Hasta el 3 de julio, Brescia será protagonista de un acontecimiento sin precedentes que ofrece la oportunidad inédita de ver de cerca el Políptico Averoldi, obra maestra de Tiziano Vecellio.En efecto, la Colegiata de los Santos Nazaro y Celso acogeráA tu per tu con Tiziano (Cara a cara con Tiziano), una iniciativa concebida y comisariada por Davide Dotti, organizada por la Parroquia de los Santos Nazaro y Cel so y realizada gracias a la contribución de la empresa bresciana Antares Vision, que permite admirar por primera vez el famoso Políptico Averoldi, pintado por Tiziano en 1522, desde una perspectiva inédita y cercana, a sólo dos metros y medio de distancia, para apreciar su extraordinaria calidad pictórica y su deslumbrante fuerza expresiva. De hecho, la obra está colocada en una posición elevada, por lo que resulta difícil de leer.
Con motivo del quinto centenario de su llegada a Brescia, se erigirá especialmente en el presbiterio de la iglesia una estructura que permitirá al público ascender hasta una altura de siete metros, permitiendo una nueva visión de la obra maestra del maestro de Cadore, considerada por la crítica como uno de los hitos del Renacimiento y portadora de numerosas innovaciones desde el punto de vista estético y estilístico.
Desde la remodelación de la iglesia a mediados del siglo XVIII, el Políptico Averoldi -firmado y fechado “Ticianvs Faciebat / MDXXII”, inamovible debido a su fragilidad, compuesto por cinco paneles pintados al óleo sobre madera- sólo ha sido visible desde abajo y a gran distancia. Si bien su posición elevada permite una visión de conjunto de la obra dentro de la monumental disposición arquitectónica del templo, no permite captar detalles y pormenores de gran importancia y calidad, como el retrato del mecenas (el poderoso obispo bresciano Altobello Averoldi, legado papal en Venecia), la firma y la fecha de Tiziano en la columna sobre la que San Sebastián apoya su pie derecho, la extraordinaria fisicidad del cuerpo atlético del Redentor y la extraordinaria belleza de la superficie del cuadro. del cuerpo atlético del Redentor, la dulzura del perfil de la Virgen, los largos rizos dorados que enmarcan el rostro del ángel anunciador y los numerosos arrepentimientos, perceptibles incluso a simple vista, como el cambio de posición de las piernas y el revoloteo de la tela en torno a las caderas de Cristo.
“El 31 de mayo de 2022”, recuerda monseñor Giambattista Francesconi, párroco de los Santos Nazaro y Celso, “en presencia del obispo Pierantonio Tremolada, la parroquia de los Santos Nazaro y Celso, unida a la ciudad de Brescia, conmemorará el quinto centenario de la colocación del Políptico Averoldi de Tiziano en la Colegiata. Este aniversario no podía caer en el olvido. Para celebrarlo, era mi deseo crear una forma original de ver la obra de cerca, admirando sus detalles y su indiscutible belleza. Quiero dar las gracias a Davide Dotti y Elena Frosio, con quienes compartí este sueño desde el principio. Doy las gracias a Emidio Zorzella, de Antares Vision, que, aficionado a su parroquia, apoya financieramente la propuesta. Por tanto, les invito a visitar la Colegiata y el Políptico Averoldi en particular: si aman el arte, disfrutarán de la obra ’cara a cara’; si son creyentes, contemplarán con emoción el Misterio de la Resurrección”.
“Como historiador del arte”, afirma Davide Dotti, “desde niño he soñado con poder admirar de cerca el Políptico Averoldi, una de las obras maestras absolutas del Renacimiento italiano, que influyó decisivamente en el vocabulario expresivo de los pintores brescianos contemporáneos, Moretto y Romanino sobre todo”. Con motivo del quinto centenario de la llegada de la obra a Brescia, he pensado ofrecer a todos los brescianos, y no sólo a ellos, la oportunidad única e irrepetible de experimentar la de poder estar “cara a cara con Tiziano” para apreciar plenamente la extraordinaria calidad pictórica del Políptico Averoldi, el denso y vigoroso cromatismo y la poderosa construcción plástica de las figuras en las que se adivina un claro homenaje a los dos “Prigioni” (Prisioneros) de Miguel Ángel en el Louvre y al grupo escultórico del “Laocoonte”. Sólo admirando de cerca el Políptico podrá el público comprender el genio sublime del gran maestro veneciano".
La visita de la obra está organizada para grupos de un máximo de 15 personas, que dispondrán de una audioguía; los grupos serán acompañados en la visita por voluntarios, en turnos de 20 minutos; los viernes y sábados de 10.00 a 17.30 horas, y los domingos de 11.00 a 17.30 horas. El político fue encargado a Tiziano hacia 1519 por Altobello Averoldi de Brescia, obispo de Pula y legado papal en Venecia, con el fin de colocarlo en el altar mayor de la iglesia de los santos Nazaro y Celso, de la que era preboste desde 1515. Tras una larga fase de concepción y ejecución atestiguada por varios dibujos preparatorios y numerosos pentimenti visibles incluso a simple vista, después de que el duque de Ferrara Alfonso I d’ Este -a través de su embajador en Venecia Jacopo Tebaldi- intentara convencer a Tiziano de que le vendiera por una considerable suma de dinero la tabla con San Sebastián, que el propio maestro consideraba “el mejor cuadro que jamás había pintado”, el políptico se terminó en la iglesia de Santi Nazaro e Celso el 31 de mayo de 1522.
La Resurrección de Cristo destaca en el panel central; Jesús victorioso, con el cuerpo en movimiento y retorciéndose, sostiene en su mano derecha el estandarte de los cruzados que simboliza el triunfo sobre la muerte. El registro superior representa el episodio de la Anunciación dividido en dos paneles separados. En el de la izquierda, sobre un fondo oscuro, destaca la figura elegante y luminosa del arcángel Gabriel, que desenrolla una filacteria con la inscripción “Ave Gratia Plena”; en el de la derecha, la Virgen, con rasgos delicados y la cabeza ligeramente inclinada, se lleva la mano derecha al pecho en señal de aceptación. El panel izquierdo del registro inferior representa a los santos patronos Nazaro y Celso con armadura, en compañía del patrón Altobello Averoldi cogidos en oración con las manos cruzadas. El de la derecha está enteramente ocupado por la espléndida figura de San Sebastián con el cuerpo extenuado sostenido por cuerdas atadas a un árbol, brillante idea tizianesca derivada de su conocimiento de los dos Prisioneros de Miguel Ángel conservados en el Louvre, de hacia 1513, conocidos como El esclavo moribundo y El esclavo rebelde, destinados en su día a formar parte de la tumba del papa Julio II.
Un catálogo publicado por Grafica Sette y editado por Davide Dotti acompaña la iniciativa.
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En la imagen, la estructura que permite contemplar el políptico.
En Brescia, se puede ver de cerca el Políptico Averoldi de Tiziano con una rampa |
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