Tras el éxito de la exposición en Domodossola, Carlo Fornara (Prestinone, 1871 - 1968) vuelve a ser protagonista de una muestra monográfica dedicada a él: se trata de Carlo Fornara e il Divisionismo (Carlo Fornara y el Divisionismo), programada del 26 de octubre de 2019 al 15 de marzo de 2020 en el Museo Arqueológico Regional de Aosta. La exposición, comisariada por Annie-Paule Quinsac y dirigida por Daria Jorioz, presenta una rica muestra de ochenta obras, entre dibujos y pinturas, en las salas del instituto del Valle de Aosta.
Carlo Fornara, uno de los principales protagonistas del arte italiano de finales del siglo XIX, está recuperando el protagonismo que tuvo en el arte italiano y europeo de finales del siglo XIX y principios del XX, gracias a la creciente atención de la crítica y del público, y la gran exposición monográfica de Aosta pretende ponerlo de relieve y disipar las reservas y prejuicios nacidos de la percepción de Carlo Fornara en el reductivo papel de heredero e imitador de Giovanni Segantini. Fornara, como es bien sabido, fue su asistente en el verano de 1898, y absorbió la lección del maestro, pero esto no explica ni su adhesión al Divisionismo ni la evolución de su complejo y original camino como artista.
La exposición de Aosta viene a completar las celebraciones del 50 aniversario de la muerte de Fornara, que se inauguraron el pasado mes de septiembre en Milán con una selección de sus autorretratos y continuaron, como se ha dicho, en la histórica Casa de Rodis en Domodossola. Los actos ofrecieron la oportunidad de reinterpretar al artista a la luz de las raíces de su pintura, su mundo de Vigezzo en primer lugar, luego el Divisionismo, para concluir con su posición equilibrada en los escenarios del siglo XX.
La exposición Carlo Fornara y el Divisionismo pretende ampliar y consolidar las conclusiones alcanzadas hasta ahora. En particular, la exposición se centra en las dos décadas cruciales de la parábola de Fornara, la última del siglo XIX y la primera del XX, y examina la temporada más intensa de su producción, en paralelo con la génesis y el apogeo del Divisionismo en Italia.
El periodo simbolista de Fornara, además de su obra maestra L’Aquilone, está representado en Val d’Aosta por La leggenda alpina (La leyenda alpina ) y dos estudios al óleo que dan testimonio de la evolución de la imagen, mientras que en la sección de dibujos, algunas hojas de gran formato, como la destinada al cartel de la carretera de Simplon y Allegoria dei monti (Alegoría de las montañas), dan cuenta de una experiencia que el autor prefirió ocultar más tarde. Superado el paréntesis simbolista, la primera década del siglo XX estuvo marcada por una búsqueda de objetividad hacia la naturaleza, despojada del expresionismo que había dominado las temporadas entre el final de su aprendizaje en Vigezzo y su maduración divisionista que, con En plein air, se anticipó unos meses a su encuentro con Segantini. Fueron años dedicados a su tierra, el valle de Vigezzo, al que Fornara intentó dar un nuevo rostro en una síntesis de lentas elaboraciones surgidas, como en Angelo Morbelli, de tomas fotográficas y numerosos estudios. Como prueba, también se expusieron cuadros menos desarrollados, como Alforfón en flor.
Raras son las exploraciones de Fornara fuera de su propio mundo. La trilogía de Valle Maggia, en la vecina Suiza, fruto de su estancia en 1908, presentada en la exposición, da testimonio de una búsqueda orientada hacia el naturalismo absoluto, en la que las modificaciones técnicas aprendidas de Segantini en el verano de 1898 se orientan hacia una visión realista que en modo alguno remite al panteísmo del maestro.
Como se desprende de la breve correspondencia con Pellizza da Volpedo y de las cartas de Morbelli, Carlo Fornara, a pesar de ser más joven en edad, fue un Divisionista precoz. Su técnica revela una división empírica del tono, anterior a su encuentro fundamental con Segantini para el Panorama Sankt-Moritz. Después, el uso de colores puros o semipuros y de pinceladas yuxtapuestas se enriqueció con la práctica de Segantini de añadir metales, oro y plata fundidos al impasto fresco, para obtener destellos que acentúan la luminosidad del entorno. La exposición pretende dar a conocer esta evolución operativa y el vínculo con la iconografía que la justifica.
Siguiendo con el tema del estudio de la técnica y el modus operandi de Fornara, la exposición también quiere marcar un paso adelante en cuanto a las investigaciones científicas: el complejo modus de Fornara había sido, de hecho, el único entre sus colegas divisionistas que no había sido objeto de un diagnóstico completo, hasta hoy.
Gracias a la colaboración y al apoyo de la Dirección Artística de Banca Patrimoni Sella & C., que desde hace unos dos años lleva a cabo un proyecto de estudio diagnóstico sobre los artistas italianos de los siglos XVI al XIX, la exposición de Aosta brindó la oportunidad de analizar cinco obras clave: Las lavanderas, La cometa, Paz clara, Luces y sombras y Fin de otoño en el valle de Maggia. El estudio de los datos de diagnóstico se confió al experto Thierry Radelet, y los resultados se presentan en un aparato especial del catálogo de la exposición, que también pretende ser el punto de partida de futuras profundizaciones científicas y estudios comparativos.
El catálogo se completa con una contribución de Filippo Timo que investiga y reconstruye la historia de la participación de Carlo Fornara en la Bienal de Venecia, gracias también a la recuperación de material de archivo inédito. El catálogo, bilingüe italiano-francés, contiene textos de Annie-Paule Quinsac, Daria Jorioz y Filippo Timo, ha sido publicado por Silvana Editoriale, y está a la venta en la exposición al precio de 36 euros.
Horario de visita: todos los días, excepto los lunes (día de cierre), de 10.00 a 13.00 h. y de 14.00 a 18.00 h. Entradas: tarifa completa 6 euros, tarifa reducida 4 euros, gratuita para menores de 18 años. Abono con la exposición Olivo Barbieri. Montañas y parques programada en el Centro Saint-Bénin de Aosta del 15 de noviembre de 2019 al 19 de abril de 2020: 10 € precio completo, 6 € precio reducido.
En la foto: Carlo Fornara, La cometa (1902-1903; óleo sobre lienzo, 135 x 154 cm)
Continúa el redescubrimiento del artista divisionista Carlo Fornara. Una exposición en Aosta con ochenta obras pretende disipar ideas preconcebidas |
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