Del 19 de enero al 2 de marzo de 2025, el Centro Culturale Altinate San Gaetano de Padua acoge laamplia retrospectiva dedicada a Silvana Weiller Romanin Jacur, Paesaggi e leggende, comisariada por Nicola Galvan y Elisabetta Vanzelli. Para la ocasión se expondrán cien obras que abordan los dos temas principales explorados por Weiller en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. En el espacio Ágora se plasmará el tema íntimo y privado de la cultura judía, que el artista reelabora a través de originales fórmulas narrativas, caracterizadas por enormes rollos de papel -algunos de hasta cuatro metros de longitud- animados por episodios y personajes de derivación bíblica.
Se trata de obras nuevas, con un tono de cuento e irónico, que nunca antes se habían expuesto, teniendo en cuenta el carácter familiar y doméstico para el que fueron concebidas. Al mismo tiempo, los balcones que rodean el Ágora presentarán escenarios de derivación ambiental, con temas relacionados con elementos naturales y urbanos, entre los que destacan las innumerables vistas de Prato della Valle.
La exposición pretende dar testimonio directo, por un lado, de los lugares más queridos por las vicisitudes personales de la artista, y por otro, de lo que pudo experimentar a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, en sintonía con los lenguajes de las Vanguardias y gracias a una profundidad intelectual que le permitió oscilar entre fórmulas más líricas, o más abstracto-geométricas o gestuales.
“Es un gran placer dedicar una exposición tan amplia a Silvana Weiller, sin duda una de las principales figuras de la vida cultural y artística de nuestra ciudad desde la inmediata posguerra hasta su muerte, hace casi tres años, a la fina edad de cien años”, ha declarado el concejal de Cultura , Andrea Colasio. “Pintora, pero también poetisa y crítica de arte, la recordamos destacando también una de sus actividades artísticas no menos importantes y de calidad, la de los dibujos que hacía para sus hijos y otras personas, que hasta ahora habían permanecido en el ámbito familiar. La ciudad de Padua reconoció su valor y sus méritos ya en 1994 otorgándole el Sello de la Ciudad y en 2011 con una exposición personal en la Gran Guardia titulada Pinturas y Palabras. La trayectoria de Silvana Weiller como artista la ha llevado por diversas etapas, desde los años de la investigación figurativa hasta los de la pintura informal y matérica, siempre con la sencillez que la distinguía: ”es como respirar, es un hecho natural, escribo y pinto“. Un hecho que, aunque experimentado como parte de su ser, no era sencillo. En una entrevista, explicaba: ”Pintar se convierte en una conquista: es una entrada fatigosa en un mundo diferente, el mundo de la forma, allí donde el contorno se vuelve preciso y se confunde jugando con nuevos elementos, allí donde realizar una forma implica una cadena de relaciones diferentes, ligadas a la realidad, confundidas con la realidad. Espero que, gracias a esta exposición, quienes no la conocían puedan descubrir su figura y su talento".
Veneciana de nacimiento y milanesa de formación, Silvana Weiller era una artista y, al mismo tiempo, una intelectual culta. Fue protagonista indiscutible de la vida cultural de Padua, ciudad que se convirtió en la suya propia tras su matrimonio con Leo Romanin Jacur, miembro de la comunidad judía local. Se conocieron en Suiza, donde ambos eran refugiados a causa de las leyes raciales. En Venecia, cuando era muy joven, frecuentó al pintor inglés Alis Levi y tuvo la oportunidad de conocer a músicos, escritores y pintores en su casa.
Pocos años después del nacimiento de Silvana, la familia Weiller se trasladó a Milán. En otoño de 1938, debido a las leyes raciales, se vio obligada a terminar sus estudios en la “Scuola ebraica di via Eupili”. Tras el armisticio del 8 de septiembre de 1943, la familia abandonó Milán para refugiarse temporalmente en Binasco y, desde allí, en el valle de Ossola. Gracias a la ayuda de partisanos, los Weiller llegan a un campo de refugiados suizo donde, afortunadamente, pasan un tiempo relativamente corto. Su padre, Augustus, consigue un puesto como profesor de derecho en Lausana para estudiantes exiliados y su mujer e hijos son liberados gracias a la garantía de un amigo. Al llegar a la capital del cantón de Vaud, Silvana se inscribe en un Curso Libre de Desnudo, obteniendo más tarde un diploma en la Escuela Cantonal de Arte, donde se casa con Leo Romanin Jacur. En 1945, terminada la guerra, la familia Weiller regresa a Italia y Silvana se traslada a Padua, donde la familia Romanin Jacur desempeña un papel importante en los acontecimientos económicos y políticos de la ciudad. A pesar de sus compromisos familiares y sociales, Silvana pudo dedicarse a la pintura en Padua. Su primera exposición data de 1948, celebrada en las salas del Caffè Pedrocchi. Aquí, estimulada por su amigo el poeta Diego Valeri, expuso bocetos escénicos: ésta sería una actividad cada vez más intensa, con decenas de exposiciones importantes en locales públicos y galerías privadas.
A partir de los años sesenta, la artista también puso de manifiesto su pasión por la crítica de arte con artículos en el periódico local e importantes revistas nacionales. Intelectual polifacética, pronto amplió su interés a la literatura, primero como crítica de Il Sestante Letterario y después con sus propios poemarios y traducciones de grandes autores extranjeros. En los mismos años, se convirtió en promotora de proyectos culturales urbanos, dedicándose también a profundizar en estudios sobre la figura de la mujer también en el contexto bíblico. En 1994 recibió el Sello de la Ciudad de Padua por su incansable compromiso en los ámbitos artístico y literario, mientras que en 2006 la Asociación Cultural Moderata Fonte la ascendió a miembro honorario.
Silvana Weiller, en la Padua de entonces, fue quizá la única que encarnó una figura intelectual polifacética.
Horario de apertura: De martes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas.
Entrada gratuita.
En Padua, una amplia retrospectiva sobre Silvana Weiller Romanin Jacur, con un centenar de obras |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.