El pasado 30 de mayo, una vez superada la emergencia del coronavirus, la Biblioteca Ambrosiana reabrió sus puertas al público, y lo hizo con la exposición Autografi femminili dalle collezioni dell’Ambrosiana, que se podrá visitar hasta el 6 de septiembre de 2020 y que pretende celebrar la creatividad femenina a través de los testimonios de cuatro grandes mujeres del pasado, cada una capaz de distinguirse en su propio campo de investigación: Lucrezia Borgia, Virginia de Leyva, Gaetana Agnesi y Alda Merini.
La exposición comienza con la vitrina que contiene el cabello de Lucrecia Borgia (Subiaco, 1480 - Ferrara, 1519) y parte de la correspondencia con cartas enviadas al humanista veneciano Pietro Bembo, entre 1503 y 1514, que llegó a la Ambrosiana en 1609 con la colección de Gian Vincenzo Pinelli, ilustre bibliófilo del siglo XVI. El viaje continúa con las cartas de sor Virginia de Leyva (Milán, 1575 - 1650), conocida por haber inspirado a Manzoni el personaje de sor Gertrudis, la monja de Monza en Los novios. Si bien sus años de juventud y los complejos acontecimientos posteriores en los que se vio envuelta son bien conocidos y están documentados, también a través de documentos judiciales, se sabe muy poco del periodo de reclusión, expiación y oración que pasó en la casa de las conversas de Santa Valeria: de aquellos años son muy importantes las cartas autógrafas dirigidas al cardenal Federico Borromeo, conservadas en la Biblioteca Ambrosiana.
También se exponen las hojas autógrafas de Gaetana Agnesi (Milán, 1718 - 1799), una de las matemáticas más importantes de todos los tiempos, la primera mujer autora de un libro de matemáticas y la primera en obtener una cátedra universitaria de matemáticas en la Universidad de Bolonia. La última parte está dedicada a unas hojas mecanografiadas donadas por la poeta milanesa Alda Merini (Milán, 1931 - 2009) al cardenal Gianfranco Ravasi: contienen poemas dedicados a Dante ALighieri y a algunos importantes poetas italianos del siglo XX, como Aldo Palazzeschi, Salvatore Quasimodo y el padre David Maria Turoldo. Todos llevan correcciones a pluma, a veces incluso sustanciales, como en el caso del poema sobre Palazzeschi, reescrito casi en su totalidad. También hay un manuscrito, titulado Montale y yo, que contiene las reflexiones de Merini sobre el papel fundamental desempeñado por la obra de Montale en la evolución de su poesía.
En junio, la exposición podrá visitarse los sábados y domingos. Sólo pueden entrar 20 visitantes cada media hora, las entradas deben adquirirse con antelación en la web de la Ambrosiana.
En la foto, una imagen de la exposición.
De Lucrecia Borgia a Alda Merini, la creatividad femenina en la Ambrosiana de Milán |
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