Del 25 de enero al 15 de junio de 2025, el Palazzo Martin engo de Brescia, con motivo del décimo aniversario de la Associazione Amici di Palazzo Martinengo, acogerá una exposición sobre el tema de la Belle Époque, periodo histórico marcado por la prosperidad y el fervor artístico, entre finales del siglo XIX y principios del XX. La exposición se titula La Belle Époque. Arte en el París de Boldini y De Nittis.
Está organizada por la Associazione Amici di Palazzo Martinengo, con el patrocinio de la Provincia de Brescia, el Ayuntamiento de Brescia y la Fondazione Provincia di Brescia Eventi. Comisariada por los historiadores del arte Francesca Dini y Davide Dotti, la exposición ofrecerá un recorrido por la Belle Époque parisina, presentando más de 80 obras, muchas de ellas procedentes de colecciones privadas raramente accesibles al público y de prestigiosas instituciones museísticas, como las Galerías Uffizi de Florencia, el Museo Giovanni Boldini de Ferrara y el Museo Cívico di Palazzo Te de Mantua.
Las obras expuestas son fruto del talento de artistas italianos que vivían entonces en París, como Giovanni Boldini, Giuseppe De Nittis, Federico Zandomeneghi, Antonio Mancini y Vittorio Corcos. Estos pintores conquistaron la capital francesa y su refinada burguesía, plasmando en sus lienzos las concurridas plazas, los largos bulevares, los elegantes interiores, los cafés y los teatros parisinos. Sus obras se convirtieron en auténticos iconos de modernidad y progreso, retratando la belleza y la elegancia de la vida cotidiana parisina a través de un estilo único. La mujer, figura central de esta pintura, aparece retratada en momentos íntimos y de ocio, representando el encanto y la gracia de la época.
La exposición está organizada en nueve secciones, que evocan los temas y ambientes de la Belle Époque. Entre las obras maestras expuestas se encuentran el famoso Retrato de dama de blanco de Boldini, uno de los iconos de la pintura de la época; Junto al estanque de los jardines de Luxemburgo de De Nittis, que capta un momento de tranquilidad en el bullicio de la ciudady Al Café Nouvelle Athènes, de Zandomeneghi, que sumerge al espectador en el animado ambiente de los cafés parisinos, centros de sociabilidad e intercambio intelectual. La selección también incluye una colección de elegantes vestidos de mujer, confeccionados por los más renombrados sastres parisinos, que realzan la exposición añadiendo un toque de autenticidad a la recreación histórica.
Tampoco faltan ejemplos del llamado “arte publicitario”: los carteles, o affiches, que anunciaban los clubes de moda, los cabarets, los cafés cantantes y los teatros. Las obras de famosos ilustradores como Leonetto Cappiello, Marcello Dudovich y Adolfo Hohenstein, con sus colores vivos y sus personajes modernos, formarán parte de la exposición, poniendo de relieve la importancia del diseño y el grafismo en el arte visual de la Belle Époque. La exposición se completa con cristalerías artísticas de Emile Gallé y los hermanos Daum, creadas con técnicas refinadas como el grabado, el dorado y el esmaltado, que adornaban los hogares de la burguesía parisina y dan testimonio de la excelencia del diseño de la época.
La Belle Époque representa un periodo histórico en el que el arte francés ejerció una profunda influencia en los artistas de toda Europa, incluidos los italianos que encontraron en París un ambiente culturalmente estimulante y modernizador. Las Exposiciones Universales, que tenían lugar en París y acogían a expositores de todo el mundo, promovían la imagen de Francia como nación avanzada y progresista, estimulando a los artistas a experimentar con nuevas técnicas y lenguajes. Entre ellos destacan los llamados"italianos de París“, término acuñado por el crítico Diego Martelli para describir a pintores como De Nittis y Boldini, que supieron retratar la vida cotidiana parisina con un estilo inconfundible, creando lo que se conoce como el género ”tranche de vie", una instantánea de la vida parisina captada en sus momentos más espontáneos y auténticos.
La exposición también ofrece la oportunidad de adentrarse en la evolución artística de Federico Zandomeneghi, pintor veneciano que abrazó con originalidad el estilo impresionista, caracterizando sus cuadros con una paleta luminosa y colorista, realzando la figura femenina en poses íntimas y naturales. Antonio Mancini, con su sensibilidad y virtuosismo técnico, retrató a los jóvenes del sur de Italia de forma conmovedora, mientras que Vittorio Corcos logró inmortalizar la alegría y despreocupación de la Belle Époque, haciendo de París un lugar de ensueño, deseado y celebrado en todo el mundo.
A través de las obras de estos artistas italianos, el Palazzo Martinengo quiere ofrecer un viaje por el París de la Belle Époque, una época que no deja de fascinar al público contemporáneo.
La Belle Époque llega a Brescia: exposición sobre arte moderno italiano en París en el Palacio Martinengo |
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