Génova, la primera exposición monográfica dedicada a Anton Maria Maragliano llega al Palazzo Reale


Génova acoge, del 10 de noviembre de 2018 al 10 de marzo de 2019, la primera exposición monográfica dedicada a Anton Maria Maragliano, en los espacios del Teatro del Falcone del Palazzo Reale.

El gran Anton Maria Mar agliano (Génova, 1664 - 1739), prolífico escultor genovés activo entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, maestro indiscutible de la escultura en madera, es el protagonista de la primera exposición monográfica a él dedicada, y titulada simplemente Anton Maria Maragliano 1664 - 1739: la cita es en Génova, en el Palazzo Reale, del 10 de noviembre de 2018 al 10 de marzo de 2019. Maragliano, uno de los más grandes artistas de su tiempo, tenía una especie de “monopolio” de la escultura de madera en Liguria: una situación que le obligó a dotar a su taller de una estructura empresarial articulada. Y fue precisamente su taller de Strada Giulia, en Génova, el que acogió a dos generaciones de alumnos, dando lugar a ese fenómeno de difusión del lenguaje del maestro que representa el aspecto más fascinante, aunque problemático, del acercamiento a la escultura: y los alumnos de sus alumnos prosiguieron esta difusión más allá de finales de siglo. La exposición, comisariada por Daniele Sanguineti e instalada en los espacios del Teatro del Falcone, tendrá un doble enfoque: por un lado eliter cronológico, con los modelos culturales de referencia, los inicios, el taller y la progresiva intervención de los alumnos, y por otro una serie de secciones temáticas, articuladas en sugerentes agregaciones de obras por iconografía o impacto escenográfico.

Documentos, grabados y acuarelas evocarán los lugares de Maragliano y narrarán su aprendizaje, así como los ambientes que, a lo largo de los años, acogieron su espacio de trabajo. Le sigue una sección dedicada a los precedentes artísticos, en la que se presentan las obras de los artistas con los que se formó el joven Maragliano, desde Giuseppe Arata y Giovanni Battista Agnesi hasta Giovanni Battista Bissoni y Marco Antonio Poggio. La estrella de esta parte de la exposición será el magnífico San Miguel Arcángel de Celle Ligure, encargado a Maragliano en 1694, y testimonio indispensable del nuevo y delicado dinamismo infundido a las esculturas de madera, capaz de traducir en la tridimensionalidad del artefacto la gracia cautivadora y poderosamente barroca típica de la pintura de la época. El caso de los Disciplinantes de Rapallo, solicitados en 1700, revela hasta qué punto la lección de Bernini, filtrada en la ciudad por la presencia en los años 1780 de Pierre Puget, artista que había admirado intensamente a Bernini, fue otro polo de actualización esencial para el talentoso artista que demostró, en más de una ocasión, haberla comprendido y asimilado bien.

A continuación, se estudiará en profundidad la práctica de trabajo, desde la manipulación de los modelos de arcilla hasta la colaboración con los pintores, especialmente los de la casa Piola: el objetivo es hacer comprensible el proyecto conceptual en su totalidad. De nuevo, la yuxtaposición progresiva de una serie de Crucifijos, grandes o pequeños, de capilla, de altar mayor o procesionales, muestra la renovación sustancial conferida por Maragliano a la iconografía hasta el punto de obtener un cliché replicable por sus alumnos. Una serie de Madonas espectaculares, sentadas en tronos, y un extraordinario caso procesional, San Antonio Abad contempla la muerte de San Pablo Ermitaño, hoy perteneciente a la cofradía homónima de Mele, restituyen las cualidades teatrales de las composiciones de Maragliano, sobre las que el biógrafo Carlo Giuseppe Ratti, informando de la opinión del pueblo, escribió: “...tienen todo el aire del Paraíso”. Junto a obras de pequeño formato que permitirán apreciar plenamente la maestría técnica del maestro, se expondrán también refinados objetos, sagrados y profanos, encargados por familias nobles para sus colecciones privadas. La exposición concluye con una alusión a la compleja gestión del legado de Maragliano, gracias a la presencia de algunas piezas creadas por sus principales alumnos.

No sólo exposición: Dada la elevada presencia de obras de Anton Maria Maragliano en Génova, se realizará una especie de itinerario por sus lugares en la ciudad, es decir, por los sitios donde es posible encontrar obras de Maragliano en sus emplazamientos originales, como la Piedad de San Matteo, los Dolenti de la capilla Squarciafico de Santa Maria delle Vigne, los Stigmata di san Francesco del Padre Santo y el San Pasquale de la Santissima Annunziata, obras todas ellas que no pudieron ser trasladadas debido a su complejidad. Acompaña a la exposición un importante catálogo científico con ensayos y descripciones de las obras expuestas y una jornada de estudios(Maragliano: estudios y restauraciones), organizada con la participación de la Universidad de Génova y la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio para la ciudad metropolitana de Génova y las provincias de Imperia, La Spezia y Savona, durante la cual se abordarán reflexiones específicas y se presentarán los resultados de recientes restauraciones (relacionadas con el Bando San Paolo dirigidas a las obras de Maragliano y a las de los Maraglianeschi de la zona).

En la foto: Anton Maria Maragliano, El tiempo, conservado en el Museo de Sant’Agostino de Génova

Génova, la primera exposición monográfica dedicada a Anton Maria Maragliano llega al Palazzo Reale
Génova, la primera exposición monográfica dedicada a Anton Maria Maragliano llega al Palazzo Reale


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