El ciclo de exposiciones dossier dedicadas a la pintura femenina en la Módena de principios del siglo XIX se reanuda en la Galleria Estense de Módena: del 15 de febrero al 2 de mayo de 2021, la sede del museo acogerá la exposición Una pittura femminile piccola piccola. Anna Campori Seghizzi y su tiempo, basada en una idea de Martina Bagnoli y comisariada por Gianfranco Ferlisi. La exposición parte del análisis de algunas de las obras menos conocidas de las colecciones del museo para explorar el tema de la condición femenina en ese periodo. En efecto, se trata de los cuadros de una noble modenesa que, debido a su rango y a su sexo, sólo podía practicar la pintura de manera amateur, produciendo sobre todo preciosas miniaturas sobre marfil: Anna Campori Seghizzi (1781-1821). Acompañan a sus obras las de María Teresa Beatriz de Austria d’Este de Chambord (1817-1886), que se dedicó a la misma actividad en el atelier doméstico de la corte.
“Con esta exposición exploramos un rincón poco visitado pero fascinante de nuestras colecciones”, afirma Martina Bagnoli, directora de las Galerías Estenses. “Las miniaturas de Anna Campori son un documento conmovedor del amor filial y la solidaridad femenina. Anna vivió en una sociedad que no le permitió vivir su talento artístico como protagonista, un talento que hoy, gracias al legado de su hija Giulia, podemos reconocer y celebrar”.
Las obras de AnnaCampori, hija de Giuseppe, VII marqués de Soliera, o treinta y siete miniaturas sobre marfil, que entraron en la colección Estense gracias al legado de su hija Giulia Seghizzi Coccapani Imperial i (1807-1895), se expondrán al público junto con dos retratos de Adeodato Malatesta(Retrato de la marquesa Anna Campori Seghizzi y Retrato de la marquesa Giulia Seghizzi Coccapani Imperiali) que permitirán al público conocer a madre e hija y el íntimo vínculo que las unía.íntimo vínculo que las unía. Giulia no sólo legó los cuadros de su madre Anna a la Galleria Estense, sino que también encargó su retrato póstumo al famoso pintor modenés que, para ejecutarlo, utilizó una de las miniaturas de la pintora fallecida prematuramente. Se invertía así la relación de dependencia entre aficionados y maestros que solía ver a jóvenes aristócratas dedicados a copiar a los grandes artistas del pasado, como hizo Anna Campori con su interpretación de Las cuatro estaciones de Francesco Vellani. Junto a las miniaturas y retratos, se expondrán también dos obras rarísimas de María Teresa de Austria de Este (hija del duque de Módena) conservadas en la Galería Estense, en particular su interpretación de San Francisco de Asís en adoración del Crucifijo, copiada por Elisabetta Sirani. Incluso en el atelier doméstico de la corte Estense, pintaba con empeño. El gran lienzo de Bernardino Rossi que representa La familia de Francesco IV d ’Este ilustra los detalles, mostrando a María Teresa delante del caballete mientras retrata a su hermana, María Beatriz Ana (1824-1906). El tema y los artistas propuestos en la exposición trasladan al visitante a los umbrales del siglo XIX, a una época en la que a las mujeres de la nobleza, cualesquiera que fuesen sus talentos e inclinaciones, se les pedía sobre todo que fuesen agraciadas, educadas, que supiesen bailar, conversar en varios idiomas, bordar y también incursionar en la pintura. Sin embargo, las miniaturas de Anna Campori, cuidadas, meticulosas e inspiradas, dejan entrever una pasión y un compromiso con el arte de la pintura que esta exposición pretende explorar.
Anna Campori practicó el arte de la pintura en miniatura durante la edad de oro de este género, entre 1775 y 1825. Descubrió el brillo de la pintura sobre la superficie del marfil: el uso del temple sobre marfil permitía que las distintas capas de color adquirieran un efecto transparente y luminoso. Había que aplicar dos o tres capas de papel sobre la plancha de marfil utilizando colas animales muy adhesivas como preparación del soporte. Esta técnica se puso de relieve en los trabajos de restauración que afectaron a casi todas las miniaturas a finales de los años ochenta. Fueron precisamente estas restauraciones las que revelaron también las cualidades expresivas del pintor y restituyeron la importancia de la dimensión amateur de la experiencia estética a principios del siglo XIX.
Para más información: www.gallerie-estensi.beniculturali.it
Imagen: Adeodato Malatesta, Retrato de la marquesa Anna Campori Seghizzi
En la Galería Estense de Módena, el cuadro femenino de una noble del siglo XIX |
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