El Museo Diocesano de Milán renueva un año más su tradicional cita con la exposición navideña de un cuadro procedente de otros museos. Este año la protagonista será Artemisia Gentileschi (Roma, 1593 - Nápoles, 1654) y la obra expuesta será laAdoración de los Magos conservada en la catedral de Pozzuoli (Nápoles), cedida excepcionalmente por la diócesis local. La obra forma parte de un ciclo decorativo creado para la iglesia puteoliana entre 1636 y 1637: del 29 de octubre de 2019 al 26 de enero de 2020, sin embargo, será sacada de su contexto y expuesta en la capital lombarda.
El ciclo fue encargado por el obispo de Pozzuoli, el español Martín de León y Cárdenas después de 1631: ese año el Vesubio entró en erupción pero perdonó a Pozzuoli, y el ciclo era una especie de acción de gracias a los dioses. Artemisia Gentileschi realizó tres obras para la serie: además de laAdoración de los Magos, pintó a los santos Próculo y Nicea y San Genaro en el anfiteatro, todas ellas pintadas entre 1635 y 1637, año este último en el que marchó a Inglaterra para reunirse con su padre Orazio, que trabajaba al otro lado del Canal de la Mancha. Los otros cuadros del ciclo (ocho en total) fueron realizados por Massimo Stanzione, Giovanni Lanfranco, Cesare Fracanzano, Agostino Beltramo, Francesco Fracanzano y Paolo Domenico Finoglio.
Artemisia acababa de llegar a Nápoles (llegó a Campania en 1630) y el de Pozzuoli fue su primer encargo público importante en la zona. Aquí, Artemisia elaboró la lección de Caravaggio a la luz de sus nuevos contactos con artistas napolitanos: la gama cromática esencial, resuelta en variaciones de tonos pardos, rojos, azules y amarillos, que el artista ya practicaba desde hacía tiempo, se enriqueció con una representación escenográfica de los efectos de luz y sombra, y con una renovada atención a la verdad de las cosas, como se aprecia, por ejemplo, en el recipiente de plata que porta el rey mago arrodillado. Además, la figura de la Virgen está representada con cierta solemnidad, pero al mismo tiempo con naturalidad, mientras presenta suavemente al niño a la veneración de los Magos, bajo la mirada de San José, que, según la tradición iconográfica del episodio evangélico, permanece silueteado en el fondo. La composición está dominada por las imponentes figuras de los Magos en primer plano, ricamente ataviados con mantos de telas preciosas. Uno de los motivos más interesantes del cuadro es precisamente la mezcla de la solemnidad del momento y del episodio con la intimidad que la disposición de los personajes y sus miradas sugieren al observador.
La catedral de Pozzuoli sufrió graves daños durante el incendio de 1964, que provocó el deterioro parcial de algunos lienzos del ciclo: en laAdoración de los Magos de Artemisia, por desgracia, la parte superior del cuadro sufrió daños irreparables, y en particular el rostro del mago moro, que hoy aparece como absorbido en la preparación marrón del lienzo.
La exposición, que forma parte de la revista anual Il Capolavoro per Milano (La obra maestra para Milán), se realiza en colaboración con la diócesis de Pozzuoli y bajo el patrocinio de la archidiócesis de Milán. La exposición va acompañada de un catálogo editorial de Silvana.
En la foto: Artemisia Gentileschi, Adoración de los Magos (1636-1637; óleo sobre lienzo; Pozzuoli, Catedral)
Este año Artemisia Gentileschi es la protagonista de la exposición navideña del Museo Diocesano de Milán |
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