La exposición Manet. Noir et blanc rinde homenaje a un artista revolucionario que nació y vivió en el Parísdel siglo XIX, magnífico retratista y padre espiritual del Impresionismo: Édouard Manet. Se trata de una ocasión única para conocer y apreciar un corpus excepcional de 30 obras maestras grabadas, procedentes de la prestigiosa edición Strölin, que nos catapultan al París de finales del siglo XIX, a una metrópolis llena de efervescencia creativa y cultural en el preciso momento en que, en la historia del arte, se producía la transición a la modernidad.
La exposición, concebida y producida por laAsociación N.9 y comisariada por Alessandro Mario Toscano y Marco Toscano, celebra los brillantes logros de Manet como artista gráfico. La exposición tendrá lugar en las refinadas salas de la Galería Nacional de Cosenza del 24 de marzo al 25 de abril de 2023.
La producción gráfica experimental e innovadora de Manet se considera fundamental en el desarrollo de las técnicas de impresión. Los grabados expuestos, publicados en 1905, fueron impresos póstumamente a partir de las planchas originales de Manet por Alfred Strölin, importante coleccionista y marchante alemán. Las 30 planchas publicadas en 1894 por Dumont (que incluían las 23 de la carpeta editada por Suzanne Manet para Gennevilliers en 1890) representan una colección exhaustiva de la producción del artista. El propio Strölin acabó por borrarlas para evitar nuevas impresiones. El poeta amigo Charles Baudelaire describió el negro como el color del siglo XIX y Manet fue un maestro en su uso. Fue la búsqueda de una inmediatez expresiva, la atención a los valores de la materia, la síntesis de las formas, la verdad pictórica de los objetos lo que condujo a Manet directamente por el camino de una verdadera revolución figurativa. Fiel a la necesidad de naturalidad perseguida en la pintura, Manet se entregó al arte gráfico con el empeño de un hombre de ciencia y la frescura de quien mira la vida con inagotable asombro. A la “vida real”, la vida cotidiana, que se presenta ante nuestros ojos y se convierte en cada detalle en un pretexto para una nueva historia.
Cuando, de niño, anotó en los márgenes de un texto de Diderot: “Hay que ser de su tiempo y hacer lo que se ve”, tal vez Manet no sospechaba aún que esta frase, escrita de improviso, influiría en toda su carrera y que Baudelaire, pensando en sus impresiones, alabaría un día su “gusto decidido por la vida moderna”. El mismo gusto que vuelve, con matices diferentes, en cada tema del corpus de grabados y que en la edición de Strölin se revela por etapas, con nuevas inflexiones y pequeños descubrimientos. Su extraordinario sentido de lo real aumenta, en blanco y negro, en inmediatez, gracias a su uso instintivo del trazo, hijo de una larga afición al dibujo. A diferencia del método de Goya, su querido mentor, constantemente citado tanto en sus lienzos como en sus aguafuertes, Manet aborda la matriz como si se tratara de un cuaderno fortuito de apuntes. Sin premeditar los temas, pero trazando las formas en libertad. Estado tras estado, el punto arañaba las diferentes zonas de la composición, engrosando la malla en el fondo, buscando el negro absoluto, y adelgazando las pinceladas en el primer plano para dejar las figuras a plena luz. Sus pinceladas debían ser cortas y violentas, intuitivas y sin reglas, del mismo modo que su signo se trazaba con prisas, fresco e inmediato.
La exposición va acompañada de un catálogo.
En la foto: Édouard Manet, El guitarrista español (1861), grabado.
La Galería Nacional de Cosenza acoge una exposición de grabados de Édouard Manet |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.