El Elefante de Roma: una exposición conmemora el 90 aniversario del descubrimiento de los fósiles de Elephas Antiquus

Hace noventa años se descubrieron los restos fósiles de un elefante(Elephas antiquus) en la base de la colina Velia, cerca del Coliseo de Roma. Hoy, los fósiles, conservados en el Antiquarium de los Museos Capitolinos, han sido restaurados y la intervención ha sido la ocasión de proponer una exposición con un conjunto de obras que arrojan luz sobre un sector de la zona arqueológica central afectado en los años treinta por la destrucción y las profundas transformaciones urbanas. Un centenar de estas obras, entre hallazgos arqueológicos, diseños gráficos y obras de arte, todas procedentes de las colecciones capitolinas, algunas de las cuales han sido identificadas durante recientes investigaciones y se exponen al público por primera vez, componen así la exposición 1932, el elefante y la colina perdida, programada del 8 de abril al 24 de mayo de 2022 en los Mercati di Traiano - Museo dei Fori Imperiali. La exposición, comisariada por Claudio Parisi Presicce, Nicoletta Bernacchio, Isabella Damiani, Stefania Fogagnolo, Massimiliano Munzi, está promovida por Roma Culture, Sovrintendenza Capitolina ai Beni Culturali con la colaboración del Archivio Luce. Organización Zètema Progetto Cultura.

En sólo dos años, entre 1931 y 1932, se excavó en el corazón de Roma una colina, la Velia, que se extendía entre las laderas del Oppio y las estribaciones del Palatino, separando la zona de los Foros Imperiales del Coliseo. La intervención, por un lado, resolvió la necesidad de conectar la plaza Venezia , la vía Cavour y los nuevos barrios del Celio y el Esquilino, y, por otro, permitió la construcción de una vía monumental y paisajística desde la plaza Venezia hasta el Coliseo. La intención era crear un paseo flanqueado por los monumentos de la ciudad antigua que estaban siendo recuperados por las demoliciones del barrio Alessandrino, en curso desde 1924. La nueva vía de la ciudad, que tomó el nombre de Via dell’Impero (actual Via dei Fori Imperiali), se inauguró el 28 de octubre de 1932 con motivo de la celebración del décimo aniversario de la Marcha sobre Roma, convirtiéndose a partir de ese momento en el lugar privilegiado de los desfiles y rituales del régimen fascista.

Sin embargo, el precio pagado por el patrimonio artístico y arqueológico fue muy alto. Comenzó con el desmantelamiento casi total del jardín de Villa Rivaldi, que se extendía por la cima de la colina hasta la parte posterior de la basílica de Majencio. A continuación se socavó la estratificación arqueológica, que resultó ser muy rica en restos romanos, en particular los restos de una domus con frescos bien conservados y numerosas estatuas. Pero el descubrimiento más asombroso se produjo el 20 de mayo de 1932, cuando salieron a la luz numerosos restos de fauna fósil, de los cuales el cráneo y el colmillo de un elefante Elephas (Palaeoloxodon) antiquus constituyen el hallazgo más famoso. La noticia resonó inmediatamente en la prensa. Antonio Muñoz, Director del X Departamento de Antigüedades y Bellas Artes de la Gobernación de Roma y supervisor de los trabajos, escribió que “aquí, bajo la colina de Velia, estaba el jardín zoológico de la Roma prehistórica”. Las operaciones de recuperación se llevaron a cabo con gran celeridad: el Elephas, retirado a toda prisa, fue transportado al Antiquarium Comunale del Celio, “donde cayó en el olvido”, como escribiría más tarde Antonio Cederna.

La exposición se compone de cuatro secciones en las que, en un viaje en el tiempo, se ilustran algunas etapas importantes de esta historia: los movimientos de tierra con los planos de la disposición arquitectónica y el modo en que se recogieron los materiales arqueológicos hallados; el conjunto monumental de Villa Rivaldi, fuertemente alterado por las obras; la evidencia de una rica domus que había estado en uso durante mucho tiempo en la época imperial; y el descubrimiento de los restos del Elephas antiquus. En esta narración, además de los hallazgos arqueológicos, los diseños gráficos y los objetos de arte, se ofrecen al público películas de época conservadas en los archivos del Istituto Luce y un vídeo con imágenes procedentes de los archivos de la Superintendencia Capitolina, útiles para profundizar en los temas tratados en la exposición.

La primera sección evoca la excavación de la Velia, destacando dos aspectos de aquella gigantesca obra de construcción urbana: los descubrimientos, realizados en ausencia de criterios científicos, de innumerables hallazgos arqueológicos, y la disposición arquitectónica del corte de la colina con vistas a la apertura de la Via dell’Impero. El primer aspecto se presenta en la exposición a través de una selección de materiales arqueológicos hallados durante los movimientos de tierra, que datan de la Antigüedad a la Edad Moderna. Su disposición, aparentemente aleatoria, pretende dar una idea del modo en que los materiales, recogidos sin distinción del contexto en el que fueron hallados, fueron recuperados y almacenados en cajas, que luego se acumularon en los almacenes municipales. Refiriéndonos en cambio al segundo aspecto, se encuentran algunos dibujos y planos del muro de contención del jardín de Villa Rivaldi, elaborados por Antonio Muñoz y sus colaboradores. En parte inéditos, los dibujos muestran la variedad de soluciones ideadas.

La segunda sección está dedicada al jardín de Villa Rivaldi, espléndida residencia construida en la cima del Velia por monseñor Eurialo Silvestri a partir de 1542. Tras pasar por las manos de varios propietarios, en 1660 la villa fue vendida por el cardenal Carlo Pio de Saboya al Conservatorio delle Zitelle Mendicanti, institución destinada a acoger y educar a las doncellas abandonadas. En vísperas de la demolición de la Velia, la Gobernación de Roma encargó a Maria Barosso y Odoardo Ferretti que pintaran algunas vistas del jardín de la villa, que pronto sería destruido. Esta iniciativa formaba parte de una práctica muy extendida en la época: se pensaba que la pintura era más apropiada que la fotografía -considerada un mero método mecánico de reproducción de imágenes- para plasmar el fervor de las obras en curso o para documentar adecuadamente los frecuentes descubrimientos de antigüedades. Los cuadros expuestos en esta sala son el fruto de ese trabajo.

La tercera sección está reservada a las pruebas de la decoración pictórica del criptopórtico de una gran domus de época romana imperial interceptada por los movimientos de tierra, cuyas imponentes estructuras fueron completamente demolidas. El complejo constaba de dos niveles, el inferior de los cuales tenía un criptopórtico con un ninfeo; en el nivel superior había un patio porticado de planta rectangular. La decoración constaba de dos fases pictóricas distintas, una de finales del siglo I-principios del II d.C. y otra de finales del siglo II-principios del III d.C., reproducidas por Ferretti en acuarelas, algunas de las cuales se exhiben en la exposición. Cuatro fragmentos de frescos, recuperados antes de la demolición de las estructuras, se presentan al público por primera vez. Representan personajes y animales, que decoraban los paneles en los que se dividían los muros en la segunda fase pictórica.

En la cuarta sección se exponen los restos del cráneo y la defensa izquierda (colmillo) del antiguo elefante Elephas (Palaeoloxodon) antiquus, hallados en el estrato geológico a unos 11 metros de la cima de la colina. Tres acuarelas de Barosso y un óleo de Ferretti trasladan al espectador al corazón de las fases iniciales del corte de Velia, con la primera aparición del Coliseo, el desenterramiento de los restos del cráneo y la defensa del elefante situados en el trazado de la Via dell’Impero y, por último, la majestuosa estratificación geológica sacada a la luz por el avance de los trabajos.

Para toda la información, visite el sitio web de los Mercados de Trajano.

El Elefante de Roma: una exposición conmemora el 90 aniversario del descubrimiento de los fósiles de Elephas Antiquus

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