Hasta el 8 de septiembre de 2024, la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma rinde homenaje a la artista serbia Mira Brtka (Novi Banovci, 1930) con la exposición Il futuro è behind us, comisariada por Miroslav Rodic, director de la Fundación Mira Brtka de Belgrado, Ludovica Rossi Purini y Angelo Bucarelli, y realizada gracias a la coordinación de la Fundación Mira Brtka de Belgrado y la Directora de la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma Renata Cristina Mazzantini, con el patrocinio del Ministerio de Cultura de la República de Serbia y el Ministerio de Cultura italiano.
La exposición forma parte del amplio programa de iniciativas previstas en el Acuerdo de Cooperación Cultural y Educativa entre el Gobierno de la República de Serbia y el Gobierno de la República de Italia aprobado en 2012, que contempla en el Art. 2 “La cooperación en el sector artístico, a través del intercambio de artistas y profesionales del sector artístico” y en el Art. 6 “La organización de eventos culturales y artísticos en los más diversos ámbitos: literatura, artes visuales, arquitectura, artes escénicas, música, danza, teatro, cine y audiovisual”. Con esta retrospectiva, Mira Brtka regresa prácticamente a Roma, donde vivió en los años 60, combinando definitivamente sus dos pasiones: el arte y el cine, así como su compromiso político.
En el catálogo, Angelo Bucarelli escribe: “El destino es siempre más fuerte que todas las intenciones: Mira, Maria, Brtka tenía que ser artista. Y lo fue, completa, polifacética, enérgica, decidida, ilustrada. Una de las protagonistas más interesantes de la escena artística de posguerra, y desde luego no sólo serbia. Dirigida por su interés por la arquitectura, después del bachillerato quiso matricularse en la universidad, por pura casualidad aterrizó en el cine (...). Aunque totalmente desprevenida, es admitida por su brío intelectual. Ya es Mira Brtka”.
Y partimos de aquí para encuadrar a la artista inquieta pero también socialmente activa. Su influencia en la época fue tal vez mayor que su propio renombre: basta pensar en cómo el mundo de la moda quedó fascinado por los colores y las geometrías de Mira, del mismo modo que importantes directores como Alberto Lattuada, Pietro Germi y Paolo Pietrangeli la querían como escenógrafa en sus decorados.
En el texto introductorio del catálogo, la directora Renata Cristina Mazzantini escribe: “La artista se trasladó a Italia en 1959 siguiendo su pasión por el cine. Llegó a la magnífica Roma de los años sesenta, a ese ’Hollywood del Tíber’ que supo atraer a numerosos talentos del extranjero antes de la globalización, en un temperamento multicultural que hoy parece irrepetible”. Y prosigue: “La exposición, por tanto, revela la relación con la Ciudad Eterna del artista balcánico, que siempre mantuvo un fuerte vínculo con la capital, incluso después de 1970, cuando regresó a Yugoslavia. De este modo, revive también la historia de la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo, entonces en el centro de un mundo en el que arte, cine y moda se entrelazaban, transformando poco a poco el escenario de la Dolce Vita en el escenario de las batallas socioculturales del 68, del segundo feminismo al activismo”.
Sometida hoy a elaboración y valorización históricas, la aportación global de Mira Brtka constituye una compleja tarea interpretativa, sobre todo porque, para una adecuada comprensión de su génesis, es necesario tener presente un contexto cultural específico como es la aparición del grupo Iluminación en la escena artística de Roma a finales de los años sesenta. Así pues, la obra compuesta de Brtka la sitúa entre los primeros artistas multimedia -y, por tanto, en la vanguardia- por su mezcla de pintura, collage, escultura, objetos, instalaciones, moda, cine, animación y activismo político. La co-comisaria de la exposición, Ludovica Rossi Purini, escribe en el catálogo: “El encuentro con Giulio Carlo Argan, a la sazón alcalde de Roma, la fructífera amistad con Nobuya Abe, Marcia Hafif, Milena Cubrakovic, Aldo Schmid y Paolo Patelli, con los que formó el grupo Illumination, la empujaron cada vez más a reflexionar sobre su propia identidad artística y sobre el ”deber ser“ del artista como protagonista activo del debate social y político contemporáneo. Esta devoción por el activismo no sólo permanecerá ligada a la expresividad artística de Brtka, sino que condicionará su existencia, como demuestra su adhesión en 1975 al Bureau for Preventive Imagination que habían creado artistas y activistas italianos unos años antes”. Y prosigue: “Los años sesenta en particular, durante los cuales Brtka estuvo más presente en Roma, trabajando tanto en la industria cinematográfica como asistente de importantes directores como Alberto Lattuada y Pietro Germi y como escenógrafo también en películas de animación, y estudiando en la Academia de Bellas Artes, se caracterizaron por las poéticas conceptuales y las minimalistas y performativas. La obra del artista yugoslavo no se aleja de este surco, sino que lo reafirma, abarcando desde la pintura postinformal a la analítica, desde el control de superficies a la práctica neocolorista”.
“La exposición -afirma el director Mazzantini- ilustra plenamente la complejidad y la riqueza de esta investigación y su extraordinaria feminidad. Documenta una vena creativa inagotable, que de la pureza monocromática casi zen de las Pinturas blancas pasa al uso abrumador y emocionante del color, en los lienzos y collages; que de la escultura soldada llega a la escultura lineal de alambre, que de los Trabajos con bordados conduce sin solución de continuidad al diseño de moda. Es un homenaje a una figura emblemática serbia de la segunda mitad del siglo XX, en el admirable marco expositivo diseñado por el profesor Franco Purini”.
“Hace unos 65 años Mira Brtka vivió en Roma”, afirma el Presidente de la Fundación Mira Brtka de Belgrado, Miroslav Rodic. “Este tiempo es suficiente para permitirnos por fin hacer un análisis crítico póstumo del variado universo artístico de Mira Brtka. Por eso hemos querido embarcarnos en el proceso de reafirmar y realzar su obra y el lugar de Mira en el arte europeo contemporáneo. Y también por este motivo esperamos con gran interés comprobar las reacciones de los iniciados y del público que visitará la exposición en los maravillosos espacios de la Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea di Valle Giulia de Roma”.
En la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma, una gran retrospectiva rinde homenaje a Mira Brtka |
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