Etiopía expuesta en Verona: "La belleza revelada" hace un recorrido por la historia y la naturaleza

La exposición fotográfica Etiopía. La belleza revelada, en el Museo de Historia Natural de Verona del 24 de marzo al 30 de junio de 2019, lleva al visitante tras la pista de los exploradores que en siglos pasados recorrieron los paisajes fantásticamente evocadores y describieron los animales de gran belleza de la tierra que antaño perteneció a la Reina de Saba,Etiopía . Casi un viaje imaginario recorrido junto a algunos de los eruditos y exploradores que más contribuyeron al conocimiento de esa tierra, acompañados por los animales que la pueblan y los objetos antiguos de sus gentes. Con la intención de hacer revivir al visitante la sensación de asombro que a menudo transpiran las páginas que nos legaron.

A partir de las descripciones contenidas en algunos de sus libros, cuyas ediciones (a menudo de gran valor) se conservan en la Biblioteca de la Sociedad Geográfica, la riqueza medioambiental y cultural de Etiopía será evocada por los objetos de la colección etnoantropológica del Museo de Historia Natural de Verona y por las evocadoras fotografías y vídeos de Carlo y Marcella Franchini. A continuación, la riqueza naturalista y la exclusividad de la fauna etíope serán narradas por los animales de las colecciones del Museo de Verona. La multiplicidad de documentos, especímenes, objetos e imágenes expuestos permitirá apreciar la riqueza que representan los entornos naturales y las culturas del país y sus raíces ancestrales.

Etiopía es un crisol de realidades, cada una única pero todas interconectadas. Empezando por la variedad medioambiental, caracterizada por cambios de altitud a menudo extremos: se puede pasar (a menudo rápidamente) de las regiones bajas o de la depresión de Afar, a más de 100 metros bajo el nivel del mar, a los más de 2.000 metros del altiplano, con los picos del Semien, en el Norte, rozando los 4.550 metros. Las diferencias de altitud se combinan con un régimen climático monzónico, de acentuada estacionalidad. Esta combinación crea nichos ecológicos que explican la extrema variedad de entornos, fauna y flora incluso en distancias cortas. Estos entornos tan diversos han favorecido diferentes sistemas económicos y una extraordinaria variedad cultural. La distribución diferenciada de los recursos también ha favorecido siempre los movimientos estacionales y la interacción entre las distintas poblaciones, que a menudo dependen estrechamente unas de otras, habiendo desarrollado sistemas económicos complementarios y sinérgicos. La belleza de Etiopía, tanto medioambiental como cultural, reside precisamente en esta diferenciación extrema y en la unidad conexa que hay más allá de ella.

Etiopía ha sido la cuna de la humanidad por su abundancia de recursos minerales, animales y vegetales. Por ello, la región desempeñó un papel central en las redes de comercio a larga distancia, suministrando marfil, resinas aromáticas, ébano y oro al resto del mundo antiguo durante siglos. Por esta razón, este país y las demás regiones del sur del Mar Rojo ocupaban un lugar central en el interés y la imaginación de los antiguos, siendo a menudo representados como tierras amadas y frecuentadas por los dioses. Tras varios siglos de olvido, en los que sólo llegaron a Europa raros ecos de la región y sus gentes (transfigurados sobre todo en descripciones del fabuloso y poderoso reino del Sacerdote Juan), el cofre del tesoro de las bellezas etíopes se abrió de nuevo y paulatinamente a partir del siglo XVI. Comenzó entonces la era de los viajeros y, más tarde, de los exploradores, que son, de hecho, también la base del conocimiento científico de Etiopía documentado y relatado en esta exposición.

La exposición está organizada por Carlo y Marcella Franchini(Caluma) y el Museo de Historia Natural de Verona en colaboración con laUniversidad de Nápoles “L’Orientale”, la Sociedad Geográfica Italiana, el Instituto Italiano de Cultura de Addis Abeba, la Embajada de Etiopía en Roma y la Universidad de Addis Abeba.