Del 22 de junio al 16 de septiembre de 2022, en Milán, el Palazzo Re ale acoge una exposición antológica dedicada a una de las grandes protagonistas del arte contemporáneo italiano, desde hace al menos sesenta años: Grazia Varisco (Milán, 1937), cofundadora del Gruppo T, uno de los pioneros del arte cinético. La exposición lleva por título Grazia Varisco - Caminos contemporáneos 1957-2022, y está promovida y producida por el Ayuntamiento de Milán | Cultura, el Palazzo Reale y el Archivo Varisco. Se expondrán más de ciento cincuenta obras que recorren la investigación y la experimentación llevadas a cabo en una vida dedicada al arte, lo que la convierte en la exposición más importante sobre su obra hasta la fecha.El proyecto, comisariado por Marco Meneguzzo, documenta y restituye más de sesenta años de actividad de la artista, extraordinaria intérprete de las artes visuales, reconocida internacionalmente como protagonista de nuestra modernidad, ofreciendo una visión del rico y complejo universo de temas y experimentaciones formales que caracterizaron su trayectoria artística.
La exposición reúne una selección de obras que en las salas del Palazzo Reale pretenden representar la complejidad y variedad de los temas de investigación a los que se dedicó Grazia Varisco. El recorrido expositivo presenta los temas de investigación de la artista articulados por tipo de experiencia. Los Materici (1957-1959) son las primeras obras de los años 50 realizadas durante sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Brera, como experiencias de reacción al arte figurativo. Las Mesas magnéticas (1959-1962), las primeras investigaciones vinculadas a la formación del Gruppo T (del que Grazia Varisco es protagonista junto con Anceschi, Boriani, Colombo y De Vecchi), ponen de relieve la particular atención de la artista a la representación del espacio-tiempo y su fuerte interés por la dinámica del juego, los elementos de azar y el programa realizado con formas de expresión no convencionales. Siguen las experiencias artísticas de mediados de los años sesenta, a través de las cuales Grazia Varisco explora la lectura de la imagen en movimiento y la percepción del espacio y el tiempo como fenómenos en continuo devenir.
Con los Esquemas luminosos variables (1962-1969), presentados en la Bienal de Venecia en tres ocasiones diferentes, incluida la edición de 2022, Varisco experimenta con materiales totalmente ajenos a las convenciones de la producción artística, como el metacrilato azul, los motores eléctricos y la luz de neón, para crear imágenes en continua variación. En los Reticoli frangibili, los Mercuriali, los Variabili + Quadrionda creados entre 1965 y 1971, el artista utiliza el vidrio industrial y sus propiedades de refracción y deformación como elemento de descomposición de la imagen que cambia con cada movimiento del observador. En la sala más grande de la exposición se reedita la histórica muestra individual celebrada en la Galería Schwarz de Milán en 1969, que constituyó un importante momento de síntesis del periodo artístico cinético al tiempo que se abría a las experiencias medioambientales y participativas de los años setenta, como el evento “Campo Urbano” de Como.
De hecho, los grandes espacios del Palazzo Reale acogen la reconstrucción completa del ambiente Dilatazione spaziotemporale di un percorso, un espacio completamente oscuro con paredes inclinadas, curvas e irregulares, dentro del cual un punto de luz intensa se desplaza por las superficies, deformándose y cambiando de velocidad según la inclinación y deformación de los planos.
Los desarrollos artísticos de los años 70 se caracterizan por reflexiones sobre el tema del Azar, del acontecimiento no calculado como elemento de investigación. En las series Extrapagines (1973-1986), Potential Space (1974-1976), Sundial (1974) y Gnomons ( 1975-1982), el artista redescubre un interés creciente por la anomalía, por lo inesperado que se opone a lo programado y avanza espontáneamente hacia la experiencia de la tridimensionalidad. Las décadas de 1980 y 1990 fueron testigos de una tensión progresiva hacia la abstracción, la esencialidad y la simplificación de la forma, con experimentos de mayor alcance. Desde los pliegues inclinados y equilibrados de los Dúos (1986-1989) hasta la escultura ¡Oh! (1997), las obras del artista acomodan el espacio sin abarrotarlo, actuando como elementos inesperados que invitan al visitante a reflexionar sobre la percepción de la plenitud y el vacío.
En la investigación del nuevo milenio, la obra de Grazia Varisco explora nuevas formas vinculadas al cambio y a laambigüedad de la percepción, implicando al espectador en un diálogo continuo entre programa y azar. Obras como Silenzi (2005), nacida de la reutilización de paspartús encontrados como ready-made en el taller del enmarcador, y Quadri Comunicanti (2008), donde la artista explora el delicado e inestable equilibrio entre plenitud y vacío, pretenden sugerir una forma de diversión perceptiva, donde regla y caos dialogan en una tensión constante de investigación y experimentación que es el verdadero fil rouge de la obra de Grazia Varisco.
La exposición Grazia Varisco - Caminos contemporáneos 1957-2022 se realiza con el apoyo de Intesa Sanpaolo e Italmobiliare. Para la ocasión se editará un catálogo publicado por Skira.
Imagen: Grazia Varisco, Variable + Q 130 (1966; Objeto cinético; Madera, vidrio industrial, motor eléctrico, 55 x 55 cm). Cedida por Archivio Varisco
En Milán, una exposición antológica de Grazia Varisco, que recorre sesenta años de su carrera. |
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