En Suiza, famosas máximas se convierten en luminosas esculturas en Braille. Obras expuestas de Fulvio Morella

Fulvio Morella, conocido por su arte inmersivo y multisensorial, es la estrella en la Engadina con una exposición en la Galería Sonne de Silvaplana, localidad suiza cercana a Saint Moritz, del 3 de agosto al 8 de diciembre de 2024. Tras el éxito de su exposición individual en París y la inclusión de sus obras en las colecciones del Kunsthistorische Museum de Viena, la Monnaie de París y la UNESCO, Morella presenta Braillight, una serie de esculturas luminosas realizadas en acero y madera de amaranto, que utilizan el braille como fuente de luz.

El proyecto, organizado en colaboración con Nicoletta Rusconi, Cramum y bajo la dirección artística de Sabino Maria Frassà, incluye también la exposición ORDINE, en la que las obras de Fulvio Morella se expondrán junto a dos grandes obras de Arjan Shehaj, finalista del Premio de El Cairo.

La pieza central de estas iniciativas es el stellato braille concebido por Morella para celebrar el bicentenario del alfabeto braille. En esta serie, los puntos braille se convierten en cuerpos celestes, creando un cielo estrellado con dichos de San Francisco, Jung y Saint-Exupéry; estos reflejos se vuelven tridimensionales con las esculturas de luz de Braillight.

Entre las obras expuestas destacan las palabras de Antoine de Saint-Exupéry en El Principito: “Es muy sencillo: sólo se ve con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”. Morella quiere transmitir con estas obras un mensaje de trascendencia de los límites terrenales y de elevación hacia el infinito. Además de este homenaje al Principito, el artista también celebra la reflexión de San Francisco sobre la paz y la esperanza: “Toda la oscuridad del mundo no puede apagar la luz de una sola vela”.

Sin embargo, el arte de Morella nunca es moralista, sino que pretende unir, incluir e implicar. Con su ironía, también ha convertido en luz el pensamiento crítico de Sigmund Freud: “En la imposibilidad de poder ver con claridad, al menos vemos con claridad la oscuridad”.

“Fulvio Morella”, explica el comisario Sabino Maria Frassà, “narra nuevos órdenes, sólo aparentemente caóticos, interpretando la Forma de un modo nuevo. Esta ’vuelta a la forma’ es una llegada a un nuevo orden, como lo fue para Picasso: no se trata de volver atrás, sino de crear algo innovador a partir de las ruinas del pasado, asimilado y revivido. Lejos del action painting, trabaja para buscar el infinito a través de una repetición casi compulsiva de una forma, dispuesta en un orden no aleatorio, que finalmente compone claramente formas reconocibles en las que incluso se puede rastrear un mensaje escrito. Queda así claro que el verdadero motor de la obra del artista es la búsqueda del infinito, la elevación de su propia existencia. Así, sus obras acaban siempre por despertar los sentidos y la conciencia de sí mismo, convirtiéndose en portales hacia otras dimensiones que envuelven y asombran al espectador. En estos nuevos órdenes anárquicos, el arte redescubre su dimensión más pura, integrando y transformando la forma y el sentido de la vista en un primer paso hacia el único orden posible, el infinito del que estamos hechos”.

En Suiza, famosas máximas se convierten en luminosas esculturas en Braille. Obras expuestas de Fulvio Morella

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