Hasta el 31 de enero de 2024, las Gallerie Nazionali di Arte Antica presentan en el Palazzo Barberini la exposición Di natura e d’invenzione. Landscapes, Vedute e Capricci dai depositi delle Gallerie Nazionali di Arte Antica, comisariada por Luigi Gallo con Paola Nicita y Yuri Primarosa.
“He pensado en un regalo de Navidad para el público de los museos”, ha declarado Luigi Gallo, Director de la Galleria Nazionale delle Marche de Urbino y de la Dirección Regional de Museos de las Marcas y, desde el 15 de noviembre, director en funciones de las Gallerie Nazionali di Arte Antica. “Se trata de una oportunidad para valorizar y relacionar tanto una sala no siempre accesible como una selección de obras que actualmente no forman parte de la exposición permanente, preciosas obras maestras que enriquecerán el recorrido de visita del público de las Galerías. Elegí el tema del paisaje porque está próximo a mis intereses académicos y para ofrecer una eterna primavera en los días de invierno. La puesta en valor de los yacimientos, que considero el tesoro escondido de todo museo, es una de las piedras angulares de mi trabajo en la región de Las Marcas -hasta el 5 de mayo se puede visitar una exposición titulada La Otra Colección Galleria Nazionale delle Marche- y que he querido reproponer también aquí”.
En la Sala dei Paesaggi, en el piano nobile del Palazzo Barberini, se exponen catorce cuadros, algunos de los cuales proceden de los almacenes y otros del Museo Laboratorio delle Gallerie, la pinacoteca del segundo piso del Palazzo Barberini donde se conservan obras destinadas habitualmente a proyectos de investigación y didáctica para estudiosos, especialistas y estudiantes de historia del arte, y sólo en raras ocasiones accesibles al público.
En la exposición están representados distintos tipos de paisajes, desde composiciones ideales a vistas, desde evocaciones rurales a caprichos con ruinas antiguas. Van desde los cuadros de Nicolas Poussin, maestro de la pintura francesa del siglo XVII, hasta el llamado Maestro del abedul, identificado en Gaspard Dughet, pasando por el flamenco Jan Frans van Bloemen, conocido como el Horizonte, en el que la naturaleza acoge acontecimientos mitológicos y sagrados, ofreciendo extraordinarios efectos luminosos. Pasamos después a vistas exactas, como la obra de Pietro da Cortona, que es una de las primeras pinturas de cámara que representan un lugar existente, y la del alemán Jacob Philipp Hackert, máximo exponente del paisajismo analítico de la Ilustración: los maestros, con un siglo de diferencia, representan magistralmente la luz inconfundible del paisaje romano. A continuación, podemos admirar los caprichos arquitectónicos y las escenas pastorales, géneros que gozaron de gran fortuna en Italia y Francia, como se aprecia en los lienzos de Andrea Locatelli y Giovanni Paolo Pannini, y de los pintores más célebres de la corte de Versalles en el siglo XVIII, como François Boucher, Jean-Honoré Fragonard y Hubert Robert, que permanecieron en la capital pontificia como pensionados de la Academia Francesa. En los cuadros expuestos, Roma y su campiña se convierten en pistas inspiradoras para representar una naturaleza visionaria, impregnada de sensibilidad prerromántica, donde las acciones de los personajes y la arquitectura ponen el contrapunto a la intemporalidad del mundo clásico.
En el Palacio Barberini, una mirada a los cuadros de paisajes de los depósitos de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.