En otoño, en el Palazzo Roverella, una gran exposición monográfica dedicada a Tina Modotti

Después de Robert Capa y Robert Doisneau, este otoño la fotografía de Tina Modotti (Udine, 1896 - Ciudad de México, 1942) llega al Palazzo Roverella de Rovigo. La sede expositiva acogerá del 22 de septiembre de 2023 al 28 de enero de 2024 una amplia muestra monográfica, con más de doscientas imágenes junto a películas y documentos, comisariada por Riccardo Costantini con la colaboración de Gianni Pignat y Piero Colussi. La exposición está promovida por la Fondazione Cassa di Risparmio di Padova e Rovigo, con la colaboración de Cinemazero y la secretaría de organización de Dario Cimorelli Editore.

Mujer que no admitía barreras ni límites, Tina afrontó la vida con la determinación de una pasionaria, fortalecida por una belleza que intrigaba a todo el mundo y un talento que la llevaron de la casa pobre de via Pracchiuso 89, en su Udine natal, a Hollywood, donde protagonizó tres películas mudas, y luego a la vivacidad cultural de Ciudad de México.

Fue el gran fotógrafo estadounidense Edward Weston, de quien fue modelo y asistente, quien la introdujo en la fotografía, llevándola a construir su propio camino temático y estilístico personal. Tina Modotti experimentó con el uso de la cámara, desde la arquitectura hasta los bodegones, antes de dedicarse a retratar la vida, el trabajo y la cotidianidad de las clases populares, campesinas y obreras, a las que se sentía pertenecer.

La exposición pretende documentar toda la obra de Tina Modotti, centrándose en la reconstrucción de la única exposición que realizó directamente en Ciudad de México, en 1929, en la que se expusieron unas sesenta obras, más de cuarenta de las cuales estarán presentes en la muestra.

Tina Modotti participó en la efervescencia cultural de la ciudad, frecuentando al escritor John Dos Passos, a la actriz Dolores del Río y entablando amistad con Frida Kalho y Diego Rivera, y fotografiando los murales de este último. A Pablo Neruda le impactó la repentina muerte de su amiga, ocurrida en la noche del 5 de enero de 1942, cuando regresaba en taxi de una cena con amigos, y le dedicó un sentido epitafio: “Tina Modotti, hermana, no duermas, no, no duermas: tal vez tu corazón sienta crecer la rosa de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa. Descansa dulcemente hermana. Sobre la joya de tu cuerpo dormido aún se extiende la pluma y el alma ensangrentada como si pudieras, hermana, levantarte y sonreír por encima del barro”. Estos primeros versos de Neruda figuran en el panteón de artistas de la capital mexicana. Los últimos del epitafio: “Puro es tu dulce nombre, pura tu frágil vida:/de abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma,/de acero, línea, polen, está hecho tu hierro,/tu delicada estructura”, en la estela dedicada a Modotti en su ciudad natal.

La obra de Tina Modotti cayó en el olvido durante muchos años hasta su redescubrimiento con motivo de la exposición en el Moma de Nueva York en el invierno de 1977. Desde entonces, su figura de intelectual e inconformista, así como su obra fotográfica, han sido objeto de profundos estudios, confirmando su papel como una de las mujeres más importantes del siglo XX.

Imagen: Tina Modotti, Concha Michel y sus ayudantes en la inauguración de la Escuela Libre de Agricultura nº 2 ’Emiliano Zapata’ en Ocopulco, México 1928

En otoño, en el Palazzo Roverella, una gran exposición monográfica dedicada a Tina Modotti

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