En París y Milán, las Galerías Maurizio Canesso celebran 30 años con dos exposiciones

Del 16 de mayo al 28 de junio de 2024, en las dos Galerías Maurizio Canesso, una en París y la segunda en Milán, se podrán admirar pinturas del más alto calibre, de Evaristo Bachenis, Bernardo Strozzi, Alessandro Magnasco, Gian Paolo Lomazzo, Giuseppe Bonito, Gaspare Travesi, Tanzio da Varallo y otros maestros del Barroco y el Renacimiento italianos. Maurizio Canesso, para su sede milanesa, quiso un espacio expositivo rodeado de vegetación en lo que fue el invernadero del jardín de la Casa Valerio, detrás de la Pinacoteca de Brera. Entre las obras expuestas figura una del llamado “Maestro de la tela vaquera”, un pintor de la zona de Lombardía, activo en la segunda mitad del siglo XVII, que se “especializó” en pintar sujetos vestidos con ese tejido de origen italiano, que más tarde se popularizó gracias a los grandes fabricantes estadounidenses.

Maurizio Canesso centró su investigación en la especialización en el Renacimiento y el Barroco italianos, ampliando su campo de interés a los artistas no italianos que trabajaron en la península. Esto le ha llevado a convertirse en uno de los marchantes de arte italiano más reputados del mundo. Las obras que han pasado por sus manos han entrado a formar parte de prestigiosas colecciones privadas y de importantes museos de varios continentes. Entre ellos, el Metropolitan Museum de Nueva York, el Getty Museum de Los Ángeles, la National Gallery de Ottawa, la National Gallery de Melbourne, la Kunsthaus de Zúrich, el Museo Capodimonte de Nápoles, los Uffizi de Florencia, la Gallerie dell’Accademia de Venecia, el Louvre de París y Abu Dhabi, por citar sólo algunos. Maurizio Canesso, originario de Venecia, es un apasionado de las antigüedades desde su juventud. Tras dar sus primeros pasos como marchante de arte a los veinte años, se fijó en él Piero Corsini, un influyente marchante activo en América, y trabajando para Corsini pudo ampliar sus conocimientos y relaciones en el mundo del arte. En 1988, decidió seguir su propio camino y abrió su propia galería en París, donde se trasladó con su familia. En 1994, abrió su primera galería lejos del ruido de la ciudad, que podía estropear la contemplación de los cuadros.

Con los años, también ha aprendido la importancia de la paciencia: “Hay que saber conservar la obra, valorarla antes de querer regalarla”, explica, “hace falta mucha fuerza para no privarse de ella demasiado deprisa; la dificultad de la profesión está aquí”. “Después de tantos años fuera de Italia, es una alegría volver a mi patria, que siempre ha estado en el centro de mis intereses”, prosigue Canesso, que abrirá una galería en Lugano en 2010 y un nuevo local, dirigido por Ginevra Agliardi, en el histórico barrio milanés de Brera en 2021.

En París y Milán, las Galerías Maurizio Canesso celebran 30 años con dos exposiciones

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