Todas las mujeres del Imperio en los Uffizi: del 3 de noviembre de 2020 al 14 de febrero de 2021, el museo florentino dedica una exposición al poder femenino en la antigua Roma. Titulada Emperatrices, matronas, libertas, comisariada por Novella Lapini bajo la dirección de Fabrizio Paolucci, la muestra se compone de treinta obras, entre ellas esculturas que representan a Agripina Menor, madre de Nerón, y Domizia Longina, esposa de Domiciano, para explicar los múltiples (y relevantes) papeles de la mujer en la sociedad de la época.
Las mujeres romanas de la época imperial, sus historias, sus secretos, sus luchas por la emancipación civil, política y económica: estos son algunos de los temas de una exposición que se sirve de obras de la colección arqueológica de los Uffizi, junto a importantes préstamos del Museo Arqueológico Nacional de Florencia (próximamente unas preciosas monedas de oro de época romana que nos permiten observar desde dentrodentro el papel de la mujer en la propaganda de la casa imperial), y de la Biblioteca Nacional Central de Florencia, de donde llegan códices del siglo XVI que dialogan en la exposición con los dibujos de la misma época conservados en el Gabinetto dei Disegni e delle Stampe de los Uffizi, mostrando las diferentes representaciones de los antiguos epígrafes de la exposición.
La narración se divide en tres secciones y pretende conducir al público a través de la vida de las mujeres romanas en los dos primeros siglos del Imperio (desde principios del siglo I hasta la segunda mitad del siglo II d.C.), deteniéndose en los modelos positivos y negativos encarnados por las emperatrices y las mujeres dirigentes de la casa imperial y destacando los posibles papeles públicos de las mujeres, pero también quiere centrarse en las historias de la vida cotidiana de las matronas y las libertos. Entre las protagonistas figura Junia Atte, primero esclava y luego liberta casada con su patrón, víctima, probablemente bajo el reinado de Domiciano, de una verdadera maldición lanzada sobre ella por su marido, que la había abandonado tras la muerte de la hija común: las terribles palabras pronunciadas contra ella están inscritas en el altar dedicado a la joven. Y también Pompeia Trebulla, poderosa matrona de la élite de Terracina que, unos cuarenta años antes, bajo el emperador Claudio, consiguió que se restaurara a sus expensas el templo dedicado a Tiberio y a su madre Livia, colocando así su nombre junto al de los Augusti en un significativo gesto de independencia y poder femeninos.
“Las Galerías de los Uffizi”, afirma el director del museo, Eike Schmidt, “han dedicado mucha atención en los últimos años a los temas de la historia de género, dando un vuelco a la imagen tradicional y tradicionalista de la mujer y mostrando en cambio su lado creativo, fuerte e indomable. La exposición es también una ocasión única para permitir a nuestros visitantes admirar espléndidas piezas de nuestra importantísima colección arqueológica, que asombrarán incluso a nuestro público más atento”.
“En el centro de esta exposición”, subraya la comisaria Novella Lapini, “está la historia de la mujer romana en los dos primeros siglos del Imperio, analizada tanto desde el punto de vista del modelo femenino oficialmente propuesto, encarnado para bien o para mal por los exponentes de la domus Augusta, como en relación con las nuevas posibilidades de acción creadas en un sistema dinástico. A raíz de las prerrogativas concedidas a las Augustas, elegidas sacerdotisas de sus parientes divinizados y capaces de beneficiar a comunidades enteras con sus actos de liberalidad, las matronas de la élite se implicaron más directamente en la vida pública, como flaminicas (dedicadas al culto de las nuevas divas), evergeti (benefactoras) y patronas de sus municipios, provocando una paulatina pero efectiva revolución de género en las ciudades”.
Para más información, visite el sitio web de los Uffizi.
Emperatrices, matronas, libertas: las mujeres de la Roma imperial expuestas en los Uffizi |
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