El de la artista aostanesa Sarah Ledda (Aosta, 1970) y Castello Gamba - Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Châtillon es un vínculo que comenzó en el año 2000, con la primera donación a favor de las colecciones de arte regionales. De hecho, la obra B movie está expuesta en el museo desde su inauguración en 2012. En 2014 llegó la segunda donación con la obra Al terzo giorno (Al tercer día), una oportunidad para que el artista se reuniera con el museo. Sin embargo, la primera oportunidad real de explorar el lenguaje del artista, aunque en el contexto de una exposición colectiva, llegó durante el periodo de la pandemia, entre octubre de 2020 y mayo de 2021, con la exposición Asalto al castillo. 14 artistas del Valle de Aosta conquistan la Gamba, comisariada por Davide Dall’Ombra.
La actual exposición individual abierta hasta el 1 de octubre de 2023 en el Castello Gamba, titulada Sarah Ledda. Almost true, comisariada por Ivan Quaroni y producida por la Asociación Cultural Arteam, es un nuevo acercamiento entre la pintora y la sede del museo, que nace con el objetivo de centrarse en su producción reciente. Se exponen una treintena de cuadros, algunos procedentes de colecciones privadas y, por tanto, visibles por primera vez en Castello Gamba, a través de los cuales se pretende relatar la formación de la identidad femenina a través de personajes reconocibles que la difusión cinematográfica ha contribuido a convertir en imágenes universales. De hecho, la artista extrae su repertorio iconográfico del cine clásico de Hollywood y de la televisión. La imagen tomada de la película antigua, ya sea la del rostro de una diva de Hollywood como Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Liz Taylor o Judy Garland, o la de la joven Inger Nilsson como Pippi Calzaslargas, ya no pertenece sólo a la artista que la interpreta, sino que se convierte en un código universal, desencadenando una reacción en cualquiera que la reconozca. A partir de películas clásicas y series de televisión antiguas, Sarah Ledda aísla fotogramas sueltos para transformarlos en pintura, con la intención de investigar los temas de la memoria y las emociones en la relación dialéctica entre ficción y realidad.
“La pintura de Sarah Ledda, como es evidente, no se ocupa en absoluto de la mera representación de la realidad, pero tampoco es la celebración de un imaginario mediático fácilmente compartible a través del desencadenamiento de una complicidad mutua entre artista y observador, basada en el reconocimiento de los iconos cinematográficos de Hollywood, que habrían entrado por derecho propio en el patrimonio de las imágenes universales, algo de lo que cabría dudar en el polifacético escenario multicultural global”, escribe el comisario Ivan Quaroni en el catálogo de la exposición. “La de Ledda es más bien una investigación centrada en el acto de la visión, entendida como la capacidad de reelaboración consciente de las imágenes y, al mismo tiempo, como un proceso de reorganización del mundo, del conjunto de experiencias interiores y exteriores que el artista ha madurado y luego posiblemente transferido a su práctica artística. No se trata, en su caso, de reproducir exactamente la imagen que tiene ante sus ojos, ya sea el fotograma de una película de Hollywood o de una antigua serie de televisión americana, sino de traducir con el poder metamórfico del lenguaje pictórico una visión interior que el fotograma puede encarnar o ”personificar“, como resultado de una especie de transferencia o intercambio simbólico entre la memoria personal del artista y la imagen virtual y mediática”.
“Sarah Ledda”, subraya Quaroni, "no se limita a reproducir fielmente el fotograma, sino que introyecta la imagen fílmica en la pintura para hacerla coincidir con recuerdos, sentimientos y estados de ánimo que unas veces preceden al acto de visionado y otras coinciden con el momento de seleccionar la imagen fija.
En ocasiones se altera el encuadre, ocultando o realzando detalles como objetos y fondos, o aumentando la intensidad del color, difuminando los contornos de las figuras o desmaterializando el fondo en fondos abstractos. El artista también recurre a recursos extrapictóricos, como encuadres cinematográficos, desenfoques y difuminados, e incluso subtítulos impresos en el borde inferior de los fotogramas.
“Cada tema transformado en cuadro”, explica Ledda, “es un elemento mitobiográfico que me ayuda a definir mi identidad”.
Por último, se expone por primera vez la única obra extrapictórica de Sarah Ledda, titulada A/R (Fotogramas): una serie de fotografías, editadas en una larga secuencia de vídeo, que muestran destellos del paisaje captados a lo largo de diez años a lo largo de la línea ferroviaria entre Aosta y Turín, ida y vuelta. Imágenes que, a pesar de los cambios que han sufrido con el paso del tiempo, parecen haber permanecido inalteradas.
Para más información sobre la exposición Casi verdad, visite www.castellogamba.vda.it.
Fotogramas convertidos en pinturas: la reciente producción de Sarah Ledda en Castello Gamba |
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