La artista de renombre internacional Sylvie Fleury (Ginebra, 1961) elige Roma como sede de su primera exposición individual italiana: del 29 de marzo al 30 de junio de 2019, elIstituto Svizzero presenta de hecho su exposición Chaussures italiennes, una muestra que exhibe varias obras de su versátil y prolífica producción, con algunas obras históricas y otras creadas especialmente para la ocasión. Entre otras, la artista suiza trae de vuelta a Roma su Milagro, un gran neón púrpura ya instalado en Villa Maraini, sede del Instituto, en 2016. El título de la exposición hace referencia a uno de los proyectos más importantes de la artista, titulado Retrospectiva, que consistía en un zapatero en el que la artista colocaba sus zapatos de tacón más extravagantes, usados durante vernissages y performances, recapitulando, en parte, la idea de la exposición.
El planteamiento de Fleury consiste en una representación inicial de una forma característica que posteriormente se enriquece, amplía y desarrolla mediante el uso de diferentes medios. La forma, el color y el diseño gráfico de zapatos, barras de labios, carritos de la compra o revistas de moda se convierten en sistemas visuales independientes de representación por derecho propio, entrando así en un nuevo reino estético. Las obras de Sylvie Fleury reinventan constantemente nuestras relaciones con las obras de arte explotando un inteligente sentido de la puesta en escena: un acto de eliminación de signos y objetos, una desviación del significado de códigos, perspectivas o estilos de vida y una fuerte evocación del cuerpo entre la presencia, la pérdida y la ausencia, entreteniendo una relación particular con el espacio.
Al difuminar las fronteras entre el arte y la moda, la intención de Sylvie Fleury no es abrir el mundo del arte al de la moda, sino más bien subrayar las diferencias entre ambos: no se puede tener una experiencia estética observando la moda. Los objetos, al igual que las obras, ponen en juego el intelecto y, al mismo tiempo, nos invitan a reflexionar sobre lo que significa el propio proceso cognitivo de la comprensión. En este sentido, las obras de Fleury no son una apropiación, sino más bien una personalización, en el sentido de que se añade algo: “[...] hoy en día el readymade se ha convertido en una opción realmente abierta para los artistas. Hay muchas maneras diferentes de crear un readymade”, afirma la artista.
Sylvie Fleury vive y trabaja en Ginebra y ha expuesto individualmente en instituciones internacionales de arte desde principios de los años noventa. Destacan sus exposiciones en la Neue Galerie am Landesmuseum de Graz (1993), en Le Consortium de Dijon (1994), en el MAMCO de Ginebra (1996 y 2008), en el Migros Museum für Gegenwartskunst, Zurich (1998), en el Kunstmuseum Sankt Gallen (2000), en el Museum für Neue Kunst/ZKM de Karlsruhe (2001), en Le Magasin de Grenoble (2001) y en el CAC Málaga (2001). Ha participado en numerosas exposiciones colectivas en todo el mundo, sobre todo en la Bienal de Venecia en 1993 y en la Bienal de São Paulo en 1998. Sus obras forman parte de colecciones públicas como las del Museo de Arte Moderno de Nueva York, el ZKM Center for Art and Media de Karlsruhe, Daimler Contemporary de Berlín, el Migros Museum für Gegenwartskunst de Zúrich, el MAMCO de Ginebra, el Museo de Artes Aplicadas/Arte Contemporáneo de Viena y el Bass Art Museum de Miami. Sylvie Fleury recibió el prestigioso premio suizo Meret Oppenheim en 2018.
Para más información puede visitar la página web del Instituto Suizo.
Fuente: comunicado de prensa
En Roma, primera exposición individual italiana de Sylvie Fleury titulada "Chaussures italiennes". |
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