Hasta el 31 de octubre de 2021, el Centro Saint-Bénin de Aosta acoge la exposición Guido Crepax. I mille volti di Valentina (Las mil caras de Valentina), una exposición personal dedicada a uno de los más famosos maestros del cómic. Comisariada por Alberto Fiz en colaboración con el Archivo Crepax, la exposición está organizada por la estructura Actividades Expositivas y Promoción de la Identidad Cultural del Departamento de Patrimonio Cultural, Turismo, Deporte y Comercio de la Región Autónoma del Valle de Aosta.
Más de un centenar de obras se exponen en una muestra especialmente concebida para el Centro de Saint-Bénin. Junto con las láminas originales más significativas, la exposición, dividida en siete secciones, ofrece la oportunidad de analizar la polifacética investigación artística de Guido Crepax mediante la presentación de documentos de archivo inéditos, portadas de discos, objetos de diseño y mobiliario, ropa, pantallas, estudios para publicidad, grandes juegos tridimensionales.
Un papel central en la exposición se otorga en particular a su personaje más famoso, Valentina. Éste aparece a través de una serie de obras que describen su absoluta singularidad en la historia del cómic, ya que su imagen nació de la contaminación entre el mito (la actriz Louise Brooks) y la realidad (su esposa Luisa). La fusión de estas dos almas permitió desarrollar un personaje que refleja los diversos aspectos del universo femenino.
A partir de L’Uomo Invisibile (El Hombre Invisible ), la primera historia dibujada por Crepax cuando sólo tenía doce años, la exposición ilustra los inicios del artista caracterizados por una especial atención a la Música (su padre Gilberto Crepax fue primer violonchelista de La Fenice de Venecia): a partir de 1953 creó más de trescientas portadas de discos, algunas de las cuales se exponen en la muestra. La música es un elemento constante en los cómics de Crepax: hay muchas referencias a la música clásica (de Debussy a Stravinsky), así como al jazz (Parker y Gillespie). Otro tema son los Juegos: Crepax sentía pasión por la reconstrucción histórica de acontecimientos que se transforman en recorridos tridimensionales donde aparecen, por ejemplo, las batallas piamontesas de la Campaña de Italia. No faltan los juegos de boxeo o los basados en los viajes de Marco Polo.
Los temas del cine y el teatro también son muy importantes. Sus historias son auténticas secuencias de películas de dibujos animados, con montajes, planos y primeros planos. Las referencias son continuas, de Eisenstein a Pabst, de Fellini a Truffaut. Una sección específica está dedicada al Arte y la Literatura, otros dos temas fundamentales en la obra de Crepax. La exposición documenta los acontecimientos protagonizados por grandes maestros como Kandinsky y Moore (a ambos se les dedica un relato, El falso Kandinsky y El síndrome Moore), así como Manet (se expone la transgresora cita deOlympia), Magritte, Klein y Fontana. El diálogo incluye también la revisitación de los grandes clásicos de la literatura, con la participación, entre otros, de Poe, Stevenson (de especial relevancia son las láminas del Doctor Jekyill y Mister Hyde), Diderot y el Marqués de Sade. Otra sección innovadora es Moda, Diseño y Publicidad, en la que se exponen una serie de prendas y objetos creados por Crepax a partir de sus imágenes icónicas, como lámparas, biombos y cerámicas. Junto a Valentina, la exposición analiza también las demás figuras femeninas, de Bianca a Anita, que animan el universo de Crepax, a menudo caracterizado por un fuerte componente onírico.
La exposición concluye con una reconstrucción del estudio de Crepax, Viaggiatore immobile, con su mesa de trabajo y el siempre presente estuche del violonchelo de su padre que aparece en muchas imágenes del cómic. Se realiza un tapiz creado para la ficción donde aparecen personajes de las historias y una serie de láminas paradigmáticas. En el estudio del artista también hay un vídeo de 30 minutos en el que se narra el viaje creativo de Crepax, intercalado con una serie de entrevistas a famosos.
Imagen: Cuadro del cuento “Veinte años después” (1980). El título Veinte años después hace referencia al hecho de que la primera historia de Valentina en Linus se dibujó veinte años después de la primera historia en cómic del Hombre Invisible realizada en 1945 por Crepax cuando sólo tenía doce años.
Guido Crepax y las mil caras de Valentina: una exposición personal sobre el célebre dibujante en Aosta |
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