En Florencia, el siglo XX del Opificio delle Pietre Dure en una pequeña exposición

Del 11 de diciembre de 2018 al 4 de mayo de 2019, la exposición Il Novecento per il Museo dell’Opificio delle Pietre Dure (El siglo XX en el Museo del Opificio delle Pietre Dure) está programada para recorrer un momento particular de la historia del instituto florentino. A principios de los años cincuenta, en efecto, en el Opificio delle Pietre Dure maduraron una serie de experiencias en torno a la recuperación de la técnica del commesso. El objetivo era renovar, en clave contemporánea, la antigua tradición de la histórica Manufactura, que había sido fundada en 1588 bajo el reinado de Ferdinando I de’ Medici, y enriquecer con nuevas instancias artísticas y culturales la colección del Museo, que no se había reabierto hasta después de la guerra, en 1952, con una nueva disposición a cargo del director Lando Bartoli y del historiador del arte Edward A. Maser. Con este fin, el 10 de noviembre de 1953 se convocó un concurso de azulejos y bocetos en piedra semipreciosa y tierna para realizar en commesso. Numerosos jóvenes artistas florentinos respondieron con entusiasmo, participando y poniéndose al día con las propuestas figurativas de aquel momento vital.

Los resultados se presentan ahora en la pequeña exposición alojada en las salas del Museo dell’Opificio delle Pietre Dure, diseñado por P&M architecture srl de Florencia. La exposición va acompañada de un catálogo editado por Sillabe, en el que se recorren y contextualizan aquellos acontecimientos de mediados del siglo XX, proponiendo un análisis que abarca los aspectos técnicos y, más propiamente, histórico-críticos. Un microcosmos que testimonia el renacimiento del interés por las artes aplicadas de ese preciso periodo histórico, a través de la revalorización de un arte llamado “menor” que nunca lo fue.

En la planta superior del Museo se exponen cuatro bocetos en color, tres dibujos con sus correspondientes transparencias y 16 baldosas de piedra blanda y dura. Concluye la serie de 23 obras el azulejo cuyo boceto de Alvaro Monnini ganó el primer premio del concurso. Monnini fue el más lírico y narrativo de los exponentes del abstraccionismo clásico, y el modelo representa una síntesis muy eficaz de su pintura, con la presencia del signo del peine que se convirtió casi en un emblema. El tema elegido, la danza, contenía en sí mismo y en el movimiento fragmentado del espacio el sentido rítmico que a partir de entonces fue siempre el protagonista de sus composiciones más logradas y que también llevaba consigo el recuerdo del dinamismo futurista. El azulejo fue realizado en el taller del Opificio por Giancarlo Raddi delle Ruote y Piero Frizzi, quienes, para elegir las piedras más adecuadas, viajaron especialmente a Montaione y allí identificaron el alabastro que más tarde se utilizaría en los vestidos de las bailarinas, los árboles y el marco.

La pequeña exposición también permite a los visitantes seguir los pasos de ejecución que siempre han sido característicos de la técnica que ha hecho famoso al Opificio en todo el mundo. Puede visitarse de lunes a sábado de 8.15 a 14.00 (última entrada a las 13.30), cerrado domingos y festivos. Entradas: precio completo 4 euros, precio reducido 2 euros.

En la foto: Opificio delle Pietre Dure, Taller de restauración de mosaicos y piedras semipreciosas (a partir de un boceto de Lando Bartoli), Composición con serpiente y esfera (1952; piedras duras y blandas, 13 × 21,6 cm; Florencia, Museo dell’Opificio delle Pietre Dure).

En Florencia, el siglo XX del Opificio delle Pietre Dure en una pequeña exposición

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