Del 20 de noviembre de 2020 al 16 de enero de 2021, la Galería Giampaolo Abbondio de Milán acogerá una exposición dedicada a uno de los artistas chinos contemporáneos más importantes, Zhang Hu an (Henan, China, 1965), diez años después de su exposición individual en el PAC - Padiglione d’Arte Contemporanea de Milán.
La exposición, titulada El cuerpo como lenguaje, se celebra al mismo tiempo que la individual del artista en elHermitage de San Petersburgo, y pretende recorrer los años de formación de Zhang Huan entre China y Nueva York, a través de una serie de obras fotográficas que documentan sus performances más famosas, desde las de los años 90 hasta Mi Roma, producida en 2005 por la Galleria Giampaolo Abbondio y representada en los Museos Capitolinos de Roma. Fue la obra que cerró su temporada de actuaciones, para dar paso al diseño de instalaciones a gran escala.
Jugando en la frontera entre Oriente y Occidente, las performances de Zhang Huan exploran el cuerpo como encuentro y choque de diferentes culturas y temporalidades: se inspiran en la imaginería popular china y en elementos de filosofías orientales próximas a ella, y reinterpretan estas mitologías investigando el poder de los rituales en la formación y desmitificación de la identidad. Las fotografías de la exposición son un ejemplo de esta poética, empezando por la serie Árbol genealógico, que documenta la performance en la que Zhang Huan pidió a tres calígrafos que escribieran en su rostro, con ideogramas chinos, mitos y adivinaciones de la tradición popular china, desde la primera luz del alba hasta el anochecer. A lo largo del día, la inscripción de estos relatos había transformado el rostro del artista hasta hacerlo irreconocible: al anochecer, la cara de Huan, completamente ennegrecida, simbolizaba la imposibilidad de definir una identidad precisa.
La exposición continúa con To Raise the Water Level in a Fishpond, una performance en la que el artista, junto con unas cuarenta personas, se sumergió en el agua de un estanque, intentando subir el nivel del agua, para trascender el significado de un dicho chino según el cual un solo individuo no puede influir en el entorno que le rodea, demostrando cómo una comunidad unida por una causa común puede marcar la diferencia. Otra obra expuesta es 3006 m3: 65Kg, creada en 1997 en el Museo Watari de Tokio, donde “3006 m3” indicaba el volumen total del museo japonés y “65 kg” el peso del artista. Atado a la estructura por cientos de tubos utilizados para transfusiones de sangre, Zhang Huan intentó derribar el museo, uno de los símbolos de la civilización moderna, recibiendo a cambio ser lanzado de nuevo hacia las paredes del mismo museo, por la tensión elástica de los tubos.
De nuevo, la exposición muestra la obra Window (2004, Shanghái), en la que el artista escenifica una relación, rayana en la intimidad empujadora, con un burro. Por último, la exposición se cierra idealmente con My Rome, donde el cuerpo se convierte en intermediario entre la cultura tradicional china y Occidente, representando su encuentro con las estatuas de la antigua Roma conservadas en los Museos Capitolinos. En esta representación, Zhang Huan se relaciona con el Marforio, la enorme escultura de mármol de la época romana, del siglo I d.C., que representa a una deidad fluvial. El título de la exposición, El cuerpo como lenguaje, es un homenaje a Lea Vergine, la primera estudiosa italiana que otorgó al arte corporal la debida consideración histórica y crítica.
Zhang Huan, tras estudiar en la Academia de Bellas Artes de Pekín, participó en la escena vanguardista china a finales de la década de 1990, dedicándose a la performance como práctica artística radical. Profundamente apegado a la filosofía oriental, utiliza su propio cuerpo, estrictamente desnudo, poniendo a prueba su capacidad física y emocional de resistencia, como en la performance que le hizo famoso, 12m2 en 1994, en la que con el cuerpo cubierto de miel permaneció inmóvil durante una hora en un baño público infestado de moscas e insectos. El cuerpo es una prueba de su identidad, pero también un modo de lenguaje, expresión y comunicación inmediata. En 1998 se trasladó a Nueva York; aquí sus performances se hicieron más elaboradas, metafóricas y ritualistas, ampliándose a un número cada vez mayor de participantes con los que abordaba colectivamente los temas de la identidad cultural, el diálogo Este-Oeste y la identidad cultural, del diálogo Este-Oeste; entre sus obras más importantes están My America (hard to acclimatise) en 1999, Fifty stars en 2003, My Sidney en 2004 y My Rome en 2005, producidas por la Galleria Giampaolo Abbondio y realizadas en los Museos Capitolinos de Roma.
Ese mismo año, Zhang Huan regresó a China, a Shanghái, y comenzó otra fase de su trabajo, abandonando la performance y dedicándose al diseño de instalaciones a gran escala, como 100 sabios en un bosque de bambú (2008) y Dawn of time (2009), a proyectos de arte público, como Three heads six arms, realizada en Hong Kong en 2011, y a la pintura de Ash paintings, cuadros pintados con las cenizas de incienso recogidas en los templos.
El cuerpo como lenguaje. Exposición de Zhang Huan en Milán |
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