El Palacio Barberini anuncia su próxima exposición, dedicada a la relación entre artista y observador


Los museos están cerrados, pero el Palacio Barberini anuncia ya su próxima exposición, dedicada a la relación entre artista y espectador. Que se inaugurará cuando vuelvan a abrir los museos.

Hay un museo que ya está pensando en reabrir sus salas y lo hace con una exposición que acaba de inaugurarse y que acogerá al público cuando termine el cierre patronal de las sedes culturales: se trata del Palacio Barberini de Roma, que hasta el 28 de febrero de 2021 acoge la muestra La hora del espectador. Cómo nos utilizan las imágenes, comisariada por Michele Di Monte. “La exposición”, explica Flaminia Gennari Santori, directora del Museo, “profundiza en el conocimiento de las obras de la colección con una valiosa aportación, potenciando una vez más la política de intercambios con otros museos, destinada a reforzar el papel clave que desempeñan las Galerías a nivel nacional e internacional”.

Así pues, la exposición se centra en la colección de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo (a las que pertenece el Palacio Barberini, junto con el Palacio Corsini), pero también recurre a préstamos de museos como la National Gallery de Londres, el Museo del Prado de Madrid, el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Castillo Real de Varsovia, el Museo de Capodimonte de Nápoles, la Galería de los Uffizi de Florencia y la Galería Sabauda de Turín.



En un recorrido por veinticinco obras, la exposición pretende explorar las formas de ese diálogo tácito que siempre se establece entre la obra de arte y su espectador, tal y como se elaboró en la pintura entre los siglos XVI y XVIII. Si el arte se dirige siempre a un público, este atractivo nunca se limita a mirar, sino que requiere una participación y colaboración más activas. Los artistas, por su parte, idean a menudo soluciones figurativas e invenciones para implicar personalmente al espectador en el espacio y la historia que cuentan las obras, pidiéndole que sea cómplice participante, que juegue con las imágenes. Lo que constituye un juego de alusiones, provocaciones, seducciones e ironías, gracias al cual el observador se convierte inesperadamente en observado, pasa a formar parte de la obra y colabora en la plena realización de sus efectos y su éxito.

Así, el objetivo de la exposición es que el espectador real experimente concretamente las formas en que la pintura no se limita a presentarnos algo para mirar, sino que nos pide que reflexionemos sobre lo que estamos mirando, cómo y por qué. Tras una introducción alusiva al tema de la exposición, con la exhibición de la obra maestra de Giandomenico Tiepolo procedente del Museo del Prado, Il Mondo Novo, la muestra se divide en cinco secciones. En la primera, “El Umbral”, ventanas, marcos, cortinas y cortinajes invitan al público a cruzar la frontera que separa nuestro mundo del mundo del cuadro; como ocurre en la fascinante Muchacha en un marco, de Rembrandt, procedente del Castillo Real de Varsovia, que parece aguardarnos más allá del cuadro. Esta invitación tácita se hace explícita en la siguiente sección, “El llamamiento”, donde obras como el retrato del poeta Giovan Battista Caselli, de Sofonisba Anguissola, Venus, Marte y el amor, de Guercino, o La caridad, de Bartolomeo Schedoni, se dirigen abiertamente al espectador y reclaman su atención.

En las dos secciones centrales, “El Indiscreto” y “El Cómplice”, la implicación del espectador se hace más sutil, alusiva, secreta e incluso embarazosa. Se pide al espectador que se posicione sobre lo que ve, y en algunos casos ni siquiera debería ver, como en el guiño La buena fortuna de Simon Vouet, la seductora Judith y Holofernes de Johann Liss oLa intoxicación de Noé de Andrea Sacchi. La exposición concluye con la sección dedicada al “Voyeur”, en la que se revela por fin la dimensión erótica y ambigua de la relación entre imagen y mirada. En los cuadros de Lavinia Fontana, van der Neer o Subleyras, el voyeur no sólo mira el objeto de su presunto deseo, sino que descubre el acto mismo de su mirada, su condición de espectador de pleno derecho. Con motivo de la exposición, Campisano Editore publicará un catálogo con ensayos del comisario y de Giovanni Careri, Claudia Cieri Via, Wolfgang Kemp y Sebastian Schütze.

Como la exposición sólo puede permanecer cerrada durante este periodo, en la página web del museo está disponible un dossier de la exposición y un reportaje en vídeo del comisario. En los canales sociales de las Galerías, cada viernes, también se narrará la exposición con posts que narrarán las distintas secciones, así como reportajes en profundidad sobre las obras individuales.

Imagen: Pierre Subleyras, Desnudo femenino de espaldas (c. 1735-1740; óleo sobre lienzo; Roma, Gallerie Nazionali d’Arte Antica, Palazzo Barberini, inv. 2529). Ph. Alberto Novelli

El Palacio Barberini anuncia su próxima exposición, dedicada a la relación entre artista y observador
El Palacio Barberini anuncia su próxima exposición, dedicada a la relación entre artista y observador


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