El Museo Arqueológico Nacional de Nápoles acoge hasta el 28 de agosto la exposición Alejandro Magno y Oriente. La gran exposición está dedicada a la extraordinaria figura de Alejandro (356 - 323 a.C.), el héroe macedonio que en poco más de diez años, acompañado de sus fieles compañeros, se convirtió en rey deAsia yEuropa. Como hombre y filósofo, alumno del supremo Aristóteles, amó ambos continentes, promoviendo, tras la conquista, la paz y la unión de los pueblos sometidos a él. La exposición se divide en dos espacios: elAtrio Monumental, en la planta baja, y el Salone della Meridiana, en la segunda planta, con referencias temáticas en los tres jardines históricos.
Se exponen unas 170 obras procedentes de todos los rincones del mundo: desde la antigua Persia hasta Gandhara. A estas mirabilias del pasado se añaden las numerosas piezas de la colección permanente del MANN, único museo en el que se conservan tres retratos del macedonio, y entre ellos el más preciado, el Mosaico de la Batalla de Issus, donde se admira al héroe montado en Bucéfalo mientras se lanza contra Darío en su alto carro. Esta obra, actualmente en restauración, se sustituye por la reproducción colocada en la Sala Meridiana, en la zona donde se reconstruye el ambiente de la casa del Fauno. La inauguración de la exposición coincide precisamente con el inicio de la segunda fase ejecutiva de la restauración, que hará época, del famoso mosaico de Alejandro, que podrá seguirse en los próximos meses gracias a una “obra transparente” (está previsto que los trabajos finalicen en marzo de 2024).
En la exposición, uno es recibido por representaciones del estratega macedonio en bustos, gemas, esculturas, incluido el busto-herma del Museo del Louvre, copia de un original de Lisipo. A continuación, se entra en las salas secretas donde una profetisa con un escudo mágico anuncia el destino del rey del mundo a su madre Olimpia y a su padre Filipo II. Un enigmático genio alado (conservado en el Louvre), un Cabirio que ofrece a su futura esposa el famoso collar de la Armonía, le da la bienvenida. El peristilo y la sala principal de la famosa Villa de Fannius Synistor en Boscoreale, uno de los mayores enigmas de la historia del arte, se reconstruyen y explican por primera vez en su totalidad.
En la Sala del Reloj Solar, la introducción se completa con otros raros objetos sobre macedonios y persas, entre ellos el extraordinario Jarrón de los Persas, de la segunda mitad del siglo IV a.C., que representa el eterno conflicto, cantado por Homero y más tarde por Heródoto, entre Europa y Asia, entre Grecia y Persia.
La exposición continúa con los viajes de conquista y descubrimiento de Alejandro y el relato de las batallas triunfales de anexión. El grupo de estatuas ecuestres de mármol, procedentes del santuario de Juno Sospita en Lanuvio, conservado en parte en el Museo Británico y en parte en Lanuvio, se vuelve a montar aquí. Se trata de un testimonio fundamental para la reconstrucción del famoso donarius de Alejandro, realizado por Lisipo y destinado a homenajear a los veinticinco compañeros que murieron en la batalla de Gránico. La admiración de los sacerdotes egipcios por Alejandro y su posterior divinización es recordada, en cambio, por la estela egipcia del templo de Isis en Pompeya, que contiene referencias jeroglíficas a las hazañas macedónicas.
También hay piezas que recuerdan a los colaboradores más leales de Alejandro Magno. Como Seleuco, guardaespaldas siempre al lado de Alejandro en la batalla, representado en un busto de bronce procedente de la Villa de los Papiros.
Durante su largo viaje a Oriente (334-323 a.C.), Alejandro fundó numerosas ciudades, admiradas universalmente por su grandioso trazado y sus refinadas técnicas urbanísticas. Entre ellas destacan Alejandría en Egipto, Eschate Alejandría, antigua Leninabad, Bucefala en Pakistán. Unos siglos más tarde, en los reinos indogriegos se produjo una fusión sin precedentes y duradera de costumbres, tradiciones y religiones. Un ejemplo entre muchos en la exposición: la estatua de Buda, procedente de Pakistán y datada en los siglos II-III d.C., togada y con una sonrisa compuesta que algunos creen tomada del divino Apolo. La amplitud del fenómeno de influencias mutuas abarca varios siglos, y sentó las bases de una sólida relación entre Roma y Oriente. Se pueden encontrar huellas en las figuras clásicas de Heracles con el garrote, Atlas arrodillado, héroes alados y capiteles jónicos tallados en piedra. A su vez, las grandes civilizaciones antiguas de Oriente fueron recibidas y asimiladas por la civilización grecolatina. En Pompeya, en el siglo pasado, se encontró una pequeña y espléndida estatuilla de marfil de una divinidad india.
Asia fue fecundada por la cultura helenística. Alejandro cayó bajo el hechizo deOriente, se casó con la uzbeka Roxana y estableció su capital en Babilonia. En Europa, su recuerdo era aún más vivo. Pompeyo, César, Augusto, se inspiraron en él, lo imitaron, copiaron sus modos y soluciones, se adueñaron de monumentos y estatuas dedicados a él. Lo vemos en espléndidos grupos estatuarios, representado como Aquiles muerto en brazos de Áyax o como el propio héroe homérico, representante de Europa, que se ablanda ante la moribunda Pentesilea reina de las Amazonas y alegoría de la Persia conquistada. Objetos colosales y maravillas fueron también su legado a Occidente, y entre ellos en la exposición se ilustran dos espléndidos ejemplos con objetos incomparables: el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría.
La exposición Alejandro Magno y Oriente está organizada por el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, dirigido por Paolo Giulierini, en colaboración con Electa. Los comisarios son Filippo Coarelli y Eugenio Lo Sardo. Promovida por el Ministerio de Cultura italiano, con el apoyo de la Región de Campania, el Parque Arqueológico del Coliseo e Intesa Sanpaolo, la exposición cuenta con la colaboración del Museo de las Civilizaciones de Roma y el Ministerio Helénico de Cultura y Deporte.
Para más información, visite el sitio web oficial del MANN.
El MANN dedica una gran exposición a Alejandro Magno |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.