La exposición individual de Andrea Chisesi habla de vicios y virtudes en la Reggia di Caserta

La exposición individual de Andrea Chisesi (Roma, 1972) titulada Saligia (acróstico de los 7 pecados capitales), comisariada por Marcella Damigella, tendrá lugar del 4 de julio al 20 de agosto de 2019 en una de las residencias reales más grandiosas de la Era del Absolutismo: la Reggia di Caserta. Residencia noble, presumiblemente construida a partir de 1751 o 1752 por el arquitecto Luigi Vanvitelli y no terminada hasta 1845, fue residencia de los Borbones. Raro ejemplo del gusto rococó y, más tarde, de un estilo neoclásico más sobrio, junto con el monumental Parque con el evocador Baño de Venus, el Jardín Inglés y el Jardín Italiano, contiene cientos de las mayores obras maestras del mobiliario, la escultura, el arte y la decoración italianos. El palacio fue también el lugar donde tuvo lugar otro importante episodio de la historia europea: aquí, el 7 de mayo de 1945, se sancionó en los pisos reales el final de la Segunda Guerra Mundial, con la firma de la rendición incondicional de la Alemania nazi ante las fuerzas aliadas angloamericanas (y absurdamente, fue aquí, dos años antes, el 27 de septiembre, donde las preciosas decoraciones de la Capilla Palatina habían sido literalmente destruidas durante un ataque aéreo angloamericano).

Contenedor de arte e historia excepcionales, y declarada patrimonio de la Unesco desde 1997, durante la exposición individual de Chisesi la Reggia estará habitada durante algo más de un mes por obras que representan a los emperadores romanos más “perversos” de la historia y a algunas primeras damas de la antigua Roma, así como a figuras heroicas extraídas del mito clásico y a personalidades de nuestro panorama actual. Estos últimos han sido elegidos entre aquellos que se han distinguido más por hechos que rozan lo paradójico o por actuaciones políticas cuestionables, cuando no por hechos cuando menos escandalosos, hombres como Trump o el cardenal Bertone. Muchas obras pretenden dialogar con la colección, por ejemplo con el busto de Fernando II esculpido por Canova, el Toilette di Venere, en la bóveda del Appartamento della Regina, con su famoso tocador, y también aquí, de Fedele Fischetti, la pintura mural Las Tres Gracias. Chisesi ha querido jugar con el lugar que acoge su exposición, y también con la sala donde se celebrará la conferencia de prensa a las 11.00 horas del 4 de julio: el Teatro di Corte es, de hecho, un escenario ideal para hablar de vicios y virtudes, ya que el fresco del siglo XVIII de la bóveda, rodeado por las nueve Musas, representa a Apolo pisoteando a la pitón, símbolo del propio vicio, y es obra de Crescenzo La Gamba. Las salas traseras del siglo XVIII, donde se expondrán los 68 lienzos de Chisesi, están decoradas según un preciso programa iconográfico inspirado en el ciclo de las estaciones, enriquecido con citas alegóricas y, sobre todo, el mito antiguo, que es el punto de referencia de todo el repertorio de signos de Chisesi.

La exposición individual de Andrea Chisesi habla de vicios y virtudes en la Reggia di Caserta

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