La Galleria dell’Accademia de Florencia acoge, del 28 de noviembre de 2023 al 10 de marzo de 2024, la primera exposición monográfica en Europa dedicada a Pier Francesco F oschi (Florencia, 1502 - 1567), importante pintor florentino del siglo XVI, alumno de Andrea del Sarto, que también colaboró con Pontormo. Titulada precisamente Pier Francesco Foschi (1502-1567) Pintor florentino, la exposición está comisariada por Cecilie Hollberg, Directora de la Galleria dell’Accademia de Florencia, Elvira Altiero, Historiadora del Arte, Jefa del Departamento de Historia del Arte de la Galleria dell’Accademia de Florencia, Nelda Damiano, comisaria de la exposición Riqueza y belleza dedicada al artista en el Georgia Museum of Art de la Universidad de Georgia en Atenas (la primera exposición sobre Foschi), y Simone Giordani, profesor de historia del arte, estudioso de la pintura del Renacimiento florentino y del Renacimiento tardío y especialista en el pintor Pier Francesco Foschi.
Pier Francesco Foschi nació en Florencia en el seno de una familia de pintores. Su padre, del que presumiblemente aprendió sus primeros rudimentos, era miembro del taller de Sandro Botticelli. Como cuenta Vasari, se formó con Andrea del Sarto y sus primeras obras están influidas estilísticamente por el clasicismo de su maestro: reflejan la gracia de su dibujo, el refinado uso de luces y sombras y la audacia del color. Su carrera independiente comenzó ya en la década de 1620. Foschi recibió numerosos encargos de importantes familias florentinas, como los Médicis, los Pucci y los Torrigiani. Entre 1536 y 1537 formó parte, con Bronzino y Jacone, de los ayudantes elegidos por Pontormo para la decoración de la logia de la villa de Careggi, encargada por el duque Alessandro de Médicis, y para la de la villa de Castello, encargada por Cosimo I. En 1539, participó en la realización de la decoración efímera de la boda del joven duque con Eleonora de Toledo. Su éxito alcanzó la cima en la década de 1540, cuando obtuvo el encargo de nada menos que tres retablos para la importante iglesia de Santo Spirito, sus únicas obras mencionadas por Vasari en su Vida de Andrea del Sarto. Junto con Vasari, Bronzino, Michele di Ridolfo, Francesco da Sangallo y Giovanni Angelo Montorsoli, fue uno de los maestros encargados de reformar la antigua Compagnia di San Luca para convertirla en la Accademia del Disegno, entre 1562 y 1563. En los últimos años de su vida, aún muy activo, participó en las principales empresas colectivas promovidas por la recién fundada Accademia: las decoraciones efímeras para el solemne funeral de Miguel Ángel y las de la boda de Francisco I con Juana de Austria. El pintor murió en 1567 y fue enterrado en Santo Spirito en presencia de los Académicos.
A pesar de su éxito en vida, Pier Francesco Foschi cayó en la más absoluta oscuridad tras su muerte. Vasari no le dedica una biografía, pero transmite algunas notas relacionadas con su participación en empresas colectivas. Este “olvido”, escribe Cecilie Hollberg en el ensayo del catálogo, “fue una de las razones del temprano olvido de Foschi”. Sólo en el siglo XX, con el redescubrimiento del manierismo y de sus protagonistas, su nombre resurgió con más frecuencia en los estudios, primero con algunas contribuciones filológicas y luego, a mediados de siglo, con un breve estudio seminal de Roberto Longhi (1952). Hasta la fecha, las intervenciones críticas más importantes siguen siendo los artículos monográficos de Antonio Pinelli (1967), indispensable para comprender el desarrollo artístico de Foschi, como podemos percibir por su texto en el volumen de esta exposición, y el de Louis A. Waldman (2001), que añadió valiosa información y puntos de referencia cronológicos para la reconstrucción de su carrera. Por último, pero no por ello menos importante, la contribución de Simone Giordani, que ha trabajado sobre Foschi desde 2007, y de Nelda Damiano, valiosas colaboradoras en la exposición de la Galleria dell’Accademia de Florencia.
La exposición reúne unas cuarenta obras autógrafas de Foschi, entre pinturas y dibujos, entre los que destaca el retablo Sacra Famiglia con San Giovannino (1526-1530), perteneciente a las colecciones de la Galleria dell’Accademia de Florencia, pintura crucial para comprender su producción temprana y cómo adoptó las enseñanzas de Andrea del Sarto. Se subdivide en cinco secciones que exploran los principales aspectos de su prolífica actividad, desde su formación con Andrea del Sarto hasta sus encargos de grandes retablos y numerosos retratos, género en el que obtuvo un gran éxito.
Encontramos un importante núcleo de estudios de juventud tomados de los modelos del maestro, junto con comparaciones entre algunos originales de Andrea del Sarto y las réplicas que Foschi realizó, comparaciones que servirán para comprender mejor su personalísima interpretación de la manera sartesca. En particular, se ofrece por primera vez una comparación entre el Sacrificio de Isaac de Andrea del Sarto, del Cleveland Museum of Art, y la copia sobre lienzo del mismo tema realizada por Foschi, conservada actualmente en la Villa di Poggio Imperiale de Florencia, y restaurada con motivo de esta exposición. Aunque inspirado en obras de Sarto, Foschi consigue un resultado original, en el que la cuidadosa modulación de los efectos de luz define racionalmente el espacio, realza la admirable orquestación de los tonos cromáticos y resalta la calidad escultórica de los drapeados. Sus primeras obras se distinguen por la variedad de matices emocionales de los protagonistas y por unos efectos de claroscuro más profundos. La lámina que representa una cabeza femenina tomada de una figura de Santa Inés pintada por Sarto en 1528 y el dibujo extraído de uno de sus cuadros que puede fecharse entre 1528 y 1530, demuestran que Foschi frecuentó el taller del maestro en la segunda mitad de la década, teniendo la oportunidad de seguir estudiando sus invenciones.
En la sección dedicada a los retablos, se exponen juntos elementos de polípticos desmembrados, como el Retablo de la Madonna del Piano, pintado en 1539 para el convento de San Benedetto a Settimo (Cascina, Pisa). También se presenta la extraordinaria Resurrección de la basílica de Santo Spirito. A lo largo de su carrera, Foschi pintó al menos diez retablos. El undécimo podría ser aquel del que sólo nos ha llegado el modelo conservado en el Museo Ashmolean de Oxford, y el duodécimo es el retablo pintado al fresco en la capilla de la villa del mercader Francesco Del Nente, del que la exposición muestra el dibujo preparatorio. En el contexto florentino de las décadas centrales del siglo XVI, se trata de un número significativamente elevado, que atestigua el éxito del pintor en este género. De la segunda mitad de la década de 1530 datan los cuatro compartimentos del imponente políptico de la Cofradía del Sacramento de Fivizzano y el ya mencionado Retablo de la Madonna del Piano, pintado entre 1538 y 1539 para los Serviti della Santissima Annunziata de Florencia, pero destinado al convento de San Benedetto a Settimo. De este último, se presenta también la predela inédita que representa a San Pedro curando a los enfermos. La extraordinaria Resurrección encargada por Antonio Bettoni para la iglesia florentina de Santo Spirito entre 1542 y 1545 representa una de las cumbres de la producción de Foschi y es uno de los tres retablos del pintor registrados por Vasari. La sección concluye con Cristo en la Piedad sostenido por ángeles y su predela, obra realizada para el monasterio de Santa Chiara en San Miniato al Tedesco en 1562 e inspirada en obras maestras sartescas de temática similar, entre ellas el fresco realizado para el convento de la Santissima Annunziata hacia 1525, hoy conservado en la Galleria dell’Accademia de Florencia.
La exposición ofrece una selección de pinturas destinadas a la devoción privada de tema mariano, junto con pinturas raras y preciosas relacionadas con temas del Antiguo Testamento. Incluso para las pinturas destinadas a la devoción doméstica, Foschi recurría a menudo al repertorio de invenciones de Andrea del Sarto, ofreciendo al mismo tiempo una interpretación personal. A partir de la década de 1630, el pintor concibe figuras más alargadas y sus composiciones se distinguen por una búsqueda constante de correspondencias entre los gestos de los personajes, como en el caso de Tobiolo y el ángel, donde las posturas de los dos protagonistas se repiten como en un paso de danza. Más a menudo que con Sarto, además, Foschi adopta elecciones iconográficas distintas para subrayar los diferentes significados de las imágenes a efectos de devoción. En la Virgen con el Niño y dos ángeles, la colocación del grupo sagrado en las nubes alude al título de gloria de la Virgen como Reina del Cielo, mientras que en la posterior Virgen con el Niño y san Juan y ángeles, la figura de Jesús dormido sobre una gavilla de trigo prefigura su muerte y resurrección y, por tanto, la salvación para el cristiano. Foschi recurre a modelos nórdicos para el Caminodel Calvario, en el que la mirada de Cristo vuelta hacia el observador, de la que se hacen eco las de Simón de Cirene y María de Cleofás, le invita a seguirle tomando su propia cruz. Cierra la sección el espléndido ejemplo de Judit y Holofernes, tema del Antiguo Testamento de sentido antitiránico y libertario al que Foschi se dedicó en varias ocasiones. En el cuadro destaca una de las más eruditas citas miguelangelescas del pintor: en la figura de Holofernes repite la de Noé que Buonarroti había representado en la bóveda de la Capilla Sixtina.
Concluye con un llamativo número de retratos, género en el que Foschi alcanzó un éxito considerable. El pintor abordó diferentes tipologías, desde los retratos de medio cuerpo, de tono íntimo y penetrante, hasta los de formato grande y solemne, ricos en elementos simbólicos o alusiones al estatus social de las personas representadas y a sus intereses. De hecho, en el siglo XVI creció el interés de las clases más acomodadas por el retrato, y Foschi fue uno de los pintores florentinos que mejor respondió a las demandas de los mecenas. En sus cuadros, el artista recurre a menudo a diversos atributos, inscripciones y elementos decorativos para construir la identidad de los retratados y subrayar su estatus, como en el Retrato del cardenal Antonio Pucci o el Retrato de Bartolomeo Compagni, un rico comerciante emparentado con Foschi a través de su madre, Simona Compagni. En los retratos femeninos, Foschi enfatizaba la belleza ideal, la elegancia y la virtud. En Florencia, los retratos de mujeres jóvenes expresaban la creencia de que la belleza merecía conmemoración y fama eternas. Una de las características más llamativas de estas imágenes es la sofisticación de la indumentaria. Los tratados de conducta de la época, que abarcaban todos los aspectos del comportamiento ejemplar, hacían hincapié en que la vestimenta podía realzar o desvirtuar la dignidad y el carácter de quien la llevaba, así como connotar su estatus social. Se fomentaba la modestia y la moderación, aunque la ropa pudiera ser lujosa. Las leyes suntuarias instituidas por Cosme I de Médicis seguían estas directrices, pero hacían excepciones para la élite. Los retratos de Foschi respondían también a los modelos de representación y a la moda de la corte de los Médicis, de la que Bronzino era el intérprete privilegiado. Sin embargo, el pintor evolucionó en direcciones nuevas e innovadoras, adoptando un estilo más sencillo y directo en consonancia con los cambios religiosos de la época de la Contrarreforma.
Las obras expuestas proceden de museos públicos y privados, instituciones eclesiásticas, galerías de arte y coleccionistas privados entre los más famosos de Italia y del mundo: Galleria Borghese, Palazzo Spinola, Accademia Carrara, Bérgamo, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid, Morgan Library & Museum, Nueva York, Rijksmuseum, Ámsterdam, Cleveland Museum of Art.
Para la ocasión, gracias a los esfuerzos de la Galleria dell’Accademia de Florencia, de acuerdo con el Ministerio de Cultura, se financiaron importantes restauraciones de algunos cuadros del pintor florentino, no necesariamente para tenerlos en préstamo, sino para valorizarlos y hacerlos visibles de nuevo. El más difícil de ellos es el retablo con la Transfiguración, encargado para la basílica del Santo Spirito de Florencia en 1545-1550, que actualmente se encuentra en la capilla Capponi d’Altopascio, en el transepto derecho de la iglesia. Gracias a Fabrizio Moretti, también se restauraron dos paneles con San Roque y San Sebastián situados en la Propositura dei Santi Antonio e Jacopo de Fivizzano (Massa-Carrara), así como las dos predelas con El martirio de San Sebastián y San Roque rescatado por un perro, de la Fundación Longhi. Otra intervención importante fue la del panel que representa El Sacrificio de Isaac, derivado del modelo de Andrea del Sarto, conservado en la colección de la Villa di Poggio Imperiale de Florencia.
Pier Francesco Foschi (1502-1567) pintor florentino se acompaña de un catálogo erudito ampliamente ilustrado, publicado por Silvana editoriale, que incluye ensayos de Cecilie Hollberg, con Carlo Falciani, Elvira Altiero, Nelda Damiano, Simone Giordani y Antonio Pinelli; fichas críticas de los cuadros expuestos y un repertorio con todas las obras del artista. Una valiosa herramienta para conocer a un gran maestro del siglo XVI.
La Galleria dell’Accademia di Firenze ha creado para esta ocasión una App que proporcionará a los visitantes información sobre la exposición y el autor, contactos y reservas, y una audioguía oficial en italiano e inglés. Se podrá descargar en los siguientes enlaces: Android: https://play.google.com/store/apps/details?id=it.audioguide.foschiexhibition&gl=IT, oiOS: https://apps.apple.com/it/app/pier-francesco-foschi/id6471837756. Próximamente (con posteriores actualizaciones) estarán disponibles también la Visita Virtual, para seguir la exposición por todas partes, y el Juego, apto también para niños.
“El objetivo de una exposición tan amplia y precisa”, afirma Cecilie Hollberg, “es proporcionar por primera vez en Europa las herramientas para comprender la personalidad artística de un maestro como Foschi y su papel en el contexto de la pintura florentina del siglo XVI. Un artista por redescubrir, que cayó en el olvido tras su muerte. Gracias a esta exposición, además de mostrar obras olvidadas, se han emprendido importantes acciones de restauración de pinturas situadas en diversos lugares del territorio, como uno de los retablos de la iglesia del Santo Spirito de Florencia”.
Florencia, primera exposición monográfica europea sobre Pier Francesco Foschi en la Galleria dell'Accademia |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.