En la Pinacoteca di Brera, una exposición dedicada a Boccaccio Boccaccino

En Milán, del 16 de mayo al 3 de septiembre de 2023, laPinacoteca di Brera acoge una nueva etapa de los “Diálogos”, la serie de exposiciones-enfoques con las que el museo confronta obras de su colección con los invitados: se trata, en concreto, de la primera exposición dedicada específicamente a Boccaccio Boccaccino (Ferrara?, 1462/1466 - Cremona, 1525), uno de los protagonistas de la pintura de principios del siglo XVI en el valle del Po, cuya fama está vinculada principalmente a los frescos del ciclo de las Historias de la Virgen y Cristo de la catedral de Cremona (1514-1518). El cuadro de Boccaccino de la Pinacoteca de Brera, la Virgen con el Niño, se expondrá junto a otras tres pinturas del artista que nunca se han visto juntas: la Virgen con el Niño y la Sagrada conversación con los santos Juan Bautista y Catalina de Alejandría o Giustina , del Museo Correr de Venecia, y laAdoración de los pastores, del Museo e Real Bosco di Capodimonte de Nápoles. La exposición está comisariada por Maria Cristina Passoni.

ElXI Diálogo de la Pinacoteca de Brera, que continúa con la tradición iniciada en 2016 por el director James M. Bradburne de comparar obras maestras del museo con obras invitadas para enriquecer su colección, tiene su origen en el préstamo de dos lienzos de Vittore Carpaccio, pertenecientes al ciclo de la Scuola degli Albanesi de Venecia, a la exposición monográfica sobre el pintor celebrada en la National Gallery de Washington y en el Palacio Ducal de Venecia. En señal de agradecimiento, la Fondazione Musei Civici di Venezia - MUVE - cedió a la Pinacoteca di Brera dos cuadros de Boccaccio Boccaccino propiedad del Museo Correr a cambio de un préstamo del Museo e Real Bosco di Capodimonte de Nápoles.

Hijo de un bordador cremonés activo en la corte de Este, Boccaccino se formó probablemente entre Ferrara y Bolonia. Su primera obra documentada, sin embargo, es un políptico perdido para una iglesia genovesa en 1493. Poco después, el artista reapareció en Milán: en la primavera de 1497, el embajador ferrarés Antonio Costabili le recomendó a Ercole I d’Este como pintor de corte. En los tres años siguientes que pasó en Ferrara, Boccaccino pudo formar a una generación de pintores -entre ellos Garofalo, Nicolò Pisano, Ludovico Mazzolino y Domenico Panetti-, pero su estancia se interrumpió repentinamente, posiblemente debido al asesinato de su esposa adúltera en 1500. Es probable que el artista, manteniendo relaciones con Cremona, se instalara en Venecia, donde hacia 1501 ejecutó un retablo para la iglesia de San Zuliano y después una exitosa serie de Madonas con Niño y Conversaciones Sagradas en formato de medio cuerpo, particularmente apreciadas por los mecenas locales. En Venecia, donde está documentado hasta 1506, Boccaccino probó suerte con los modelos de Giovanni Belllini y se acercó a los experimentos de Giorgione con la luz y la sombra, señalándose como uno de los primeros y originales intérpretes de la pintura del maestro de Castelfranco.

“La elección de Boccaccino es una expresión perfecta de la ambición de la Pinacoteca de permitir a los visitantes redescubrir el momento en que el artista era, en el pleno sentido del término, un artista contemporáneo: innovador, provocador y fresco”, afirma James Bradburne, director de la Pinacoteca di Brera y de la Biblioteca Nazionale Braidense.

El Diálogo se centra en el periodo inicial de la actividad del pintor, el comprendido entre los últimos años del siglo XV que pasó en Ferrara, cuando se pintó la Adoración de los pastores del Museo de Capodimonte, y 1506, fecha en la que se documenta por última vez en Venecia, ciudad donde se crearon las otras tres obras expuestas. La ambientación de la Virgen con el Niño de Brera deriva de obras de Giovanni Bellini y fue muy apreciada por Boccaccino en Ferrara y Venecia, como puede verse en la Virgen con el Niño y los santos Juan Bautista y Catalina de Alejandría o Justina del Museo Correr. Como en Giorgione, las figuras del primer plano están iluminadas, el paisaje se desvanece en la lejanía. En el cuadro de Correr, la inspiración procede de un famoso prototipo de Giovanni Bellini, de quien también se deriva el original recurso de sustituir el cinturón del Bautista por una ramita tejida. La textura pictórica, sin embargo, revela una sensibilidad totalmente giorgionesca en su insistencia en los aspectos lumínicos y de claroscuro. LaAdoración de los pastores, pintada hacia el final de su estancia en Ferrara, entre 1499 y 1500, sintetiza las experiencias de Boccaccino en aquella época. La escena recuerda un retablo y un grabado de Martin Schongauer, los efectos de luz y sombra y el paisaje idílico muestran los primeros conocimientos de Giorgione en Venecia. La representación de los reflejos, por ejemplo en el cabello, revela contactos con el círculo de Leonardo -especialmente con Giovanni Antonio Boltraffio- que tuvieron lugar en Milán antes de abril de 1497. Por último, en la Virgen con el Niño del Museo Correr, pintada en Venecia, Boccaccino se adhiere al tema de la Virgen en adoración del Niño, perfeccionado por Giovanni Bellini en las últimas décadas del siglo XV. María reza con las manos juntas sobre el cuerpo de su Hijo tendido en un parapeto de mármol, prefigurando la Lamentación sobre Cristo muerto y uniendo así los dos momentos extremos de la historia de Jesús, el nacimiento y la muerte.

La exposición se enriquece con un pequeño catálogo-dossier de acompañamiento titulado Undicesimo dialogo. Boccaccio Boccaccino. En el umbral de la modernidad manierista en el valle del Po, editado por Maria Cristina Passoni (editorial Marsilio, 15 euros), fruto de estudios e investigaciones especiales, estructurado en tres ensayos. En él, Francesco Ceretti profundiza en la iconografía de los cuadros devocionales que el pintor realizó durante su temporada veneciana, ofreciendo una seriación cronológica sobre una base estilística. Cristina Quattrini se centra en cambio en la todavía misteriosa formación del artista entre Génova, Milán y Ferrara, proponiendo una hipótesis sobre el motivo de su presencia en Milán entre 1496 y 1497. Por último, Maria Cristina Passoni rastrea la relación de Boccaccino con Venecia a partir de documentos, algunos de ellos inéditos, identificando las posibles vías de su llegada a la laguna y su aproximación temprana y constantemente actualizada a la pintura de Giorgione.

En la Pinacoteca di Brera, una exposición dedicada a Boccaccio Boccaccino

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