Gino Severini y la inspiración etrusca: el "Jano bifronte" expuesto en el MAEC de Cortona


La famosa estatuilla etrusca de bronce de Culsans y el Jano bifronte de Severini, inspirado en esa obra, se exponen juntos por primera vez en el MAEC de Cortona. Una exposición que ilumina el vínculo entre el artista y su ciudad natal, su fascinación por el arte etrusco y su amistad con Picasso.

Del 30 de marzo al 4 de mayo de 2025, el MAEC de Cortona acoge la exposición-dossier Giano-Culsans: el doble y la inspiración etrusca de Gino Severini. De la Colección de la Academia Etrusca de Cortona, donde por primera vez se expondrán juntos la famosa estatuilla etrusca de bronce de Culsans y el Jano bifronte de Gino Severini (Cortona, 1883 - París, 1966) para comprender el vínculo entre el artista y su ciudad natal. La exposición, comisariada por Sergio Angori, Paolo Bruschetti y Giulio Paolucci, llega a Cortona tras una primera parada en la Fondazione Rovati de Milán. Forma parte del proyecto más amplio Gino Severini y Cortona. Un artista internacional en su ciudad, promovido por el Ayuntamiento de Cortona con el MAEC y la Accademia Etrusca, y apoyado por la Dirección General de Creatividad Contemporánea del MiC (PAC 2024). La iniciativa, que culminará en 2026 con las celebraciones del sexagésimo aniversario de la muerte del artista, pretende reconstruir el profundo vínculo entre Severini y su tierra natal, realzando su contribución a la cultura del siglo XX.

“Querido Picasso, te envío más fotos de las estatuillas etruscas del Museo de Cortona , que había tomado para ti y que espero te resulten interesantes. Mi pequeña ciudad de Cortona es muy agradable y lamento tener que marcharme mañana... Quizás nos volvamos a ver en Cannes este invierno. He pensado mucho en usted entre estos etruscos...”: así escribía Gino Severini en 1958 a Picasso.

Gino Severini, Giano bifronte (1962; bronce, ed. 2/3, Fundición Mario Busato-Strauss, París, 35 cm; Roma, Colección Severini Brunori).
Gino Severini, Giano bifronte (1962; bronce, ed. 2/3, Fundición Mario Busato-Strauss, París, 35 cm; Roma, Colección Severini Brunori).
Culsans (primera mitad del siglo III a.C.; bronce, 30 cm; Cortona, MAEC - Museo dell'Accademia Etrusca e della Città di Cortona).
Culsans (primera mitad del siglo III a.C.; bronce, 30 cm; Cortona, MAEC - Museo dell’Accademia Etrusca e della Città di Cortona).

La fascinación del arte etrusco y su influencia en Severini

En 1958, tras pasar años entre París y Roma, Severini regresó a Cortona para largas estancias estivales y redescubrió el valiosísimo patrimonio etrusco de su ciudad. Su fascinación por estas obras le llevó a escribir una carta a Picasso, en la que compartía su entusiasmo por las esculturas que albergaba el museo local. Entre ellas se encontraba la estatuilla de bronce de dos caras de Culsans, una figura mitológica etrusca comparada con Jano, la deidad romana de los pasajes y los umbrales. Aquella visita resultó decisiva: Severini hizo fotografiar la estatuilla, estudiando sus líneas y su síntesis formal. La inspiración se materializó en 1962, cuando el artista creó su propio Jano bifronte en París, en la fundición de Mario Busato, una escultura que reelaboraba la iconografía etrusca en clave moderna.

Junto a la escultura original, cedida por su hija Romana Severini Brunori, la exposición presenta tres estudios preparatorios en grafito sobre cartón y un vaciado póstumo de 1996, realizado también por iniciativa de su hija y que forma parte de las colecciones del MAEC. Enriquece la exposición otra obra que atestigua el interés de Severini por el arte antiguo: Naturaleza muerta con arenque y compostador azul (1946-47), donada a Cortona por el periodista Alfonso Leonetti en memoria de su esposa Pia Carena. En este cuadro, los objetos representados recuerdan los típicos jarrones bucchero de la aristocracia etrusca, señal de que la influencia del clasicismo ya estaba presente en su producción pictórica.

Culsans (primera mitad del siglo III a.C.; bronce, 30 cm; Cortona, MAEC - Museo dell'Accademia Etrusca e della Città di Cortona).
Culsans (primera mitad del siglo III a.C.; bronce, 30 cm; Cortona, MAEC - Museo dell’Accademia Etrusca e della Città di Cortona).
Gino Severini, Natura morta con aringa e compostiera blu (1946-1947; óleo sobre lienzo, 74,5 x 63 cm, Cortona, MAEC - Museo dell'Accademia Etrusca e della Città di Cortona).
Gino Severini, Bodegón con arenque y compostador azul (1946-1947; óleo sobre lienzo, 74,5 x 63 cm, Cortona, MAEC - Museo dell’Accademia Etrusca e della Città di Cortona).

Severini, Picasso y el legado etrusco

El interés de Severini por el arte etrusco no fue una moda dictada por las modas de la época. Si muchos artistas del siglo XX quedaron fascinados por la fuerza expresiva y primitiva de aquellas obras, la pasión por los etruscos era una herencia cultural muy arraigada en él. Ya en el siglo XVIII, con el nacimiento de la Accademia Etrusca, Cortona había iniciado una importante labor de investigación y puesta en valor de su pasado itálico, un proceso que inevitablemente dejaría huella en las generaciones futuras.

“Cortona es una ciudad muy, muy antigua”, había escrito Severini a Picasso. “Piensa que la descubrí el año pasado, por así decirlo, porque me fui con 16 años (expulsado de la escuela, de todas las escuelas de Italia, durante dos años), y entonces los pelasgos, los romanos e incluso Signorelli, mi conciudadano, me interesaban poco”.

Esta toma de conciencia llevó a Severini a reelaborar la estatuilla bifronte y a compartir su entusiasmo con Picasso. La exposición destaca precisamente el vínculo entre los dos maestros, revelando un aspecto menos conocido de su amistad: el enfrentamiento en torno al redescubrimiento del arte antiguo como fuente de inspiración para las vanguardias modernas.

“Lo curioso”, escribe Romana Severini en la interesante publicación que acompaña a la exposición, “es que en aquella época Picasso también realizó una escultura inspirada en el Jano etrusco, que vi presentada en una subasta. Se puede formular la hipótesis de que Picasso, al leer la carta de mi padre escrita por Cortona (...) se sintió tentado, curioso por todo lo que podía emprender de nuevo, a elaborar su propia versión...”.

La inauguración de la exposición, prevista para el 29 de marzo de 2025, irá precedida del acto Tutta la vita di un pittore (Toda la vida de un pintor), una conversación entre Romana Severini y la historiadora del arte Daniela Fonti, comisaria del proyecto Gino Severini y Cortona. Será una oportunidad para reavivar recuerdos y explorar la figura del artista a través del testimonio de su hija, que guardó y promovió con pasión el legado de su padre. La exposición irá acompañada de una publicación con contribuciones de Paolo Bruschetti, Sergio Angori, Giulio Paolucci, Romana Severini Brunori, Paolo Giulierini y Marco Belpoliti, en la que se profundizará en los temas tratados y las obras expuestas.

Gino Severini y la inspiración etrusca: el
Gino Severini y la inspiración etrusca: el "Jano bifronte" expuesto en el MAEC de Cortona


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