salvator Rosa y Francisco Goya, algunos de cuyos Caprichos están presentes, y la Sibilla Samia de Guercino, óleo de la Colección de Arte e Historia de la Fundación. La exposición concluye con una sección dedicada a la Accademia Clementina, institución que estaba naciendo precisamente durante los años de estancia de Piazzetta en Bolonia: entre otros documentos, se expondrá la mencionada carta de agradecimiento, fechada el 25 de octubre de 1727, que Piazzetta escribió tras su nombramiento como Académico.
Para más información: https://genusbononiae.it/
En la imagen, disposición de la exposición Fiat Lux en el piano nobile del Palazzo Fava
La luz en el arte y un homenaje a Giambattista Piazzetta: dos nuevas exposiciones en el Palazzo Fava |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.