Dante 700: una gran exposición en Rávena celebra las artes en la época del exilio

Con ocasión del séptimo centenario de la muerte de Dante, se celebrará en Rávena, en la iglesia de San Romualdo, la exposición Le Arti al tempo dell’esilio (Las artes en el tiempo del exilio), segundo gran evento del ciclo expositivo Dante. Gli occhi e la mente (Los ojos y la mente), promovida por el Ayuntamiento de Rávena - Departamento de Cultura - Museo de Arte MAR, comisariada por Massimo Medica. La exposición está prevista del 6 de marzo al 4 de julio de 2021 y es posible también gracias a las Galerías Uffizi, por un acuerdo de cooperación plurianual que sanciona idealmente el hermanamiento entre la ciudad donde nació el poeta y la ciudad donde murió y descansa.

Según lo anunciado, será una exposición de auténticas obras maestras, cuantitativamente concentradas, esenciales y precisas: la elección curatorial ha sido reunir sólo testimonios de absoluta excepción y estrictamente adherentes al tema, es decir, emblemáticos de las etapas del exilio de Dante, y proponer lo que Dante tuvo ocasión de admirar en su largo vagabundeo por Italia.

La exposición comenzará con la poderosa efigie en bronce dorado de Bonifacio VIII, el hombre que condenó al poeta al exilio. Junto a ella se expondrá un calco del retrato del propio Bonifacio realizado por Arnolfo di Cambio, actualmente en los Palacios Vaticanos. El ambiente florentino estará documentado en la exposición por obras de Cimabue y Giotto, que se remontan a la época de Dante en Florencia y que muy probablemente admiraba.

Obligado a abandonar también Roma, Dante recorrió el largo camino del exilio que le llevó a varias ciudades, entre ellas Arezzo, Verona, Padua, Bolonia, Lucca, Pisa y Rávena.
Las novedades en el arte y los profundos cambios que se produjeron en ese ámbito durante los años del exilio quedarán atestiguados en pinturas, esculturas, manuscritos iluminados y trabajos de orfebrería.

Los meses romanos son evocados por los retratos de San Pedro y San Pablo realizados por Jacopo Torriti en el pórtico de San Pedro en la época de Dante. Dante fue acogido después en el Forli de los Ordelaffi y en Verona, donde se puso bajo la protección de los Scaligeri primero en 1303-1304 y después en 1313-1318. Tejidos preciosos, orfebrería, paneles pintados y esculturas (estas últimas del Maestro de Sant’Anastasia) documentan la estancia del poeta en la corte veneciana. Hacia 1304 se encontraba en Padua: eran los años en que Giotto completaba la decoración de la capilla Scrovegni, y entre los primeros en absorber las innovaciones de Giotto se encontraban los maestros paduanos de la miniatura. Así, por primera vez, se expondrá el precioso Offiziolo, ahora de propiedad privada, que perteneció al poeta Francesco da Barberino, amigo de Dante. El arte de la miniatura también fascinó a Dante en su siguiente parada en Bolonia: en el canto undécimo del Paraíso, el poeta menciona a uno de los maestros de la escuela boloñesa de este arte, Franco Bolognese. En este apartado, una de las obras maestras absolutas del arte de la iluminación es la Biblia ilustrada que perteneció a Carlos V, cedida excepcionalmente por la Biblioteca del Monasterio del Escorial.

Tras sus estancias en la Marca Trevigiana y luego en la Lunigiana de la familia Malaspina, Dante se trasladó a Casentino, después a Lucca, donde tuvo ocasión de admirar las obras de Nicola Pisano para la catedral (se expone el molde del luneto con la Deposición de la Cruz, conservado en el Museo di San Matteo de Pisa) y de nuevo a Forlì en 1310. Fue aquí donde probablemente conoció la noticia de la llegada a Italia del nuevo emperador Enrique VII, hacia quien dirigió sus esperanzas y su sueño de una restauración imperial. Un sueño truncado por la muerte del soberano, a cuyo funeral, en la catedral de Pisa, probablemente asistió también Dante, que tuvo así la oportunidad de admirar algunas de las obras maestras absolutas creadas por Nicola y Giovanni Pisano. También se expone la efigie de la Justicia, encargada para la tumba de Margarita de Brabante, esposa del emperador. Las obras de Nicola y Giovanni Pisano flanquearán las de Arnolfo di Cambio, de la Galería Nacional de Umbría.

Dante llegó a Rávena hacia 1319, mientras Giovanni y Giuliano da Rimini trabajaban en la ciudad: este último recibió el encargo de decorar la capilla de la iglesia de San Domenico, seguido también por Pietro da Rimini. A las obras maestras de estos dos artistas la exposición reserva un amplio espacio en su sección final, junto con testimonios vinculados a la cultura figurativa veneciana, que documentan la última empresa diplomática llevada a cabo en la Serenissima por el poeta.

La exposición se cerrará con la Virgen con el Niño que originalmente protegía el modesto sarcófago de Dante y que, en esta ocasión, gracias a un préstamo del Louvre, volverá por primera vez a Rávena.

Para más información: www.mar.ra.it

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