Del 7 de mayo de 2023 al 24 de febrero de 2024, la Fondazione Antonio Dalle Nogare presenta Tengo que pensarlo, la primera retrospectiva en una institución italiana del artista argentino David Lamelas, autor de una de las investigaciones artísticas más fascinantes de matriz conceptual surgidas a finales de los años sesenta. La producción del artista alterna instalación, escultura, dibujo, fotografía, cine, vídeo, sonido, performance y obras textuales que narran los contextos y condiciones que definen nuestras percepciones y cogniciones.
Comisariada por Andrea Viliani y Eva Brioschi, la exposición se extiende por todas las plantas de la Fundación, invadiendo el exterior y las salas que albergan la colección, para crear un diálogo con algunas de sus obras. Además del espacio, también aumenta la duración en el tiempo: generalmente limitada a unas pocas semanas, la exposición abarca en cambio un lapso de tiempo mucho mayor durante el cual, adoptando diferentes configuraciones, se presentarán algunas de las obras históricas más importantes del artista junto con nuevas producciones y un programa inédito de eventos en directo.
Conscientemente autoirónico, tanto como autorreflexivo es el propio título de la exposición. En ella, Lamelas cuestiona el propio formato de la retrospectiva para proponer una interpretación personal en la que el contexto expositivo, así como el de la institución, representan elementos de un discurso en construcción, para dar cabida también a aspectos de temporalidad y a la posibilidad de diferentes puntos de vista que respondan al contexto en el que se enmarca la experiencia expositiva.
En esta revisión y rarefacción del formato retrospectivo, Lamelas plantea la exposición como una exploración más de los conceptos de espacio y tiempo, que han caracterizado toda su investigación. Trabajando en un montaje que no se limita a un espacio definido, y acompasando el tiempo de la exposición al tiempo más largo y móvil de la percepción y el pensamiento, Lamelas invita al público a considerar las dimensiones del espacio y el tiempo como algo interpretable y, por tanto, variable: más que conceptos, de hecho, para Lamelas el espacio y el tiempo son acontecimientos contextuales y relativos (y por ello experimentables y narrables en múltiples variaciones) en cuya interpretación el autor coparticipa con otros sujetos, empezando por el público, a menudo formado por otros artistas o participantes en sus acciones performativas, invitados por Lamelas a ser, como en algunas de las películas y series fotográficas de la exposición, coautores de la obra en el momento mismo de su creación.
Formado como escultor, el artista libera la obra de su consistencia objetual y material poniendo de relieve, a través de sus instalaciones, el espacio arquitectónico o urbano que comparten con el artista y el espectador, o favoreciendo prácticas basadas en el tiempo, como el vídeo-film y la performance. El propio tiempo se hace concretamente representable como “situación” (término que aparece por primera vez en el título de una obra de 1967) y “actividad” (la serie Time as Activity se inicia en 1969), del mismo modo que la obra se convierte en un instrumento de “señalización” o “señalización” (la primera aparición del término se remonta al título de una obra de 1968) de un espacio y de aquello con lo que, en ese mismo espacio, la obra se relaciona. Además, en una época en la que, en los años sesenta y setenta, los artistas empezaron a cuestionar el contexto institucional para denunciar las ideologías que imponen y condicionan la narración y la experiencia de la obra de arte por parte del público, Lamelas identificó precisamente en el espacio y el tiempo expositivos la oportunidad de no sólo mostrar obras sino de potenciar, a través de ellas, la percepción y la conciencia de quienes las observan o escuchan, anticipándose en este sentido durante décadas a la llamada estética relacional surgida a partir de los años noventa.
La actitud del artista de deconstruir las costumbres y expectativas del sistema del arte en su conjunto adopta la forma de un experimento radical, en el que la distancia entre el arte y la vida se diluye para convertirse en experiencia directa y en narración histórico-crítica de las coordenadas estéticas, cronológicas y geográficas en las que opera el artista. El espacio y el tiempo, lo real y lo mental, la figuración y la abstracción, la biografía y la historia, el artista y el público, el arte y la vida dejan de ser categorías distintas para convertirse en una síntesis experiencial y narrativa, constantemente variable ya que siempre puede ser interpretada, en la que consisten y coexisten todas las obras de Lamelas.
Imagen: Esquema de la exposición. Fotografía de Hannes Ochsenreiter
En la Fundación Antonio Dalle Nogare, la retrospectiva de David Lamelas reflexiona sobre el espacio y el tiempo |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.