Entre chien et loup,antigua expresión francesa que en italiano podría traducirse “al anochecer”, ese momento del día en que se percibe la transición de la luz a la oscuridad. Es el momento de penumbra en el que no es posible distinguir un perro de un lobo, como escribió el poeta francés Jean-Antoine Baïf en el siglo XVI; el perro simboliza el día y la luz protectora, mientras que el lobo representa la noche donde surgen los miedos, las angustias y las pesadillas. Es el momento que anuncia la llegada de la noche y con ella la de los miedos, tanto personales como primitivos.
La expresión también ha sido elegida ahora como título de la nueva exposición que se presenta actualmente en el Castillo de Gamba - Museo de Arte Moderno y Contemporáneo del Valle de Aosta, en Châtillon, hasta el 16 de junio de 2024. Comisariada por Olga Gambari, la exposición fotográfica Entre chien et loup de Sophie-Anne Herin se realiza en estrecha colaboración con el Departamento de Gestión del Patrimonio y de los Sitios Culturales de la Superintendencia.
Las tres plantas dedicadas a exposiciones temporales en el Castillo de Gamba se han utilizado para mostrar imágenes que cuentan la historia del crepúsculo a través de los ojos de Sophie-Anne Herin: la de losenvers, la vertiente del Valle de Aosta ocupada principalmente por bosques y caracterizada por la escasez de horas de luz en los meses de invierno. “En su exposición, Sophie-Anne Herin relata una zona de penumbra y penumbra que es la de la montaña llamada l’envers, es decir, donde la luz no brilla durante largos meses en invierno”, explica la comisaria en su texto crítico. “Una dimensión de sombra, con este nombre tan particular, envers/inverse, que evoca tantos significados, y rimas. Lo contrario, lo diferente, en primer lugar. Ella, del Valle de Aosta, fue a explorar las zonas del lado envers, el de la izquierda orográfica del río Dora. La otra, es la adret, la recta o directa”. “Un mundo invertido fuera del tiempo”, prosigue, “donde la artista nos sumerge, con una obra fotográfica y una instalación que toma la forma de un camino iniciático, donde la seguimos como a las notas del gaitero. Un mundo que ella nos abre en un retrato libre, alejado de cualquier didactismo, de los estereotipos de género tradicionales de la fotografía de paisaje y de montaña”. Son imágenes que juegan con los contrastes de luz. "Nací en eladret pero aún en un país que no disfruta de muchas horas de luz en invierno y la idea de penumbra es algo familiar“, explica la propia Herin. ”Un mapa de declinación de la luminosidad que dirige mi mirada".
La exposición arranca con imágenes de paisajes, retratos de animales y personas. Figuras que emergen de la penumbra, entendida a la vez como un momento en el que uno entra en contacto con sus miedos personales y ancestrales y como una apertura hacia otro mundo. De la penumbra pasamos a la noche, lugar donde se enciende la imaginación y los sentidos se nutren del inconsciente, el deseo y el instinto. Cada imagen cuenta una historia. “Cada una es una historia, Sophie Anne se ha encontrado con muchas, las ha escuchado, hechas de palabras unas, de emociones, de sensaciones otras. Rostros que miran a la cámara, que parecen mapas de volúmenes, arrugas, expresiones, matices, proporciones, biografías grabadas en los rasgos”, explica la comisaria. “Todas son historias. Historias que ahora se nos cuentan a sí mismas, cada una a su manera, entablando una relación personal con cada espectador gracias a su carácter simbólico y no descriptivo”.
La exposición continúa con imágenes dedicadas al cielo y las estrellas, mientras que la última planta está dedicada a los sueños. “Cuando era niño, no veía la hora de irme a dormir para poder soñar. Incluso ahora, sigo teniendo una intensa actividad onírica que es preciosa para mí”, afirma el fotógrafo.
En el clímax de la última parte de la exposición, la evocadora imagen de un sueño cobra protagonismo: un baubo, una antigua deidad femenina representada con boca en lugar de vagina, colocado en el torreón del castillo como una presencia fantasmal. La exposición concluye con un vídeo que capta la atención del espectador: una ligera brisa arremolina una pelusa de semillas de flores de cardo, simbolizando con su danza la condición existencial.
“Casi evocando el conocido mito de la caverna de la memoria platónica, el recorrido de esta exposición, más allá de la dimensión romántica y onírica de los temas elegidos, nos lleva de la mano y nos acompaña a través de los matices de un crepúsculo interior personal: las luces y sombras encerradas en cada uno de nosotros”, explicó el Consejero Regional de Patrimonio y Actividades Culturales, Sistema Educativo y Políticas de Relaciones Intergeneracionales, Jean-Pierre Guichardaz.
“La restitución visual del Valle de Aosta es bastante peculiar, técnicamente realizada mediante la subexposición de las imágenes en la fase de toma fotográfica, digital y analógica, con el objetivo de crear imágenes crepusculares”, explicó Viviana Maria Vallet, Responsable de la Estructura de Gestión del Patrimonio Histórico-Artístico y de los Sitios Culturales y Coordinadora Científica del Castillo de Gamba. “Es el deseo de rodear cada obra de un aura de misterio lo que anima toda la exposición y no un intento de definir cada entidad fotografiada”.
Sophie-Anne Herin comenzó su carrera artística en Bolonia, donde se graduó en Dams. En 2006 se trasladó a París, donde continuó su formación artística. En 2008, se acercó a la fotografía formándose en el I.E.D de Turín. Inmediatamente después, comenzó a exponer en Italia y en el extranjero. Paralelamente a su profesión de fotógrafa, se dedica a la formación impartiendo talleres y cursos de fotografía en diversos centros de Italia (Camera di Torino, Centro indipendente della fotografia di Napoli). Actualmente vive en Turín y Aosta.
Para más información: www.castellogamba.vda.it
Horario: Todos los días de 9.00 a 19.00 h. Cerrado los lunes excepto festivos.
La exposición está incluida en el precio de entrada al museo (6 euros tarifa completa, 4 euros reducida). Visitas guiadas a la exposición con el artista los días 13 de abril y 25 de mayo y con el conservador el 26 de abril.
En el Castillo de Gamba, una exposición narra el crepúsculo a través de los ojos de la artista del Valle de Aosta Sophie-Anne Herin. |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.