Inauguración el domingo 5 de diciembre a las 17 horas en el DAV (Departamento de Artes Visuales) de Soresina, en la provincia de Cremona, Prima guardia, exposición de Franca Pisaniabierta hasta el 9 de enero de 2022, comisariada por Francesco Mutti. Tras sus exploraciones de los arquetipos del “signo”, tras revivir artefactos antiguos y rendir homenaje al universo femenino, la artista toscana cuenta su propio pasado. Y lo hace dando vida a un proyecto histórico-artístico y didáctico que nace del deseo de restituir a la memoria colectiva y a la historia del arte en general un periodo de la vida de la artista especialmente fértil en innovaciones y experimentaciones, en colaboraciones, encuentros y vínculos que tuvieron lugar en plena década de los setenta, tan llena de gran efervescencia cuando la artista tenía veinte años. En total, se expondrán en el DAV de Soresina un centenar de obras originales creadas entre 1972 y 1977: bocetos, dibujos, fotos, herrajes, cartones, además de 13 planchas originales para la producción de sellos y las correspondientes estampillas; también se proyectarán vídeos de performances escritas por Franca Pisani: habrá cuatro, todos interpretados por las actrices Giulia File y Alessia Mori.
En el nuevo espacio de la provincia de Cremona dedicado al arte contemporáneo, la comisaria Mutti intentará relatar los acontecimientos, amistades, pensamientos y retazos de la vida de una artista que tenía todas las papeletas para cambiar el mundo, pero que se vio desbordada por acontecimientos mucho mayores que ella.Mutti y Pisani trabajan juntos en un proyecto histórico-artístico y didáctico que nace del deseo de restituir a la memoria colectiva y a la historia del arte en general un periodo de la vida de la artista especialmente fértil en innovaciones y experimentaciones, colaboraciones, encuentros y vínculos de los que no queda rastro en los libros de historia ni en la línea de la historia del arte. Rastro en los libros de historia y en la línea de la historia del arte debido a algunos gravísimos acontecimientos políticos que se produjeron en medio de aquellos años de gran agitación de la década de 1970 a los que, desgraciadamente, se vio injustamente abocada la artista de apenas veinte años.A pesar de todo, Franca Pisani persiguió sus sueños creando programas expositivos fundamentales (en espacios de Milán y Florencia) y corporaciones, sobre todo concibiendo y desarrollando Album Operozio de 1976 y Manumissio, manifiesto del nuevo “arte conceptual” de 1977, dos proyectos que podrán verse en la exposición. Ambos representan la suma del ideal de compartir de aquellos años, tanto desde el punto de vista ideológico como práctico, e incluyen nombres de absoluta importancia, como Eugenio Miccini, Ketty la Rocca, Enrico Crispolti, Paolo Masi, Maurizio Nannucci, Giulio Paolini, Rebecca Horn, Hervé Fischer y muchos otros. Los dos proyectos editoriales dejan claro, hoy como ayer, el respeto y la confianza de que gozaba la joven y talentosa artista en los círculos del arte contemporáneo.
“Las chicas recogimos el descontento de nuestras madres”, recuerda la artista, “y acordamos una acción radical para las mujeres artistas. La cultura, y en particular el arte, era el arma de la venganza; el feminismo, el pan y la sal de la propia cultura. Soñábamos con viajes a los atelier-estudios de nuestras colegas, planeábamos exposiciones, obras, y el fermento era continuo gracias a la imparable superposición y confrontación de ideas, historias y esperanzas. Soñábamos que el mundo cambiaría a mejor a través del arte y que éste sería el instrumento esencial para el nuevo renacimiento. Pero a pesar de nuestra voluntad común, como mujeres no podíamos ocupar el lugar que nos correspondía en el mundo si no estábamos representadas por los mercaderes de siempre. No veíamos el arte como un bien comercial, sino que soñábamos, como muchas de nuestras colegas, que el arte era un patrimonio universal, que pertenecía a todos. Hoy, las mujeres aún no están en el lugar que les corresponde, pero lenta y esforzadamente, gritando y vociferando, lo están consiguiendo poco a poco. Me enorgullece verlas en los grandes Museos, no sólo como guías, sino en las paredes de las salas más importantes, empezando por las que nos han precedido: de Artemisia Gentileschi, a Tintoretta, a Kusama, a Louise Bourgeois, a Accardi. Todos están cerca de mi corazón. La dimensión verbal ha sido una característica de mi trabajo desde los años 70, cuando, en plena investigación conceptual, fui de los pocos artistas visuales que se midieron con la relación entre espacio, imagen, palabra, signo y significado”.
¿Qué significa First Guard, de la artista toscana Franca Pisani?“Por un lado”, explica la comisaria, “es la restitución a la Historia (del Arte, al menos) de la memoria de algo que, tal vez a su pesar, tuvo que abandonar, desechándolo precipitadamente sin reflexionar sobre las consecuencias y sin una razón válida para hacerlo -sino, más bien, a merced de unos acontecimientos de los que le fue imposible escapar; por otro lado -y más que nada- es la restitución de la dignidad a la obra de una artista que, por extrañas e intrincadas tramas del destino, se vio obligada a truncar su vida cotidiana en nombre de una autoconservación violentamente impuesta, de un espíritu consagrado a la supervivencia que tuvo que sacrificarlo todo, ante todo un camino de crecimiento intenso y apasionado, lleno de estímulos, opciones e ideas que, en todos los sentidos, estaba en consonancia con los tiempos, si no, en algunos casos, incluso muy por delante de ellos. PRIMA GUARDIA es, por consiguiente, un proyecto histórico en el verdadero sentido de la expresión y didáctico al mismo tiempo, marcado por algunas extraordinarias ideas corporativas que, entre 1975 y 1978, dieron vida a una serie de experiencias artísticas compartidas de absoluta trascendencia: De hecho, Album Operozio y Manumissio representan las últimas etapas de una serie de contactos, relaciones, viajes, conocidos, amistades, discusiones, oportunidades, confirmaciones y renuncias que representan la esencia de la vida de Franca en aquellos años y que, de repente, se silencian como si nunca hubieran existido. Prueba de ello es que la documentación fundamental que se presenta en este catálogo y en la exposición nunca ha sido mencionada en los libros de historia del arte a lo largo de los años, ni siquiera por error; y está completamente ausente de la memoria y las colecciones de los marchantes y aficionados contemporáneos”.
Exposición "Prima Guardia" de Franca Pisani en Soresina con 100 obras del periodo 1972-1977 |
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