En Roma, un colectivo de trece artistas callejeros internacionales. Los murales se convertirán en obras sobre lienzo

Rosso20sette artecontemporáneo en Roma inaugura el sábado 7 de mayo la exposición Cuando las paredes se convierten en lienzo, comisariada por Tiziana Cino y Stefano Ferraro, que estará abierta al público hasta el 24 de junio de 2022. Se trata de una muestra colectiva en la que trece artistas callejeros internacionales realizarán sobre lienzo algunos de sus murales más importantes; también se expondrán algunos bocetos originales y una maqueta de un mural de Motore Fisico, realizado junto con Mafm. Los artistas participantes son Daniel Eime (Portugal), Lidia Cao (España), Solo (Italia), Diamond (Italia), Ligama (Italia), Oniro (Italia), Luogo Comune (Italia), Alessandra Carloni (Italia), MauPal (Italia), Jerico (Filipinas), Chekos’Art (Italia), Fabio Petani (Italia), Motore Fisico+Mafm (Italia).

“Una obra de arte siempre nace de una idea. La idea empieza a tomar forma en un boceto. Un lápiz, una hoja de papel o un PC son las herramientas para convertirla en realidad. Llegados a este punto, el artista debe elegir el soporte final en el que vivirá su idea. Los artistas callejeros son esa categoría particular de creativos que han decidido, racionalmente o no, que sus obras vivirán entre la gente, en las paredes de la ciudad. Hacer un mural es siempre una verdadera empresa. No importa el tamaño, pintar en la calle es siempre una aventura. Hay muchas incógnitas y pocas certezas”, escribe Giorgio Silvestrelli. “Quien pinta en la calle es consciente de que estará muchas horas al día al sol o al frío. A veces se alternan en el mismo día el calor intenso y el frío intenso. Por no hablar de la lluvia, que puede destruir horas de trabajo en cuestión de minutos. A la hora de crear un mural, el entorno no es un elemento que se deba subestimar. La obra debe encajar en ese espacio urbano concreto, casi como si siempre hubiera formado parte de él. De lo contrario, todo se percibiría como un esfuerzo, un ejercicio de estilo o, lo que es peor, una ”falta de respeto“ hacia las personas que viven allí [...] La confrontación con el público, que cada artista vive de forma muy personal, se produce de inmediato, sin filtros, sin censura ni pudor. Quizá sea precisamente este estrecho contacto con la gente uno de los muchos factores que impulsan a cada vez más personas a realizar obras de arte callejero o a apasionarse por este movimiento artístico. Cuando se termina un mural -continúa el texto-, después de las fotos rituales, se vuelve a casa con los huesos rotos, sucio, con la mochila llena de sonrisas y con ojeras, pero también con muchas historias. Las vividas en la propia piel durante esos largos días de locura y las que la gente siente la necesidad de contar a los pintores. Y son muchas. A día de hoy, sigue siendo un misterio para mí por qué la gente empatiza inmediatamente con alguien que pinta una pared y siente la necesidad de hacer preguntas o dar su opinión. El arte callejero tiene el don de hablar a todo el mundo, sin excluir a nadie, y muchos sienten el derecho/deber de expresarse sobre lo que está ocurriendo delante de sus ojos. La combinación de historias y experiencias hace que cada mural sea único e irrepetible, no sólo para los artistas sino también para la gente y, por lo tanto, a todos los efectos, es una verdadera obra de arte”.

Para más información: https://www.rosso27.com/

Horario: De martes a sábado de 11.00 a 19.30 h.; domingos previa cita.

En Roma, un colectivo de trece artistas callejeros internacionales. Los murales se convertirán en obras sobre lienzo

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