Treinta años después de la muerte de Giulio Turcato (Mantua, 1912 - Roma, 1995), la Galería Lombardi de Roma dedica una exposición a uno de los artistas más significativos y esquivos de la escena italiana del siglo XX. El título de la exposición, Libertad y felicidad, resume la esencia misma de su producción artística, una reflexión en constante evolución sobre la emancipación de la forma y la intensidad de la experiencia visual. La inauguración, prevista para el sábado 1 de marzo de 2025, a las 18.00 horas, marcará el inicio de una exposición que se prolongará hasta el 29 de marzo. Una oportunidad para redescubrir la trayectoria de uno de los artistas más auténticos y audaces de la Italia de posguerra, verdadero protagonista de la vanguardia. La exposición será un recorrido por los momentos más relevantes de la carrera de Turcato, gracias a una selección de 25 obras que abarcan los principales ciclos pictóricos que desarrolló.
Nacido en Mantua en 1912, Turcato destacó desde su juventud por una personalidad de gran carisma e incesante búsqueda artística. Su nombre está ligado al redescubrimiento de la abstracción y a su profunda vinculación con el movimiento Gruppo Forma, que, junto con el Fronte Nuovo delle Arti, representó uno de los impulsos vitales de la escena artística italiana posterior a la II Guerra Mundial. Sin embargo, su arte nunca se dejó definir por etiquetas fáciles. Turcato fue un incansable explorador de lenguajes, capaz de fusionar la abstracción geométrica con sugerencias de la naturaleza y el inconsciente. En Libertad y Felicidad, los comisarios Lorenzo y Enrico Lombardi ofrecen al público una completa panorámica del arte de Turcato. Entre las obras expuestas figuran algunas de sus obras más emblemáticas, como los rarísimos Comizi (Encuentros) de 1948, una serie de pinturas que mezclan abstracción y compromiso civil, y los Reticoli, donde el pintor juega con tramas de líneas sobre un fondo monocromo, testimonio de su búsqueda de un lenguaje visual que explora la interacción entre materia y luz. Otro elemento destacado de la exposición son los Itinerari (Itinerarios), obras en las que hilos de color y luz se entrecruzan, pareciendo trazar caminos imposibles e infinitos, semejantes a los hilos de un destino luminoso. Completan el cuadro de sus exploraciones visuales las Superficies lunares, serie que representa el encuentro entre la pintura y el gesto escultórico, con el uso de gomaespuma y la invención de cráteres en la superficie pictórica. Sus obras posteriores, como los Archipiélagos y los collages con papel moneda, revelan su espíritu pionero, siempre en busca de nuevas formas de expresión, siempre curioso por ampliar los límites de la percepción visual. En un texto crítico incluido en el catálogo de la exposición, Guglielmo Gigliotti destaca la singularidad de Turcato como artista y como hombre.
“Un hombre indudablemente original. Un hombre libre”, escribe Gigliotti. “No soportaba las etiquetas, no desdeñaba la desmitificación, no soportaba a los que se daban demasiada importancia. La autoironía era una de sus virtudes humanas, la ironía era una virtud artística. Su pintura vibra secretamente de ironía, que es ese desapego con el que uno se enfrenta a las vicisitudes de la vida. Libre para jugar se sintió Turcato toda su vida, aunque fuera el juego serio del arte y de la vida. Su presencia era tan brillante, su pintura tan fresca, su ingenio tan fértil y su carácter tan feliz, que de estos treinta años casi parece que no se pueda sentir el alcance. Su pintura es su legado vivo. Basta con mirar bien los cuadros de la exposición: palpitan y sonríen, entre destellos límpidos y sombras misteriosas, entre fondos vibrantes y arabescos aleatorios de líneas deslumbrantes, entre ”superficies lunares“ tan profundas como el inconsciente y geometrías casi infantiles”.
La exposición, que irá acompañada de un catálogo editado por la Galleria Lombardi, es una reflexión sobre su legado, que permanece vivo en sus obras. Entre las aportaciones del catálogo destaca un testimonio de Giancarlo Limoni, artista y gran amigo de Turcato, fallecido a principios de 2025. Escrito un mes antes de su muerte, su testimonio representa un acto de amor y reconocimiento hacia un maestro, y es considerado por los comisarios como su testamento poético, un vínculo inseparable entre dos espíritus afines.
![]() |
Giulio Turcato: Libertad y Felicidad, el regreso del artista visionario a Roma |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.