La exposición de Mario Cresci (Chiavari, 1942) titulada Un esorcismo del tempo, acogida por el MAXXI y comisariada por Marco Scotini con Simona Antonacci, estará abierta hasta el 1 de octubre. Más de 350 obras de época narran la investigación del fotógrafo a lo largo de los veinte años que trabajó en Basilicata, desde mediados de los sesenta hasta mediados de los ochenta.
En este contexto histórico y geográfico, Mario Cresci desarrolló un enfoque antropológico personal “sobre el terreno”, contribuyendo activamente a los cambios sociales, urbanos y culturales que se estaban produciendo en la región en aquellos años. En las obras expuestas, los interiores de las viviendas, las personas, los espacios urbanos, los elementos arquitectónicos y los objetos de la tradición lucana se manifiestan para evocar un horizonte simbólico colectivo a la vez arcaico y contemporáneo.
Temas recurrentes en la investigación fotográfica de muchos autores, como la presencia y la ausencia, la percepción del tiempo, la interpretación de la realidad, aparecen en las obras de Cresci en una nueva clave.
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En la foto: Mario Cresci, Interni Mossi, Barbarano Romano (1978; impresión en sal de plata, 30,5 x 40,5 cm; Colección de Fotografía del Museo Nacional MAXXI de las Artes del Siglo XXI)
El MAXXI acoge 350 obras fotográficas de Mario Cresci |
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