El Palacio Barberini expone por primera vez la Virgen de la Leche de Murillo tras su restauración

Del 19 de mayo al 11 de julio de 2021, la Madonna del Latte, obra maestra del pintor español Bartolomé Esteban Murillo, se expondrá por primera vez, tras una minuciosa restauración que ha durado casi diez meses, en las Gallerie Nazionali di Arte Antica del Palacio Barberini de Roma.

Los trabajos de restauración han corrido a cargo del Taller de Restauración de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo, dirigido por Chiara Merucci, y han sido realizados por Alessandra Percoco para el lienzo y por Vega Santodonato para el bastidor, bajo la dirección científica de Alessandro Cosma. También fue posible gracias a la recaudación de la venta de Vino Civitas, en el marco de un proyecto promovido por la Asociación Civita, en colaboración con Tenuta Caparzo di Montalcino, para apoyar la restauración de obras de arte de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo.

También conocida como la Virgen Gitana, como la definió el historiador Carl Justi en 1892, la Virgen de la Leche de Murillo, pintada entre 1670 y 1675 aproximadamente, es una de las obras más admiradas de la Galería Corsini (actualmente cerrada por reformas). De hecho, formó parte de la colección del cardenal Neri Maria Corsini (1685-1770), quien quedó tan impresionado por ella que la colocó en la alcoba, frente a la cama, un lugar íntimo y privado de su piso.

Debido a la fuerza expresiva de los dos protagonistas, la obra fue celebrada durante el siglo XIX por numerosos viajeros que recordaron en sus diarios, cartas y artículos periodísticos el efecto que suscitaba el cuadro. Entre ellos, Gustave Flaubert, que quedó tan impresionado por el cuadro de Murillo que en 1851 escribió a su amigo Bouilhet: “Estoy enamorado de la Virgen de Murillo en la Galería Corsini. Su cabeza me persigue y sus ojos pasan ante mí como dos linternas danzantes”. Una imagen que pone de manifiesto la capacidad de Murillo para actualizar y dar vida a sus temas, incluidos los religiosos.

Las operaciones de limpieza realizadas han devuelto la legibilidad a la obra, recuperando incluso detalles minúsculos y preciosos, desde los pequeños brotes de la planta que hay detrás de María hasta las delicadas transiciones cromáticas de las túnicas y el cielo. Al mismo tiempo, las investigaciones científicas, realizadas por Emmebi diagnostica artistica srl y Artelab srl, permitieron comprender mejor la técnica del pintor y los pigmentos utilizados, como en el caso del manto azul de María: todavía brillante en las partes de lapislázuli e irreparablemente alterado donde Murillo utilizó el “esmalte”, más barato.

En el curso de la restauración, se realizó por primera vez una radiografía completa del cuadro, que permitió identificar la figura de un San Francisco arrodillado en un paisaje bajo la capa actual de pintura. Este primer boceto, llevado a un avanzado estado de acabado, fue abandonado posteriormente por el pintor, que reutilizó el lienzo pintando sobre el San Francisco sin más preparación e incluso reutilizando algunas partes del mismo, como el árbol para las sombras en la pared o los pliegues del hábito para la túnica de María.

Para que el público pueda ver la capa pictórica original, la obra se expondrá junto con una reproducción a tamaño natural de la radiografía, que permitirá analizar el primer boceto del San Francisco y reconocer los pequeños detalles aún visibles a simple vista en la Virgen de la Leche.

Para la ocasión, se publicará el volumen La Madonna del Latte de Murillo en la Galería Corsini. Storia e restauro (editado por Marsilio), con prólogos de Flaminia Gennari Santori, Directora de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo, y Giovanna Castelli, Directora de la Asociación Civita, y ensayos de Pablo Hereza, Alessandro Cosma, Chiara Merucci, Alessandra Percoco, Vega Santodonato, Marco Cardinali y Maria Beatrice De Ruggieri, Domenico Poggi y Anna Candida Felici.

La exposición Ojos como faroles danzantes. Historia y restauración de la Madonna del Latte de Murillo está comisariada por Alessandro Cosma.

Créditos Alberto Novelli

El Palacio Barberini expone por primera vez la Virgen de la Leche de Murillo tras su restauración

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