El Palazzo Roverella de Rovigo dedica una exposición monográfica al vínculo entre Cartier-Bresson e Italia

Del 28 de septiembre de 2024 al 26 de enero de 2025 el Palazzo Roverella de Rovigo acogerá la exposición monográfica Henri Cartier-Bresson e Italia, comisariada por Clément Chéroux y Walter Guadagnini, promovida por la Fondazione Cassa di Risparmio di Padova e Rovigo con el Ayuntamiento de Rovigo y la Accademia dei Concordi, con el apoyo de Intesa Sanpaolo; la exposición se realiza en colaboración con la Fondation Henri Cartier-Bresson de París y la Fondazione CAMERA - Centro Italiano per la Fotografia de Turín.

La exposición, ordenada cronológicamente, está dedicada al fuerte vínculo entre el célebre fotógrafo e Italia, que por primera vez se documenta en profundidad a través de unas 200 fotografías y documentos, entre periódicos, revistas, volúmenes y cartas. Se recorrerán las etapas de una relación que comenzó muy pronto, ya en los años treinta, y continuó hasta que Cartier-Bresson abandonó la fotografía en los años setenta.

La exposición comienza con el primer viaje a Italia de Henri Cartier-Bresson, que tuvo lugar a principios de los años treinta, cuando aún era muy joven y acababa de abandonar definitivamente la pintura para dedicarse a la fotografía. En compañía de su amigo André Pieyre de Mandiargues, joven poeta y escritor, y de su compañera, la pintora Leonor Fini, Cartier-Bresson tomó algunas de sus imágenes más famosas, todas ellas presentes en la sección inaugural de la exposición.

El segundo viaje, igualmente significativo, tiene lugar a principios de los años cincuenta y toca los Abruzos y Lucania, tierras de gran interés cultural, sociológico y fotográfico. Estas regiones representaban el Sur donde se enfrentaban tradición y modernidad, pobreza y cambio social. Una figura central en la construcción de la imagen del Sur es el escritor y pintor Carlo Levi, referencia fundamental para muchos fotógrafos, tanto italianos como extranjeros, que se movían entre Matera y los pueblos de los alrededores, como Scanno, cerca de L’Aquila, que se hizo famoso gracias a las instantáneas de Cartier-Bresson y, más tarde, de Giacomelli. Especialmente interesantes, también desde un punto de vista histórico, son las imágenes del reparto de tierras, un momento crucial en la historia reciente del país.

Cartier-Bresson regresó a Italia varias veces entre los años cincuenta y sesenta, realizando reportajes para las principales revistas ilustradas de la época, como Holiday y Harper’s Bazaar. Se dedicó principalmente a Roma, Nápoles, Venecia y lugares como Ischia y Cerdeña, despertando el interés de los lectores extranjeros y captando los usos y costumbres del país y de sus habitantes. Las diversas instantáneas tomadas en Roma restituyen el clima de aquellos años y la especificidad de un país aún no influido por la cultura dominante de ultramar. Algunas de estas imágenes están incluidas en el famoso libro del fotógrafo, Les Européens (1955), que relata la nueva Europa en pleno desarrollo tras la tragedia de la Segunda Guerra Mundial.

La exposición concluye con imágenes de principios de los años setenta, todavía dedicadas a Matera, que marcan un regreso a los lugares visitados veinte años antes. Estas instantáneas permiten leer la continuidad y discontinuidad del tiempo, el avance de la modernidad y la persistencia de las identidades locales. Por otra parte, las imágenes dedicadas al mundo del trabajo industrial, entre Olivetti y Alfa Romeo, desplazan el foco hacia los nuevos modos de vida de la época.

La exposición monográfica se compone de obras de época de la Fondation Cartier-Bresson y va acompañada de textos explicativos en cada sala y de un catálogo, publicado por Dario Cimorelli Editore, que incluye todas las obras expuestas, los ensayos de los dos comisarios y de Carmela Biscaglia, este último dedicado a los acontecimientos y personalidades que hicieron única la relación de Cartier-Bresson con Basilicata.

Para más información: www.palazzoroverella.com

Imagen: Henri Cartier-Bresson, Coronación de Juan XXIII, Ciudad del Vaticano, 1958 © Henri Cartier-Bresson Foundation / Magnum Photos

El Palazzo Roverella de Rovigo dedica una exposición monográfica al vínculo entre Cartier-Bresson e Italia

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